El único castillo circular de España, una antigua prisión militar con vistas al mar y la montaña

También fue residencia real y fábrica de moneda y ahora ha sido convertido en museo

En lo alto de una colina situada a unos tres kilómetros de Palma y elevada 112 metros sobre el nivel del mar se alza, majestuoso y enigmático, el castillo medieval de Bellver, conocido por su arquitectura circular única y su impresionante historia y desde donde además los visitantes pueden observar unas impresionantes vistas de la ciudad, la bahía y la Sierra de Tramontana.

Esta fortificación circular de estilo gótico es uno de los grandes atractivos de las islas Baleares y forma parte de la Red de Patrimonio Histórico de España

La construcción de esta fortificación circular de estilo gótico, uno de los grandes atractivos de las islas Baleares y que forma parte de la Red de Patrimonio Histórico de España, se inició en el año 1300 por orden de Jaime II, rey de Mallorca, y duró aproximadamente nueve años, aunque su ornamentación se completó más tarde.

Fortaleza única

Castillo de Bellver, de estilo gótico circular.

Castillo de Bellver, de estilo gótico circular.Getty Images/IOAN FLORIN CNEJEVICI

Este monumento de planta circular, único en toda España, está formado por tres torres semicirculares orientadas hacia los puntos cardinales. La construcción está dispuesta en torno a un patio central en dos niveles que da acceso a las diferentes estancias. La planta baja presenta arcos de medio punto y techos planos, mientras que la planta superior cuenta con arcos apuntados y una bóveda de crucería de estilo gótico.

En cuanto a su exterior, destacan las ventanas germinadas situadas en la planta noble que están compuestas por dos arcos estrechos de medio punto separados por una columna.

Ingeniería defensiva

Interior del castillo de Bellver.

Interior del castillo de Bellver.Patrimonio Histórico

Entre los elementos defensivos más característicos de este castillo se encuentra la barbacana (estructura defensiva medieval), ubicada estratégicamente en el exterior para proteger los accesos más vulnerables; el antiguo puente levadizo, cuyos restos aún muestran las poleas que permitían subirlo y bajarlo, y los garitones semicirculares integrados en los muros, concebidos para la vigilancia. El sistema defensivo se completa con aspilleras, desde las que se podían lanzar proyectiles manteniendo a salvo a los defensores, y los matacanes situados en la torre del homenaje y sobre la puerta principal, desde donde se arrojaban flechas, piedras o líquidos hirvientes para repeler los asedios.

La barbacana, el puente levadizo y los garitones integrados en los muros son algunos de los elementos defensivos más característicos este castillo

El singular castillo de Bellver sirvió como residencia real durante cortos periodos de tiempo para los tres reyes de Mallorca: Jaime II, Sancho I y Jaime III. También, a finales del siglo XIV, fue habitado por Juan I de Aragón y su segunda esposa, Violante de Bar, como refugio huyendo de la peste que asolaba Barcelona.

Prisión militar

Interior del castillo de Bellver.

Interior del castillo de Bellver.Patrimonio Histórico

A partir del año 1717 y a lo largo de los siglos XVIII y XIX fue utilizado como prisión militar. Entre sus reclusos más famosos estuvo Gaspar Melchor de Jovellanos, ministro de Hacienda y de Gracia y Justicia bajo el reinado de Carlos IV, y oficiales franceses capturados en la Batalla de Bailén. También fue prisión durante la Guerra Civil española. En 1817, el general Luis Lacy, líder de una revolución fallida, fue fusilado en el castillo. Actualmente se utiliza como sede del Museo de Historia de la Ciudad de Palma y como recinto para eventos y conciertos.

Entre sus reclusos más famosos figura Gaspar Melchor de Jovellanos, ministro bajo el reinado de Carlos IV. También fue prisión durante la Guerra Civil española

Concierto en el castillo de Bellver.

Concierto en el castillo de Bellver.Patrimonio Histórico

Visitar el Castillo de Bellver no es solo recorrer sus muros centenarios, sino también dejarse envolver por el eco de la historia que resuena entre sus patios y torres. Desde su terraza, el viajero puede sentir la grandeza de un pasado que pervive. Caminar por sus galerías góticas, asomarse a sus garitones y contemplar el atardecer desde sus almenas es una experiencia que invita a soñar y comprender por qué este castillo sigue cautivando a quienes buscan un viaje único al corazón medieval de Mallorca.