Educación lanza su nueva Selectividad: desaparece el análisis sintáctico y las fórmulas matemáticas aparecen como una ‘chuleta’ en el examen

Se trata de una prueba piloto que se aplicará, si el ministerio comprueba que funciona, en 2024.

Educación da marcha atrás y elimina la polémica prueba de madurez de la nueva Selectividad

El Ministerio de Educación ha lanzado este martes sus pruebas piloto de Selectividad para el curso 2024. Lo ha hecho con grupos de alumnos de 1º de Bachillerato de cincuenta centros en los que han participado todas las comunidades con excepción de las gobernadas por el PP, además de País Vasco y Aragón.

El departamento dirigido por Pilar Alegría pretende, como ya anunció el verano pasado, darle un nuevo enfoque a la prueba de Selectividad: que sea competencial. Pero esta ‘revolución’ que iba a entrar en vigor en 2024 se ha convertido ahora en una prueba ‘piloto’ puesta en marcha por el Gobierno, pero que no está claro siquiera que sea definitiva; es decir, no es seguro que lo que ha llegado hoy a las aulas se convierta en prueba definitiva el año que viene.

¿Por qué? Según fuentes de Educación, lo que se quiere hacer es «evaluar al propio ministerio» y comprobar si, con el examen piloto, el nuevo enfoque competencial va teniendo el calado esperado en los chavales. Las pruebas incluyen, así, ‘partes’ competenciales que se combinan con la Selectividad tal y como se conoce hasta ahora. El resultado ha sido una mezcla que no termina de convencer del todo. Se alaba la inclusión de obras de arte o viñetas en la prueba de Filosofía o de imágenes en Lengua y Literatura, pero se pone en duda cómo se podrán evaluar ejercicios con preguntas tan subjetivas como: «¿De qué modo podemos interpretar la imagen? ¿Qué trata de transmitir?»…A esto se suma que desaparece el análisis sintáctico, la presencia de los textos literarios se reduce o se aportan, como si de una ‘chuleta’ se tratara, las fórmulas matemáticas en el propio examen.

Filosofía

En el caso de Filosofía, la prueba que hasta ahora conocíamos era muy cerrada, con tres preguntas de desarrollo amplio y en línea con lo que se estudia en la materia. «Ahora se mantiene el texto, pero donde se planteaba una sola pregunta que valía 2,5 puntos, ahora se sustituye por cuatro preguntas que en total suman 5 puntos, la mitad de la prueba. Es un examen interesante, pero con la cantidad de tiempo que tenemos para explicar la ley nueva para Filosofía (tres horas semanales) se nos queda grande», señala Guzmán Pérez Montiel, profesor de Filosofía de 1º y 2º de Bachillerato.

En cuando a la inclusión de imágenes (una obra de arte y una viñeta), «la veo interesante como ejercicio filosófico, pero no sé cómo se corregirá, porque hay una subjetividad grande, son preguntas de disertación personal; para la clase está bien, pero para un examen donde el alumno se juega una calificación seria me genera dudas…», apunta el docente, que aclara que la comparación la hace con la prueba de la comunidad en la que imparte clase, Madrid

Parte del nuevo examen de Filosofía ABC

Lengua y literatura

El examen resta menos nota que el de antes si se cometen faltas de ortografía, al menos respecto al de Madrid. «No me parece bien la valoración que se da a las faltas de ortografía, vamos siempre a la baja; en el nuevo proyecto se restan 0,25 puntos por cada falta hasta un máximo de dos, mientras que en la prueba actual se resta 0,5 desde la segunda falta hasta un máximo de tres puntos (al menos en la prueba de Madrid para el curso 22/23). ¿Cómo le vas a decir a los alumnos que se esfuercen si apenas se les resta puntos?», plantea Teresa García Arias, profesora de Lengua y Literatura de 2º de Bachillerato con más de 25 años de experiencia en la docencia. A esta docente le preocupan las faltas porque los alumnos que hacen la EBAU «escriben el verbo haber sin ‘h’ o lo confunden con el verbo ‘ver’ y ponen: ‘vamos ‘ha’ ‘ber’ una película’», ejemplifica.

