Tal como señala un estudio de la Unesco, a finales de 2023 el número de sistemas educativos que aplicaban estas restricciones al uso de los teléfonos era de 60, a comienzos de enero de 2025 la cifra ascendía ya a 79 países
El pasado viernes, una nueva legislación que limita el uso de teléfonos móviles en las escuelas finlandesas entró en vigor. El país nórdico, durante mucho tiempo reconocido por la calidad de su sistema educativo, vio caer su posición en un ranking de la OCDE que mide las competencias en matemáticas, lectura y ciencias naturales entre jóvenes de 15 años.
Este nuevo texto entraba en vigor tras ser aprobado en el pasado mes de abril. En aquel entonces, el Ejecutivo finlandés puso en marcha esta ley, la cuál prohíbe el uso de teléfonos móviles a los alumnos de entre 7 y 16 años durante las clases. A partir de ahora los teléfonos y dispositivos electrónicos solo podrán usarse en el aula con fines pedagógicos, como herramienta de apoyo o por razones de salud, y siempre con la autorización del docente. Los centros educativos tienen libertad para organizar la aplicación de esta norma.
La medida del Ejecutivo nórdico no es la primera que se aprueba en el planeta. Sin ir más lejos, el número de países que prohíben el uso de móviles en las escuelas está aumentando rápidamente y, de acuerdo con los resultados de estudios realizados en Bélgica, España y el Reino Unido, esa medida está dando buenos resultados.
Tal como señala un estudio de la Unesco, a finales de 2023 el número de sistemas educativos que aplicaban estas restricciones al uso de los teléfonos era de 60, a comienzos de enero de 2025 la cifra ascendía ya a 79 países.
Los datos aparecen en una actualización especial del Informe GEM (Global Education Monitoring Report o Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo) que elabora la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para controlar el progreso en relación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
«Los estudiantes tienen que aprender los riesgos y oportunidades que conlleva la tecnología y no estar totalmente protegidos de ellos. Pero los países tienen que orientar mejor sobre qué tecnología está permitida en la escuela y cuál no, y sobre su uso responsable», resalta en un comunicado.
Además de ese aumento, algunos países y regiones han optado por endurecer medidas ya existentes. Por ejemplo, en Francia se ha sugerido extender la denominada «pausa digital» a más cursos, o en China, donde ciudades como Zhengzhou ahora piden a los padres consentimiento por escrito para que se use el móvil incluso con fines pedagógicos.
Asimismo, Países Bajos prohibió el uso de los ‘smartphones’ en la aulas en enero del año pasado y tras el tiempo transcurrido desde su aplicación, pueden asegurar que la ausencia de esos equipos electrónicos tiene efectos positivos en la concentración y el clima social de los adolescentes.
Menos comunes han sido los casos en los que se han flexibilizado las medidas, como en Arabia Saudí, que ha dado marcha atrás sus prohibiciones por la oposición expresada por grupos de defensa de los discapacitados, para que pudieran usarse los móviles con propósitos médicos.