Varias empresas ya se han interesado por el futuro Parque de Atracciones de Zaragoza

La familia Morte, actual concesionaria, tiene intención de volver a presentarse

Una vez despejadas las incógnitas en torno al futuro Parque de Atracciones de Zaragoza, que lucirá más grande y renovado a partir del próximo 2026, queda por discernir quién será la empresa responsable de explotar la concesión. Se trata de un contrato que se prolonga en el tiempo más que en otras licitaciones similares, con 50 años de vigencia, que darán el testigo a la actual concesión que regenta la familia Morte desde 1972, una de las más antiguas de Zaragoza.

Así las cosas, el cronograma del Ayuntamiento de Zaragoza y de su área de Presidencia, dirigida por Ángel Lorén, es la de sacar a concurso público los nuevos pliegos la próxima semana, en principio el martes, y adjudicarlo a finales de este año. Esto es clave, ya que el consistorio prefiere que el complejo no cierre durante una temporada, una posibilidad que recogerá el contrato pero que penalizará a las empresas que la oferten. El plazo para presentar proyectos finalizará tras el verano, el 19 de septiembre.

Después, habrá unas semanas de formalización hasta la adjudicación definitiva, y la nueva concesionaria dispondrá de varios meses para comenzar a desarrollar la inversión prevista, que mínimo será de 15 millones de euros, con la mirada puesta en los fines de semana de marzo de 2026.

En ese sentido, ya ha habido entre seis y siete compañías especializadas en el sector que en los últimos meses han visitado el Parque de Atracciones de Zaragoza para conocerlo de primera mano, alguna de ellas europea. Con todo, según ha podido saber este diario, la intención de la actual adjudicataria, los Morte, es la de volver a presentarse al concurso para intentar revalidar un negocio que llevan gestionando durante el último medio siglo.

El ayuntamiento valorará las ofertas de forma minuciosa y en base a criterios técnicos y económicos, como sucede en la mayoría de contratos municipales, aunque esta vez se detendrá a analizar los distintos modelos propuestos (deben ser «familiares») y, como novedad, variables medioambientales relacionadas con el mantenimiento de los Pinares de Venecia.