Kimonos, katanas y cerezos: la primavera asiática florece en el Jardín Japonés del Parque Grande

Cientos de personas se han acercado hasta este pequeño rincón asiático para participar en la tradicional fiesta japonesa de Hanami

Rodeado por árboles de flor de cerezo y tulipanes, el pequeño Jardín Japonés del Parque Grande ha sido el protagonista de esta soleada mañana de sábado. Cientos de personas se han acercado hasta este pequeño rincón asiático de Zaragoza para participar en la tradicional fiesta japonesa de Hanami, organizada por la asociación Cultural Aragón-Japón, que da la bienvenida a la primavera.

Granate sobre blanco, de seda, bicolor, lila con flores estampadas, dibujos de hojas o blanco y negro con motivos japoneses. La jornada ha comenzado con una exhibición de impresionantes kimonos que portaban algunas integrantes de la asociación japonesa que no han pasado desapercibidas para los múltiples objetivos que fotografiaban las delicadas piezas. Todas iban conjuntadas con una cinta de colores estridentes en la cintura y un parasol a juego, complemento imprescindible en este traje típico japonés.

Una exhibición que estaba abierta para todo aquel que quisiera participar, así ha sido el caso de una cosplayer aragonesa que ha aprovechado para sacar a la calle uno de los vestidos típicos de Japón que “más le gusta”. Entre el público, una de las curiosas que se ha acercado al Jardín Japonés ha expresado que ha acudido “de propio a este acto” para poder observar los kimonos, una pieza de ropa que siempre le ha “entusiasmado por su belleza”.

Pasadas las 11.30 horas de la mañana ha comenzado la acción que prometía el cartel de la VII Fiesta de Hanami con demostraciones de artes niponas como la Naginata. Durante esta pelea simulada entre tres personas se ha escuchado como el público contenía la respiración cuando se golpeaban con las armas de manera rápida y otros sonidos de admiración cuando realizaban posiciones imposibles.

Entre aplausos y a ritmo de los tambores japoneses, ha empezado uno de los momentos más esperados por los allí presentes, la demostración de Iaido. Este arte japonés de desenvainar la katana ha sorprendido tanto a los más pequeños como los adultos que se acumulaban alrededor de los protagonistas, quienes se movían al mismo ritmo como si de un baile de tratara. La presidenta de la Asociación Cultural Aragón-Japón, Kumiko Fujimura, ha sido la encargada de tocar los instrumentos para marcar los pasos de este deporte.

La jornada que trae a Zaragoza una pequeña parte de Japón se ha completado con un baile Butoh, típico del país y un concierto de tambores japoneses. Además, más avanzada la mañana tendrá lugar un gran pícnic bajo el manto rosa de los árboles de flor de cerezo para dar la bienvenida a la primavera, tal y como lo celebran en Japón, rodeados de familiares y amigos.

Fujimura se ha mostrado feliz por la “gran acogida” que ha tenido la fiesta y ha expresado su satisfacción de que “cada año más gente conoce la fiesta tradicional de la primavera japonesa”. Ha aprovechado para anunciar que poco a poco irán plantando más árboles en el Jardín para que todas las estaciones contengan al menos un tipo de árbol o planta de su país. La última incorporación han sido tres árboles liquidambar, una especie autóctona de América, muy similar estéticamente al arce japonés, elegida precisamente por esto y “porque aguanta bien el clima de Zaragoza”, asegura Fujimura. En otoño, estos árboles florecerán inundando de un color rojo este pequeño rincón del Parque Grande.