Quebrar la economía y vaciar las despensas: el plan de Putin para marchitar a Ucrania

Vera Babenko estaba sentada en su jardín a las afueras de Járkov, frente a su granja, cuando una bomba explotó. La mujer de 66 años tuvo suerte de no estar en el lugar preciso del impacto, y eso fue lo que le salvó la vida. Sin embargo, sus plantaciones se dañaron gravemente en el ataque. Esta historia se repite en muchas granjas de Ucrania, sobre todo en las zonas en las que los bombardeos no han dado tregua desde el 24 de febrero. Algunas ofensivas se han entendido como un daño colateral por la guerra en el territorio. Otras, sin embargo, forman parte de una estrategia de Rusia por desgastar a Ucrania.

Ante la llegada del invierno, las fuerzas rusas han atacado una parte de la infraestructura eléctrica del país y el presidente Volodímir Zelenski calcula que cerca de 10 millones de personas se han quedado sin electricidad. Pero el país antes conocido como el «granero de Europa» lleva viviendo desde el verano una ofensiva contra todo tipo de infraestructura agrícola. Ucrania es uno de los exportadores de trigo más importantes del mundo y una fuente clave de ingresos que representan cerca de un 20% del PIB del país, según la ONU.

El estallido de la guerra y los ataques tanto intencionados como accidentales han tenido ya un efecto en esa economía. «El año pasado, antes de la invasión rusa, los agricultores de Ucrania plantaron 6,7 millones de hectáreas de trigo. Este año han plantado 4,1 millones de hectáreas, que podrían producir 20-22 millones de toneladas de trigo. La producción promedio de trigo de cinco años de Ucrania antes de la guerra es de 28 millones de toneladas», explica Mike Lee, director de la consultora Green Square Agro y especializado en exportaciones agrícolas de Ucrania y Rusia, a El Confidencial.

En un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), la directora del Programa de Seguridad Alimentaria Global, Caitlin Welsh, afirmó que las fuerzas rusas han robado grano ucraniano para socavar la capacidad agrícola de Ucrania. En verano, las cifras se elevaron a las 500.000 toneladas de trigo robado, por un valor de 100 millones de dólares. «Aunque algunos ataques a la agricultura de Ucrania son víctimas no planificadas de la guerra, estos ataques y otros similares ilustran que, en violación directa de la Convención de Ginebra, Rusia está utilizando los alimentos como arma de guerra», sostiene Welsh.

El pacto de la esperanza

Además de perjudicar a la economía ucraniana, Zelenski afirmó en una comparecencia que el Kremlin quiere provocar «deliberadamente» una crisis alimentaria para aumentar la inestabilidad como consecuencia de la guerra de Ucrania. Antes de la invasión, el país era uno de los principales exportadores de trigo, maíz y cebada, y se calcula que cerca de 400 millones de personas dependen de estas exportaciones para garantizar la seguridad alimentaria. A pesar de los ataques, la renovación del acuerdo sobre el transporte de productos agrícolas a través del Mar Negro por 120 días es un respiro para el sector agrícola.

El pacto, que Rusia dio por suspendido por un presunto ataque de Ucrania en el puerto de Sebastopol y que iba a acabar este sábado, se alargará tres meses más y, durante este tiempo, se garantiza la circulación de cargueros en el Mar Negro a cambio de que Rusia pueda inspeccionarlos. A pesar de que la renovación del acuerdo ha sido aplaudida por Kiev, también ha precisado que las cantidades que se están exportando no son suficientes para compensar las pérdidas durante la guerra. «El reto es que las operaciones agrícolas están terminando. Todos los cultivos de invierno están plantados y la mayoría de los cultivos están cosechados o casi terminados, excepto el maíz, que está a mitad de camino. La agricultura se detiene hasta marzo, pero el suministro de semillas, fertilizantes, productos químicos y repuestos deberá continuar durante el invierno para preparar a los agricultores para la primavera», sostiene Mike Lee a este periódico.

El Ministerio de Política Agraria y Alimentación de Ucrania lleva un seguimiento lo más preciso posible de las consecuencias para el sector agrícola desde el inicio de la guerra y hasta mediados de septiembre. Las pérdidas directas han ascendido a 6 mil millones de dólares, mientras que las pérdidas totales (en las que se incluyen factores indirectos de esos ataques) ascienden a los 30 mil millones de dólares, según la Encuesta de pérdidas de la guerra en la agricultura de Ucrania difundida por el Ministerio.

