Autismo en Aragón: «Aún queda mucho por hacer para visibilizar este trastorno»

La asociación aragonesa de TEA ha preparado este sábado una jornada inclusiva con motivo del día mundial, celebrado el 2 de abril

«Esta es una jornada abierta a todo el mundo», asegura Paula Aguirre, terapeuta ocupacional de la entidad

Las risas de, al menos, una veintena de niños han llenado de alegría la mañana de este sábado en el parque Roberto Camardiel del Actur. Tres mesas y varios juegos infantiles llenan el espacio central del jardín, que poco a poco se ha ido llenando de familias de distintas zonas de Zaragoza. A las 11.00 horas, todo estaba listo para comenzar una jornada de diversión preparada por la asociación de Autismo Aragón, con motivo del Día Mundial celebrado el pasado martes (2 de abril).

En una de ellas, resguardada a la sombra de una enredadera ya florecida, Jimena Sánchez participa en uno de los talleres que se han preparado para la ocasión. Con las manos, decora un dibujo de un infinito al que no duda en ponerle muchos recortes de colores. «Me gusta mucho pintar», asegura la pequeña zaragozana de 12 años. Mientras sigue con su faena, junto a ella, su madre afirma que «a día de hoy, aún queda mucho por hacer para visibilizar este trastorno».

La mujer explica que, a nivel escolar, todo está muy adaptado para que la educación de niños como Jimena sea igual que la del resto de alumnos en los colegios. Algo que no ocurre en el plano social. Los niños con autismo tienen problemas a la hora de relacionarse con otros pequeños en el patio del colegio, las aulas o en los parques. Un hecho que, muchos maestros, «no tienen todavía en cuenta», explica la madre de Jimena.

El mercadillo de Puntadas Azules durante la jornada de este sábado en el parque Roberto Camardiel del Actur.

El mercadillo de Puntadas Azules durante la jornada de este sábado en el parque Roberto Camardiel del Actur. / JAIME GALINDO

«Tienen gustos diferentes»

La pequeña deja a medias el dibujo que estaba decorando y cuenta que ella, con las demás niñas de su colegio, se divierte «hablando de las clases, de lo que aprendemos». Dice que, con ellas, «no hablamos de series ni películas» y eso es porque, segun apunta su madre, «tienen gustos diferentes». Mientras Jimena sigue siendo «muy inocente con una mentalidad mucho más infantil, sus amigas ya comienzan a maquillarse y a pensar en otras cosas», explica la mujer.

El trastorno del espectro autista (TEA) tiene origen neurobiológico, afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en dos áreas principalmente: la comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta. En la actualidad, no está determinada la causa que explique la aparición del TEA, pero sí la fuerte implicación genética en su origen.

Las familias jugando a uno de los juegos preparados para la ocasión.

Las familias jugando a uno de los juegos preparados para la ocasión. / JAIME GALINDO

A pesar de los avances conseguidos, no existen las condiciones necesarias para superar las barreras (principalmente cognitivas y sociales) que las personas con TEA encuentran en sus vidas cotidianas. Esto hace que sea imprescindible que se establezcan medidas que contribuyan a la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo, para que puedan llevar una vida plena y gratificante como parte integrante de la sociedad.

Es por eso que iniciativas como las de este sábado en el parque Roberto Camardiel «ayudan a que los niños y niñas con autismo aprendan a comunicarse y realicen actividades que solos no pueden hacer», explica una de las terapeutas ocupacionales de la asociación, Paula Aguirre.

En un parchís gigante, que se encuentra justo en el centro del resto de juegos desplegados en la zona, la trabajadora se divierte con tres pequeños. No todos tienen autismo. «Esta es una jornada abierta a todo el mundo», asegura Aguirre, quien procede a mover su ficha. Muchos de los que se han acercado al parque esta mañana «también son hermanos, amigos y familiares», explica la mujer, e insiste en que «eso es lo que buscamos hoy».

Autismo Aragón es una asociación que actualmente cuenta con más de 300 familias asociadas que luchan por la inclusión y por el apoyo mutuo. Las personas con TEA, especialmente aquellas con más necesidades de apoyo, necesitan acceder a servicios individualizados, específicos y especializados que deben ir adaptándose en función de la etapa de desarrollo en la que se encuentren, además de las experiencias que hayan ido adquiriendo a lo largo de la vida.

Otra de las actividades desplegadas este sábado en el parque del Actur.

Otra de las actividades desplegadas este sábado en el parque del Actur. / JAIME GALINDO

En otra de las mesas, preparadas para la ocasión, se pueden comprar pañuelos, llaveros y muchos productos artesanales que preparan, una vez a la semana desde Puntadas Azules. Son un grupo de madres de niños con autismo que forman parte de la asociación aragonesa. La madre de Jimena, junto a otra mujer, se encuentra al frente del mercadillo y, ambas, aseguran que «esta iniciativa nos ayuda mucho, nos entretenemos cosiendo y hablamos sobre nuestras vidas». Todo lo que recaudan va directo a la agrupación de la que forman parte.

La alegría se puede palpar desde todos los rincones de la zona. Otro niño con autismo, Alberto, posa junto a los cabezudos que han paseado por el parque levantando las risas y la admiración de los presentes. Fabiola, una pequeña de siete años, posa sonriente frente a la fuente mientras le enseña a su madre el llavero en forma de corazón que ha hecho en uno de los talleres. Un grupo de niños, muy animados, agarran el micrófono y no dudan en saludar a todos los que se han acercado a celebrar el Día Mundial de Concienciación Sobre el Autismo.