Marlaska reduce a «un muy reducido grupo de guardias civiles» el caso cuarteles sin mencionar al «Tito Berni» en la toma de posesión de Mercedes González
Expectación en la toma de posesión de la nueva directora general de la Guardia Civil. La que fuera delegada del Gobierno de Madrid, Mercedes González tomó hoy martes el relevo de María Gámez quien dimitió el pasado 22 de marzo después de que su marido fuera citado en una causa penal en una pieza del «caso ERE» y en medio de la polémica por el «caso Cuarteles».
Su dimisión estaba envuelta en numerosas incógnitas donde, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska le dedicó grandes elogios asegurando que, aunque su marcha era «injusta pero necesaria» ella era la mejor directora en los 178 años de historia del Instituto Armado.
La ministra de Defensa, Margarita Robles en esta ocasión sí asistió a la toma de posesión algo que no ocurrió con la de María Gámez que, pese a estar entonces anunciada su presencia entonces y que delegó en el ya exJefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya. Sin embargo, tanto Robles como Grande-Marlaska han presidido hoy el acto, como suele ser habitual en estos casos.
Durante su discurso, la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, garantizó que será «inflexible» contra quienes se aprovechen desde dentro del Cuerpo y manchen su imagen, y ha avanzado que, aunque los mecanismos internos de control funcionan, los mejorará. «Nada ni nadie, ninguna estrategia política y ningún abuso particular puede manchar la inmensa limpieza de la Guardia Civil», ha recalcado González en alusión a los «casos cuartel», «Mediador» y «Grapa» que salpican al Cuerpo. Casos a los que se ha referido también Grande-Marlaska, quien ha calificado de «irresponsable comportamiento ético de un muy reducido grupo de guardias civiles que dañan el Cuerpo», a la vez que ha advertido que esas «reprobables» acciones no quedarán sin sanción. Y es que, el titular de Interior se mantuvo en lo que ha defendido en los últimos días desvinculando el «caso cuarteles» de la Institución, e incluso de la trama del «Tito Berni».
La nueva directora reivindicó la «honradez y honestidad» de su predecesora en el cargo, María Gámez, por encima de «cualquier ataque o descrédito», y cuya línea de trabajo se ha comprometido a continuar. Destacó que «su estilo de dirección y mando transformó la Guardia Civil en una institución moderna y avanzada», ha reconocido también Marlaska sobre Gámez, que no ha estado presente en el acto.
Grande-Marlaska destacó que la Guardia Civil es la primera que evitará deslealtades con el fin de que no se ensucien el catálogo de virtudes, principios y valores que vienen recogidas en la Cartilla del Instituto Armado. «El acatamiento de estas normas es imprescindible» para que la Benemérita siga siendo reconocida y respetada. Además, subrayó que es el propio Cuerpo el interesado en «corregir las conductas que lesionen el crédito en el Cuerpo».
Asimismo, pidió a las asociaciones de guardias civiles que colaboren con la nueva directora general con el ánimo de conseguir que la Guardia Civil sea un «proyecto de futuro sin marcha atrás» porque el Instituto Armado «no dará un paso atrás» en la misión de proteger a la sociedad.