Respecto con la prueba tal y como la conocíamos, ofrecía un documento por cada opción; ahora hay tres. «El primero es una columna, que está bien, es divulgativo; el documento dos es una copla y el tres una imagen. En ese sentido, es más completo y se trabaja la parte lírica y la parte más visual de la comunicación».

En cuanto a las preguntas, en el caso de la columna, «son parecidas a las de ahora, pero en este examen desaparece el análisis sintáctico. Este da estructura al pensamiento a nivel práctico y por eso no debería eliminarse». Además, esta profesora también echa de menos el comentario de texto, es decir, «donde el alumno mostraba saber de qué recursos estilísticos se sirve la autora para transmitir su mensaje».

Respecto al documento sobre lírica, la profesora valora que «es también fácil; con que te sepas el esquema métrico del autor, que ya se menciona en el examen, no hay dificultad», apunta la docente, que dice que este ejercicio «no aporta nada porque no se trabaja el sentido íntimo del poeta». El último documento es una imagen: «Da bastantes pautas en las preguntas como para poder responder», dice García Arias, aunque considera que es interesante que a partir de ahora se preste más atención a la publicidad subliminal o a cómo las grafías influyen en el nivel de comunicación.

Sí aprueba con nota el último examen. «Lo veo complejo aunque se den pautas». Se refiere a la elaboración por parte del alumno de un texto expositivo-argumentativo, para el que hay que usar un mínimo de 300 palabras sobre dos temas propuestos por el examinador.

Por último, la docente reclama, además, más literatura. «Solo aparece el análisis métrico y temático, pero en la EvAU en Madrid hay dos preguntas: una sobre Historia de la Literatura y otra sobre un libro que se haya leído».

Problemas para los alumnos con dislexia

Este tipo de examen, tan extenso y con tantas preguntas, no sé como lo harán los alumnos con TDAH o con dislexia, porque hay muchos textos muy diferentes y eso para un chico hiperactivo le va a costar trabajo.

Infografía del examen de Lengua y Literatura ABC

Matemáticas

El examen «está encaminado para alumnos tecnológicos que para los que optan por la parte sanitaria, es decir, que han visto Dibujo Técnico y que de todas formas les costaría el cambio porque es grande», apunta una profesora de Matemáticas. Además, «no hace falta aprenderse las fórmulas, las dan por primera vez», advierte Jesús Santos, profesor de Matemáticas de 2º Bachillerato.

«La novedad es que se incluyen tanto fórmulas como definiciones. Son ejercicios clásicos disfrazados de competenciales, nada distinto de lo que ya se pregunta ni de lo que existe en los libros de texto. En el caso, por ejemplo, de la pregunta de la estrella mudéjar es absurda para un estudiante que jamás, ni en Secundaria ni en Bachillerato, ha recibido información sobre el arte mudéjar. Ni siquiera define lo que es la estrella superior, sobre lo que después preguntan», critica Carlos de Carlos, responsable de la organización de las pruebas de acceso desde 2009 a 2021.

Fórmulas matemáticas que aparecen en el examen de esta materia ABC

En junio se sabrá si esta prueba es la definitiva

Aparte de la prueba, el ministerio recabará entrevistas de los alumnos y docentes que participaron en el piloto y con todo ello harán un informe para decidir si la prueba finalmente se aplica. Además, habrá otro informe paralelo centrado en la corrección, que no será puntuada. «Lo que queremos saber es si la evaluación es similar en todas las comunidades; buscamos una prueba homogénea y una corrección equiparable», dice Educación que aclara que no habrá prueba única. Con toda la información recabada, «en junio daremos a conocer como va a ser definitivamente la prueba en 2024«.

En febrero pasado, Pilar Alegría ya daba marcha atrás con la polémica prueba de madurez. Dos meses antes, en diciembre, también detuvieron la aplicación de la nueva prueba hasta el curso 27-28, es decir, la retrasaron un curso académico, ya que estaba prevista su puesta en marcha de forma definitiva para el 26-27. Para esta nueva EBAU se planteaba un periodo de transición que empezaba el próximo curso; seguía el 2024/2025 y el 2025/2026 hasta llegar a su implantación final en el 2027-28.

Ya en la exposición de motivos del decreto para le prueba del 2023-2024 se aclaraba que habría un «proceso temporal intermedio hasta estar en condiciones de llegar a un modelo definitivo en el cual el enfoque competencial de la prueba sea completo».