Los dos principales dueños de las centrales nucleares en España bajarán la carga de cuatro de los siete reactores. El tiempo estimado de parada de estas infraestructuras ronda los 10 días
Almaraz I y Cofrentes se pararán a partir de la tarde de este viernes. La central de Ascó, con dos reactores, bajarán su potencia al mínimo que permite la seguridad nuclear. Iberdrola y Endesa, los dos principales dueños de estas centrales, han comunicado a los trabajadores de estas centrales la bajada de carga de unas plantas que están en pleno debate estos días.
Desde el sector explican que el aumento de la generación renovable deja ‘sin sitio’ a la potencia nuclear en el mercado, pero también se habla de ‘una parada programada’ en plena negociación con el Gobierno por el aumento de las tasas de los residuos nucleares.
Desde las empresas explican que es una situación habitual del mercado. Fuentes de Iberdrola informan que estos días se está produciendo una gran penetración renovable que ofrece precios bajos en el mercado. La unidad 1 de la central de Almaraz y Cofrentes, cuyo máximo accionista es Iberdrola y Endesa es minoritario, se han ofertado y no han sido casadas por el OMIE ni llamadas a funcionar por el Operador del Sistema.
Un escenario que es el principal motivo por el que se va a proceder con plena seguridad a la maniobra de parada y bajada de potencia de las centrales. Esta parada, según aseguran desde las empresas, se ha notificado en tiempo y forma a las entidades competentes, así como al entorno local.
La orden para Ascó, cuyo accionista mayoritario es Endesa e Iberdrola juega en este caso el papel de minoritario, ha incluido su ofertas en el mercado de este sábado dentro del mínimo establecido permitido.
Desde el sector apunta que es Red Eléctrica la encargada de decidir qué centrales funcionan y cuáles no. Las empresas defienden a este medio que no hay ninguna demostración ni campaña por el tema de los impuestos. Esto es el mercado. En este sentido, con estos bajos precios del mercado mayorista, sus centrales necesitan cubrir al menos sus costes variables de funcionamiento. Pero, según insisten, REE lo considera adecuado porque las centrales funcionan.
El precio para este sábado en el mercado mayorista se sitúa en 0,59 euros por megavatio hora, el sexto precio más bajo de la historia del mercado mayorista. Esto hace que a las centrales, con elevados costes fijos, no les salgan las cuentas para ser competitivos en el mercado. Eso sí, su parada y arranque necesita del «entorno de 10 días», como explican desde el sector.
Iberdrola y Endesa negocian con el Gobierno
Las condiciones de mercado coinciden con un momento clave entre las negociaciones entre el Gobierno y el Ministerio de Transición Ecológica. El equipo de Ribera opta ahora por valorar con las compañías eléctricas con el objetivo de abordar el sobrecoste del Plan de Residuos Nucleares en España.
Las empresas trasladaron su preocupación y varias advertencias por el incremento del 40% en la denominada tasa Enresa, el impuesto que pagan los dueños de las nucleares para gestionar los residuos de estas centrales.
Esta subida de impuestos ponía en riesgo, según las empresas, la viabilidad de las centrales. Una queja que ha recogido el Ministerio para la Transición Ecológica e inicia un nuevo proceso de consulta pública previa. Su objetivo ahora es recabar opiniones y propuestas sobre esta tasa. Todavía no se conoce cuál será la propuesta final.
2.000 millones más
La estrategia de equipo de Teresa Ribera, de momento, contempla la aplicación de un aumento del 39,5% en la tasa Enresa. Esta medida tenía como objetivo cubrir los sobrecostes de 2.000 millones de euros asociados al nuevo plan gubernamental de residuos nucleares (PGRR).
La primera propuesta del Ejecutivo proponía elevar a 11,14 euros/MWh la llamada ‘tasa Enresa’. Esta cuantía supondría un 40% más que la fijada en la actualidad, y que se sitúa en 7,98 euros/MWh. La entrada en vigor de estas nueva tarifa sería a partir del 1 de julio de 2024.
El Foro de la Industria Nuclear Española, que lidera Endesa e Iberdrola, presentó un recurso contencioso administrativo contra el VII Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) y otro contra el abandono del Almacén Temporal Centralizado (ATC).
Foro Nuclear ya trasladó en su comunicado del 8 de enero que el nuevo PGRR suponía un coste muy superior al previsto inicialmente debido a nuevas soluciones adoptadas y falta de consenso entre las diferentes instituciones involucradas.
«En ningún caso, explicaba, estos extra-costes deberían imputarse a las centrales nucleares españolas, que aportan anualmente al Fondo Endesa del orden de 450 millones de euros«, denunciaba el Foro.
