Pide a los monjes benedictinos «seguir entonando, por otros mil años, este Magnificat de roca», como definió la abadía el Papa polaco
El Rey Felipe VI ha reivindicado este lunes en la Abadía de Montserrat «el espíritu de la regla de san Benito» que fue «sembrada en estas montañas por el Abad Oliba ahora hace mil años». Lo ha hecho en su visita al monasterio catalán –sede de la Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña– junto a la Reina Letizia, para celebrar el milenario de su fundación.
En su discurso, pronunciado en su mayoría en catalán, el monarca ha agradecido a los monjes benedictinos de Montserrat haber guardado la máxima de san Benito, Ora et labora, «una máxima que tanto ha hecho por preservar la raíz clásica de nuestro pensamiento». Y ha reconocido los otros dos verbos que los monjes han añadido al lema benedictino: lege («lee») y rege te ipsum in comunitate («rígete a ti mismo hacia el bien de la comunidad»).
Felipe VI también ha recogido la feliz expresión que empleó el papa san Juan Pablo II para definir la abadía cuando la visitó en 1982: «El cántico de María resuena indefectible a lo largo de los siglos. Aquí en Montserrat parece haberse cristalizado hasta el punto de constituir un Magnificat de roca», dijo el pontífice polaco entonces, y el monarca ha pedido este lunes a los monjes «seguir entonando, por otros mil años, este Magnificat de roca».
«Que vuestro sentido de hermandad siga arraigado en estas montañas que son faro espiritual, moral e intelectual para tantas personas en Cataluña, en España y en Europa», les ha dicho a los hermanos, y ha añadido: «Y que tengamos, todos, la capacidad, la sensibilidad y la altura de espíritu, para seguir escuchándolo».
El «peso de la historia»
El Rey ha destacado también el «gran simbolismo» y el «peso de la historia» que se respira en el monasterio, destacando «el vínculo entre este y la Corona». Así, ha recordado las visitas de ilustres reyes del pasado, como Jaime I, los Reyes Católicos o el emperador Carlos V, así como «mis bisabuelos y mis padres», ha dicho, poniendo la nota familiar.
Cabe recordar que Felipe VI ya ha visitado Montserrat dos veces, ambas como príncipe, y la segunda junto a la Reina Letizia. «Hoy nosotros lo hacemos, por primera vez, también como Reyes», ha agradecido. reivindicando Montserrat como «un gran punto de encuentro de nuestra cultura: de la cultura catalana, de la española y de la europea».
Además, ha destacado el «orgullo» que siente por una tradición que encarna Montserrat y que «nos habla de apertura y de progreso». «No se cierra en sí misma, no recela de las diferencias, no se queda inmóvil como están las rocas, sino que avanza en el tiempo», ha celebrado.
«Seamos constantes en la renuncia a los discursos totalitarios, las identidades excluyentes, los prejuicios, los extremismos y las pretensiones de superioridad moral», ha insistido el monarca, apelando a la «constancia» en el «viaje hacia el bien común». Y lo ha hecho citando una frase del padre Ireneu Segarra, que estuvo al frente de la Escolanía de Montserrat durante 45 años: «La constancia es lo que manda en todas las cosas».
Cambio de planes
La llegada de los Reyes a Montserrat ha tenido un prólogo desagradable con la manifestación de unos 200 independentistas que tenían la intención de boicotear la visita. Sin embargo, desde Casa Real se ha optado por esquivarles y han cambiado el escenario de la entrada de los Reyes para evitar cruzarse con ellos y que hubiera fotografías desagradables, con cargas policiales, que desviasen el foco de lo importante del día.

Los concentrados para boicotear la visita del Rey a Montserrat, pasadas las 9,30hG. Altarriba
La concentración separatista, por otro lado, ha resultado un pinchazo: para ponerlo en perspectiva, solamente entre periodistas y reporteros gráficos acreditados había 118 personas.