Moreno apuesta por ser la antítesis de Pedro Sánchez para revalidar en mayo el éxito del 19J

Juanma Moreno no se presenta a las elecciones del próximo mes de mayo. No encabeza ninguna lista electoral y su rostro no va a estar en ningún cartel. Pero el presidente de la Junta de Andalucía y líder del PP andaluz es consciente de que las elecciones del próximo mes de mayo son un examen del que puede salir definitivamente reforzado e investido como el gran barón de su partido y del centroderecha en España -por encima, incluso, de Isabel Díaz Ayuso- o, por el contrario, enfrentarse a la dura realidad de que la mayoría absoluta que logró hace apenas seis meses fue apenas un espejismo.

Para Moreno, los comicios municipales van a ser la gran prueba de fuego, una especie de reválida para testar si la absolutísima de la que goza tiene cimientos sólidos y su baraka se extiende más allá de los altos muros del Palacio de San Telmo.

Ni una sola vez hizo mención el presidente de la Junta a esta cita electoral en el discurso con el despidió el año 2022 -lo contrario habría sido sorprendente y hasta fuera de lugar- pero en su mensaje a los andaluces ya dejó claro cuál es su baza. Moreno quiere ser el gran antagonista de Pedro Sánchez y su gestión y su gobierno, la antítesis de todo lo que sale del palacio de La Moncloa.

No solo eso, sino que, además, la idea es que sirva de ariete de su partido, del PP, para abrirle paso a Alberto Núñez Feijóo de cara a las elecciones generales que vendrán no mucho después de las municipales, a finales de año probablemente, o, como muy tarde principios del siguiente.

Contraponer lo que hace el ejecutivo autonómico que él preside con las medidas del Gobierno central, los resultados y, sobre todo, la estabilidad que le da su mayoría absoluta frente a la pelea continua que protagonizan el PSOE y Unidas Podemos, los dos socios que dan vida a un gobierno que va de polémica en polémica.

No fueron casuales las continuas referencias en el discurso de Nochevieja a los éxitos que se anota el PP andaluz, con un lugar central para el liderazgo en el número de autónomos, uno de los mayores orgullos del presidente de la Junta, o las buenas cifras en exportaciones de las pymes andaluzas.

Líderes fue una de las palabras más repetidas en el discurso. No sólo en lo económico -en turismo, por ejemplo-, sino asimismo a la hora de destacar el papel que juega Andalucía en el debate político nacional.

Frente a todo eso, la estrategia del PP -y se puede ver en el discurso de Moreno- es poner el foco en la incertidumbre que genera Sánchez y subrayar lo que consideran ataques u obstáculos al desarrollo de Andalucía. De ahí la exigencia de que se respeta la «autonomía» de la comunidad en plena confrontación fiscal.

Sánchez y el PSOE, viene a decir el PP, son un freno, un lastre en el camino hacia la tierra prometida de crecimiento y liderazgo.

El antagonismo con Pedro Sánchez es la apuesta de Juanma Moreno en un año crucial, lo mismo que la identificación absoluta con el presidente del Gobierno lo es de Juan Espadas.

Si el líder de los populares andaluces se enfrenta a su reválida en mayo, el del PSOE andaluz se juega su propia supervivencia política después de los desastrosos resultados de las autonómicas.

Pero Espadas, al que no pocos cuestionan ya desde dentro, no ve en Sánchez lastre alguno, sino todo lo contrario y mientras entre los alcaldes y candidatos de su partido se extiende el temor al efecto que en mayo puedan tener la política de pactos y cesiones a los independentistas, el secretario general del PSOE andaluz no deja pasar la oportunidad de proclamar su lealtad al líder nacional.

Lo ha hecho, por última vez, en una entrevista que ha concedido a la agencia Europa Press, en la que no solamente se desmarca de las críticas de dirigentes socialistas tan destacados como Javier Lambán o Emiliano García Page, sino que reivindica su «derecho» a manifestar su adhesión inquebrantable a Pedro Sánchez y a sus postulados, por polémicos que sean.

La debacle de las autonómicas de junio no fue, según sus propias palabras, una sorpresa. Lo importante, asegura, es comprobar la capacidad de recuperación en la próxima cita con las urnas, que dibujará el futuro inmediato de Espadas y también de Moreno.