El monarca español y Guillermo de Holanda han disfrutado, a pesar del mal tiempo, de una divertida jornada de deporte en la Fundación Cruyff.
El primer día del viaje de Estado de los reyes Felipe VI (56 años) y Letizia (51) a Países Bajos está dando mucho de qué hablar y está dejando muchas anécdotas divertidas para el recuerdo. Es un hecho la buena sintonía que existe entre los monarcas españoles y los holandeses, el rey Guillermo (56) y Máxima de Holanda (52), pero esta visita a Ámsterdam está reafirmando la unión entre ellos.
La ceremonia de bienvenida ha tenido lugar este miércoles 17 de abril en la plaza Dam. Minutos más tarde, se han retirado al interior del palacio para disfrutar de un almuerzo privado entre los dos matrimonios.
Esta noche se presenta especial para ambas monarquías por la cena de gala que contará con el estreno de la princesa heredera Amalia (20) en un acto de estas características. Pero antes de este momento, los jefes de Estado han visitado la Fundación Cruyff, entidad lúdica holandesa-española que cumple el sueño del jugador y entrenador del Barcelona, Johan Cruyff. En la sede de dicha fundación se ha vivido un momento inédito protagonizado por los reyes.
En esta cita, Felipe VI se ha dejado ver como nunca antes: relajado y disfrutando del deporte en compañía del rey holandés. El monarca ha dejado de lado todo tipo de protocolo y rigidez para mostrarse más suelto y más cercano con los allí presentes. El hijo de Juan Carlos I se ha atrevido tanto con el balón de fútbol como con el de baloncesto. A su llegada han sido recibidos por Susila y Jordi, hijos del mítico jugador culé.
Las imágenes que llegan desde Ámsterdam muestran a Felipe VI muy cómodo con la pelota e intentando anotar un tanto desde el tiro libre. Guillermo de Holanda ha hecho lo mismo y ha imitado los pasos del monarca español, aunque no con tanto éxito. Se le ha notado más incómodo, pero no ha dejado la sonrisa de lado. Los niños ahí presentes han respondido con vítores a los monarcas después de su valentía mostrada en el terreno de juego.
Una jornada en la que no ha faltado el fútbol. Los jefes de Estado incluso se han atrevido a dar unos toques con el balón después del saque de honor. La fundación Cruyff desarrolla programas de deporte adaptados para niños con necesidades especiales para que puedan hacer ejercicio, a pesar de sus limitaciones.
El mal tiempo ha mermado la jornada, pero los soberanos han continuado con su agenda de compromisos y no han dudado en dejar de lado el paraguas para disfrutar del ambiente.
Después de mostrar su lado más oculto, se han reunido con los allí presentes y se han tomado selfies y fotografías donde se les ha visto muy cómodos y ajenos al rol que desempeñan.
Tras esta visita, los reyes se dirigirán hasta el puerto y las terminales de Evos y Sunoco para conocer a representantes de empresas españolas y holandesas sobre el desarrollo del corredor de hidrógeno entre Bilbao y Ámsterdam.
El día se cerrará con una gran cena de gala que tendrá lugar en el Palacio Real. Además del debut de Amalia en un acto de este tipo, también se dejará ver la princesa Beatriz (86), madre del monarca. Este viaje de Estado continuará este jueves, cuando Felipe VI y Letizia continúen con una larga lista de actividades antes de regresar a España.