El sanchismo se lanza a por baronías como Andalucía y Cantabria tras tomar el control de Castilla y León
La dirección nacional del Partido Socialista ha iniciado este sábado su campaña para vencer en las primarias regionales que celebrarán próximamente sus federaciones clave como las de Andalucía, Cantabria, Aragón o Extremadura. Esta última comunidad es donde se plantea un escenario más incierto ante la división interna, ya que Ferraz ha impulsado a la candidata Esther Gutiérrez frente al más crítico Miguel Ángel Gallardo, imputado por el caso del hermano de Pedro Sánchez. La pugna se resolverá hoy y está previsto que los resultados de la votación se den a conocer sobre las ocho de la tarde.
Una vez tomado el control de la baronía de Castilla y León, donde Tudanca renunció a continuar como líder, otro de los escenarios donde puede haber competencia es el de Aragón. La ministra de Educación, Pilar Alegría, aspira a hacerse con la presidencia del partido en esta región y presiona a su rival, el lambanista Darío Villagrasa, para unir ambas listas, un desenlace que Lambán desearía evitar. La candidata de Sánchez ha centrado sus esfuerzos de campaña electoral en Huesca durante la mañana de este sábado.
En Extremadura, Gallardo ha señalado que espera «reforzar la unidad del partido», tras votar en la sede de la agrupación local socialista de Villanueva de la Serena (Badajoz), dentro de la jornada de primarias y se ha mostrado convencido de su triunfo: «No solo estoy convencido de que voy a revalidarlo, sino que la fortaleza será mayor», ha apuntado. «No podemos seguir con un gobierno que no da respuesta a los extremeños y cuya principal respuesta es la arrogancia, la prepotencia y la incapacidad», ha reprochado al Ejecutivo autonómico de Guardiola (PP).
La candidata del PSOE a la secretaría general del partido en Aragón y ministra de Educación, Pilar Alegría (d), acompañada por el exalcalde de Huesca Luis Felipe, participa en un acto de promoción de su candidatura este sábado en Huesca.
Montero, confiada en Andalucía
En paralelo, María Jesús Montero, vicepresidenta del Gobierno, ministra de Hacienda, vicesecretaria general del PSOE y apuesta de Sánchez para tomar las riendas de la federación andaluza, ha priorizado Jaén en su primer acto como precandidata a las primarias a la secretaría general del PSOE andaluz, donde ha asegurado que el Gobierno de España «no va a permitir que ninguna comunidad autónoma tenga más privilegios que otras». «Cataluña y el resto de España están en condiciones adecuadas de convivir y Andalucía siempre ha sido una tierra de convivencia», ha dicho.
«Nunca desde el Gobierno de España vamos a permitir que ninguna comunidad tenga más privilegios que otras porque somos el partido de la igualdad y la fraternidad», ha recalcado Montero tras recuperar para el socialismo esta ciudad en virtud de un polémico acuerdo de quita de deuda. La candidata ha sido recibida por los líderes del PSOE provincial, Francisco Reyes, y también el nuevo alcalde jiennense, Julio Millán. Sin embargo, el otro aspirante, Luis Ángel Hierro, ha denunciado que el sistema electrónico para recoger avales no está funcionando correctamente, lo que plantea dificultades a su candidatura alternativa. Mientras tanto, en Cádiz, la ministra Margarita Robles ha recibido abucheos durante la despedida de la princesa Leonor.
Casares elogia a Sánchez en Cantabria
En Cantabria, el diputado nacional Pedro Casares ha anunciado que presentará su candidatura a la Secretaría General del PSOE regional, para devolverle la ilusión, la fuerza y la unidad «perdida tras 30 años de rupturas» y con un proyecto para todos que convierta al partido en la primera fuerza en la comunidad autónoma. «Aquí está otra vez el PSOE de Cantabria, dispuesto a volver a ser lo que nunca debió de dejar de ser», les ha dicho a los militantes que han llenado el vestíbulo del Paraninfo de la Universidad de Cantabria en el acto de presentación de su candidatura a las primarias para disputarle el liderazgo al secretario general desde 2017, Pablo Zuloaga.
Apoyándole en primera fila estaban las dos secretarias generales que antecedieron a Zuloaga, las también exvicepresidentas del Gobierno regional, Lola Gorostiaga y Eva Díaz Tezanos. Y le han expresado su respaldo, tomando la palabra, los alcaldes de Ruiloba y Castro Urdiales, Julio Pinna y Susana Herrán; el ex alcalde de Santoña y ex senador, Maxi Valle; el secretario general de las Juventudes Socialistas, Fran Cano, y Andrea Ventisca, para dar voz a los militantes que piden un cambio. Casares ha anunciado su candidatura bajo el lema «Adelante por Cantabria» y en el lugar, como ha recordado, en el que el presidente y entonces aspirante a la Secretaría General, Pedro Sánchez «volvió a ilusionar a los militantes» en su campaña de las primarias de 2017.
Movimientos en Asturias y Castilla
En Asturias, la cúpula socialista está centrada no en una operación de cambio de mando interno, sino en preservar uno de sus últimos bastiones autonómicos. El Partido Popular aspira a ganar en esta comunidad autónoma, y Feijóo ha dado prioridad a esta región al convocar allí este fin de semana a sus barones para celebrar su cumbre territorial. También el PSOE ha organizado un acto, donde Adriana Lastra ha asegurado que «si lo que el PP quiere es tener referentes de gestión autonómica, Asturias es un buen lugar en el que tomar apuntes».
En Madrid, tras el adiós de Juan Lobato, alejado de Sánchez, el ministro Óscar López tiene vía libre para erigirse como barón autonómico. Este sábado ha recibido el apoyo del presidente catalán, Salvador Illa, que también ha arropado a Montero en su pugna por el PSOE-A.
Todo ello se produce una vez Carlos Martínez, alcalde de Soria, ya ha relevado al crítico Tudanca al frente del PSOE de Castilla y León. En una entrevista a EFE, el nuevo líder ha pedido reformar la ley electoral y se ha mostrado abierto a más pactos del bipartidismo en el futuro, aunque ha reconocido que sería «imposible» en el contexto actual. Otro de los referentes locales, Esther Peña, ha estado en Miranda de Ebro (Burgos) para destacar los planes del Gobierno de España quiere convertir el derecho a la vivienda en «el quinto pilar del Estado del bienestar».