Los sindicatos reclaman un estatuto específico para los facultativos que recoja la singularidad de los profesionales
Mónica García se enfrenta a los médicos con su propuesta de condiciones laborales
Las negociaciones del Estatuto Marco —la norma por la que se regulan las condiciones laborales del personal sanitario— no avanzan como el Ministerio de Sanidad desearía. La ministra Mónica García, y especialmente sus propuestas para la futura ley, ha enfurecido al sector hasta el punto de que amenazan con movilizaciones y medidas de confrontación, sin descartar la huelga, con el objetivo de conseguir un estatuto específico para los médicos que regule sus condiciones laborales como los que ya tienen otros profesionales como jueces o fiscales.
Así lo ha anunciado la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que engloba a los sindicatos de 14 comunidades autónomas, y que junto a otra decena de sindicatos y asociaciones de facultativos como la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), Metges de Catalunya, la Asociación MIR España o el Foro de la Profesión Médica, han impulsado un manifiesto en el que denuncian su «malestar» con la propuesta de Sanidad.
«La decepción ha sido de tal tamaño que tenemos a nuestros compañeros en pie de guerra y pidiendo que adoptemos medidas de presión y contundentes y hagamos entender al ministerio que este estatuto no satisface al sector», ha explicado el secretario general de CESM, Víctor Pedrera, en rueda de prensa. «Hay una indignación y hartazgo en cotas que nunca se habían alcanzado», ha secundado por su parte Miguel Lázaro, presidente de la confederación.
Entre las medidas que contemplan, no descartan «en absoluto» la huelga, aunque todavía no se aventuran a anunciarla. «Nos ha unido la indignación por este ataque sin precedentes que hemos recibido y la unión es total y la indignación absoluta. Y esto no ha hecho más que empezar. Somos muchas organizaciones y tenemos que medir nuestras palabras. El día que anunciemos una medida sea cual sea tendremos que contar previamente con esas organizaciones. Pero en este momento no hay nada descartado en absoluto», ha asegurado por su parte Rafael Ojeda, presidente del sindicato médico andaluz. La «pelota», ha añadido Lázaro, está «en el tejado» del Ministerio de Sanidad y de lo que haga el departamento de Mónica García dependerá la respuesta de los facultativos. Las acciones irían de menos a mes, siendo la primera una concentración frente al ministerio.
«Ataque directo» a la profesión
Los médicos consideran que el texto que propone el ministerio es un «ataque directo» a la profesión que deja «completamente desasistidos» a los facultativos por las medidas que contempla, especialmente aquellas relacionadas con la jornada laboral, la reclasificación profesional y el régimen de incompatibilidades. El borrador de la norma, señalan, empeora el Estatuto Marco actual en lo que a tiempo de trabajo se refiere, pues no elimina la obligatoriedad de hacer guardias ni contabiliza esas horas para la jubilación.
La retribución de las guardias, prosiguen los médicos en el manifiesto, sigue siendo inferior a la de la hora ordinaria . Además denuncian que se mantiene una jornada obligatoria para los médicos de 48 horas y se plantea una especial de hasta 150 horas o más. No se computan las horas de descanso diario semanal post guardia y se obliga a su recuperación. Sobre esto último, Mónica García señaló este miércoles que había errores de redacción en el texto que daban lugar a esa interpretación y que se corregirían, comprometiéndose a que las horas de guardia no se deberían recuperar. Este jueves, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha negado también en redes sociales algunos de estos puntos. Además de acusar a «una de las organizaciones que firman» el manifiesto de filtrar el borrador del proyecto, ha dicho, entre otras cosas, que esas 48 horas son «el límite máximo (no obligatorio) en cómputo semestral». También ha afirmado que, según su propuesta, las horas de descanso tras las guardias «no serán exigibles a efectos del cómputo de la jornada anual ordinaria» algo que ahora, según Padilla, no ocurre. Y ha insistido en que ninguna profesión tiene un estatuto propio.
Pero hay más aspectos que los facultativos no comparten del texto planteado por Sanidad, como el hecho de que se iguale otras categorías profesionales como la de las enfermeras a la de los médicos sin que a estos últimos se les reclasifique pese a tener más años y créditos en su formación. «Estamos de acuerdo en que otros colectivos consigan sus ventajas, pero no puede ser sin que se reconozca la especial dedicación y responsabilidad que tenemos los médicos sobre los pacientes. No pedimos un trato de favor, pero sí que se deje de maltratar a los médicos como se lleva haciendo desde 2003 (año del que data el actual Estatuto Marco)«, ha denunciado por su parte Ángela Hernández, secretaria general de Amyts.
Exclusividad
Tampoco comparten el régimen de incompatibilidades que establece el borrador de Estatuto Marco, por el que no se permitirá que los jefes de servicio de centros públicos trabajen a la vez en la sanidad privada o se exigirá exclusividad en la sanidad pública a los médicos especialistas que hayan terminado el MIR durante sus primeros cinco años se profesión. «No hay ninguna medida en este estatuto para retener, captar, fidelizar y cuidar a los médicos», ha lamentado el presidente de CESM, que se ha referido también a que la ministra de Sanidad ha destacado el punto de incompatibilidad hacia los jefes de servicio para desviar el debate sobre el resto de asuntos. «Aquí nada es inocente. El relato de ministra es relato que le interesa y que suscita en los ciudadanos la sensación de que hay médicos que hacen un uso perverso de la sanidad. Si eso ocurre, lo que tiene que hacer la dirección médica es sancionarlos», ha defendido. Más grave es, a su juicio, la medida relacionada con la exclusividad tras el MIR, más aun «en un contexto de carencia de profesionales».
En este sentido, el presidente de la asociación MIR España, Jesús Arzúa, ha destacado las «cientos de quejas» de residentes que en los últimos días han recibido en la asociación por este texto. «Se tomarán las medidas que se tengan que tomar para el bienestar de los residentes, que somos el futuro del sistema sanitario de este país», ha advertido, reiterando la «fuga de talento» que supondría su aprobación.
Las peticiones
Con todo, los médicos exigen a Sanidad un estatuto específico que recoja una nueva clasificación profesional en la que se tenga el cuenta el mayor número de horas de formación y de cualificación que se les exige, una regulación «seria» de su jornada laboral, el descanso obligatorio tras las guardias y computable como tiempo trabajado o que el sistema de incompatibilidades para los facultativos tenga las mismas limitaciones que para otros empleados públicos, entre otros.
Este miércoles, la ministra de Sanidad hizo alusión a la buena sintonía que había encontrado con los sindicatos en la reunión que mantuvieron para negociar el Estatuto Marco. Pero los sindicatos médicos no opinan lo mismo. «Quizás otros sindicatos han manifestado su alegría pero en el colectivo médico estamos totalmente en contra del borrador que ha presentado el ministerio», ha expuesto Víctor Pedrera, que ha alertado de las consecuencias que tendría para la sanidad que ese texto saliera adelante: «Desde hace 10 años España ya se estaba convirtiendo en la fábrica de médicos especialistas de los países de nuestro entorno. Ahora con esto quizá se convierta también en la fábrica de médicos especialistas para la sanidad privada».
El secretario de Estado de Sanidad ha insistido en que el texto es vivo y actualmente se negocian «propuestas de mejora». «Vamos a seguir trabajando con la lealtad y responsabilidad que conlleva este enorme reto junto a organizaciones sindicales y comunidades autónomas», ha publicado Padilla.