La luz y los carburantes elevan la inflación al 3,5% en septiembre mientras que los alimentos suben otro 10,5%

Los precios suman tres meses al alza y experimentan la subida más intensa desde junio de 2022. Los alimentos se resisten a moderarse, acumulan 18 meses por encima del 10% y un encarecimiento del 26% desde 2021

La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general mantiene su tendencia al alza en septiembre. El encarecimiento de la luz y los carburantes ha sido el principal impulsor de la inflación el mes pasado, provocando que haya aumentado un 0,2% en relación al mes de agosto, pero haya despegado nueve décimas su tasa interanual, hasta el 3,5% frente al 2,6% registrado en agosto, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de la mayor subida desde junio de 2022, cuando la inflación se elevó 1,5 puntos hasta el 10,2%. Por su parte, el precio de los alimentos se resiste a moderarse y acumula otra subida anual del 10,5%, la misma que en agosto, encadenando un año y medio (18 meses) por encima del 10%. En cuanto a la tasa anual de la inflación subyacente -la que no tiene en cuenta los precios de la energía y los alimentos- apenas disminuyó tres décimas, hasta el (5,8%), 2,3 puntos por encima del IPC general, aunque es la menor desde junio de 2022.

Confirma así el Instituto Nacional de Estadística (INE) el dato adelantado hace dos semanas, con el que suma tres meses consecutivos de ascensos, después de que en julio y agosto subiera cuatro y tres décimas. De esta manera, el IPC vuelve a superar el 3% tras tres meses por debajo de esta cota y se sitúa en su nivel más elevado desde el pasado mes de abril, cuando alcanzó el 4,1%. Además, se aleja así de la tendencia a la baja que había seguido el último año, lo que había conseguido rebajar la tasa anual de inflación desde el 10,8% anual que alcanzó en julio de 2022.

Con estos datos, el Ministerio de Asuntos Económicos se ha limitado a admitir que el incremento de la inflación general en septiembre se debe al efecto base de los precios de la electricidad y los carburantes -que subieron frente a la bajada que registraron en septiembre de 2022-, para destacar que «España lleva más de un año entre los países con menor inflación y mayor crecimiento de toda la zona euro». «En un contexto inflacionario en toda Europa, España se consolida como uno de los países de la zona euro con una menor inflación tras bajarla casi 5,5 puntos en el último año», ha remarcado el departamento que dirige, en funciones, Nadia Calviño.

Frente al encarecimiento de la electricidad y de los carburantes, Estadística destaca que los precios de los paquetes turísticos bajaron en septiembre más que en el mismo mes de 2022, al tiempo que los precios del vestido y el calzado subieron menos que un año antes con la entrada de la nueva temporada otoño-invierno.

El aceite cuesta un 137% más que en 2021

Por su parte, la inflación de los alimentos no logra bajar del 10% desde marzo de 2022 y en septiembre ni siquiera dio un respiro, al encarecerse otro 10,5%, lo que repercute en la cesta de la compra. En tasa interanual (septiembre de 2023 sobre el mismo mes de 2022), los alimentos que más han subido de precio son el aceite de oliva (+67%, la mayor subida en 21 años); el azúcar (+40,5%); las patatas (+20,5%); el arroz (+18,5%) y los productos de confitería (+18,2%). El aceite de oliva se ha encarecido un 10,1% en septiembre de este año respecto al mes de agosto y su precio se ha multiplicado por más de dos desde marzo de 2021, con un alza del 136,6%.

Junto a los anteriores, otros muchos alimentos registran subidas interanuales de dos dígitos en sus precios, como los zumos de frutas y vegetales (+16,5%); confituras y mermeladas (+15,5%), carne de porcino (+14,4%); cereales de desayuno (+14,1%); otras carnes (+13,5%); leche entera (+13%); legumbres y hortalizas frescas (+11,7%); huevos (11,5%); leche desnatada (+11,3%) y pescado y marisco seco y mantequilla, ambos con alzas del 11,1%.

También del lado de los ascensos, según Estadística, el grupo de transporte elevó más de 2,5 puntos su tasa interanual en septiembre, hasta el 3,8%, por el encarecimiento de los carburantes para vehículos personales, en tanto que el grupo de vivienda incrementó su tasa casi cinco puntos, hasta el -13,1%, por el encarecimiento de la electricidad.

Los alimentos se encarecen un 26% desde 2021

No obstante, si comparamos los precios actuales con los registrados en 2021, la alimentación básica se ha encarecido un 26% y el transporte, un 15,2%, un encarecimiento acumulado que resulta insostenible para las familias españolas, denuncia USO. Son los dos gastos esenciales en un hogar y son los que están por encima de la inflación media de los últimos dos años (13,3%). El otro que lo supera, por efecto directo de ambos, es el de la hostelería, que se ha encarecido un 15,5%, ahogando a microempresarios y autónomos. «Todo esto, mientras los salarios por convenio suben un 3,41%. Sí, casi igual que el IPC actual, pero muy por debajo de la subida que realmente se lleva el salario: la de los alimentos, la vivienda y el transporte», analiza Joaquín Pérez, secretario general de USO. Por ello, el sindicato reclama al próximo Gobierno que suba de nuevo el SMI y actúe sobre lo que considera «especulación en los precios de la alimentación». UGT se ha pronunciado en la misma línea, pidiendo que se limite el «incremento desproporcionado» de los márgenes empresariales para garantizar precios justos y que se refuerce el crecimiento salarial. Y CC OO también ha pedido al Gobierno que intervenga ante el «muy preocupante» precio de los alimentos.

El sector de la distribución ha desmentido esta acusación de forma reiterada argumentado que la subida de precios se debe a un incremento de los costes y que los establecimientos han absorbido una parte de ese encarecimiento de la cadena de valor agroalimentaria. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) corroboró a finales de septiembre que una docena de supermercados evitaron repercutir por completo la inflación a sus clientes e incrementaron de media sus precios por debajo del IPC de los alimentos. Y recientemente es la Asociación Nacional de Grandes Empresas de la Distribución (Anged) quien revela en su informe anual que sus empresas asociadas, entre ellas El Corte Inglés, Ikea o Carrefour, amortiguaron 6,8 puntos del encarecimiento de los precios en 2022.

En términos mensuales -datos de septiembre sobre agosto, el IPC registró un aumento del 0,2%, tres décimas menos de lo que subió el mes anterior. Con este repunte, la inflación acumula ya cuatro meses consecutivos de alzas mensuales. El incremento mensual del IPC en septiembre fue consecuencia, entre otros factores, del encarecimiento de los carburantes, de la electricidad y de los alimentos, que repuntaron un 0,5% por el encarecimiento de aceites y grasas y legumbres y hortalizas. Lo que más subió de precio en el mes de septiembre respecto al mes anterior fue el aceite de oliva (+10,1%) y los combustibles líquidos (+7,1%), mientras que lo que más se abarató fueron los paquetes turísticos (-22,1%).

La evolución de la inflación durante octubre y noviembre, datos pendientes de conocer con los que se calculará el Índice de Precios de Consumo (IPC) medio anual (entre noviembre de 2023 y diciembre de 2022) al que está ligada la revalorización de las pensiones, puede volver a virar, ya que el precio del diésel ha registrado su primer descenso en 14 semanas, mientras que la gasolina acumula ya dos semanas a la baja, lo que podría aliviar la inflación. Hasta ahora el IPC medio anual se sitúa en el 3,85%, por lo que el Gobierno ha calculado que podría cerrar en una horquilla de entre el 3,5%, el 4% y el 4,5%.