Las pérdidas directas se traducen en ataques a maquinarias agrícolas que han sido total o parcialmente dañadas, a depósitos de grano destruidos y a las muertes de animales como abejas, cabras, cerdos y aves de corral. Además, más de 14.000 hectáreas de plantaciones perennes fueron destruidas. «Como resultado de la invasión a gran escala, se destruyeron o robaron 2,8 millones de toneladas de cereales y 1,2 millones de toneladas de semillas oleaginosas», afirma el informe. El Ministerio ha elaborado además un mapa con todos los ataques registrados en zonas agrícolas. Los últimos datos arrojan 213 ataques registrados en 25 regiones de Ucrania, la mayoría en parcelas de cultivo.

La situación agrícola es, junto con la electricidad, una de las mayores preocupaciones de los ucranianos que siguen en el país. Anastasia Rudenko es la editora de Rubrynka, un medio ucraniano que cubre las consecuencias de la guerra. Los reporteros que están sobre el terreno han publicado varios artículos sobre los daños en el sector agrícola, especialmente en zonas como el Donbás por la intensidad de los ataques. A pesar de no ser una experta en la materia, Rudenko forma parte del equipo que ha sido testigo de la realidad de los trabajadores agrícolas y las consecuencias de estos ataques. «Por ejemplo, en Visokopilska, en Jersón, los constantes bombardeos del ejército ruso han provocado que los agricultores no pudieran cosechar y perdieron la cosecha de cereales de este año», lamenta Anastasia Rudenko.

«Esto es solo un caso. Todos los días, directa o indirectamente, la agricultura está bajo fuego. Además, el bombardeo de la infraestructura energética también afecta el trabajo de las empresas agrícolas. Por ejemplo, el 22 de octubre, como resultado de un ataque con cohetes por parte de los ocupantes en las instalaciones de una infraestructura energética en Rivne, hubo un apagón parcial y un cierre forzoso de talleres clave de producción de fertilizantes minerales«, afirma a El Confidencial.

Los nuevos ‘héroes ucranianos’

Rubrynka ha contado historias como la de Vasyl, un hombre de 61 años residente en Mikolaiv, quien ha visto como se ha incendiado una gran parte de sus parcelas agrícolas. A pesar de los ataques cada vez más cercanos a su zona de trabajo, no ha dejado de arar la tierra. «Ha explotado una bomba a 800 metros de distancia (de una de sus parcelas). Me escondí detrás del tractor. Luego hubo la segunda explosión. Esperé a la tercera otros 10 minutos, luego fui a trabajar. Alguien tiene que hacerlo para conseguir comida. Cultivamos esta tierra. ¿Cómo podemos tirarla? La tierra aquí es estupenda», dijo.

En zonas como Mikolaiv, la guerra ha devastado una parte de los territorios y los ha incapacitado para el cultivo. Sin embargo, el problema persistirá hasta en el caso de un acuerdo de paz y de un fin de los bombardeos. El Ministro de Interior de Ucrania, Denys Monastyrskyi, afirmó a principios de verano que muchas de las zonas cercanas a los frentes han sido minadas y que volver a habilitarlas para el cultivo puede tardar hasta 10 años.

Por ahora, es difícil saber cuántas hectáreas del territorio ucraniano están minadas y cuántas de ellas son zonas agrícolas. Sean las que sean, el trabajo de desminado es una tarea lenta, en el que se desactivan las minas una a una. Además de encontrar al equipo suficiente para llevar a cabo el desminado (algunos países han ofrecido ya a sus equipos), los pocos detalles del plan apuntan a priorizar los caminos transitables y las líneas de bosque cercanos a ellos.

La situación es extrema en algunas zonas del país, pero la renovación del acuerdo del grano puede dar un poco de luz a uno de los sectores más afectados por la guerra. «Manteniendo abierto el corredor de cereales y continuando con las exportaciones por tierra, es probable que las exportaciones de cereales de Ucrania alcancen los niveles anteriores a la guerra«, sostiene Mike Lee. «Esto significará que habrá más grano disponible en el mercado, lo que significa que llegará más a donde se necesita, y cuanto más tiempo dure el acuerdo, más confianza tendrá el mercado en la nueva normalidad«, añade.

El Ministerio de Política Agraria de Ucrania informó que Ucrania envió casi 3 millones de toneladas de productos agrícolas en la primera quincena de noviembre. A pesar de que el pacto del grano puede desmoronarse después de prórroga de 120 días, las cifras pueden seguir siendo positivas. «Los agricultores y comerciantes de Ucrania tienen habilidades para solucionar problemas logísticos. Mientras la guerra no se intensifique por encima de la posición actual y los puertos se mantengan operativos, no debería haber demasiados problemas«, sostiene el especializado en exportaciones agrícolas de Ucrania y Rusia a este periódico.

Los bombardeos en los territorios agrícolas no han provocado, sin embargo, una crisis alimentaria rampante. Los pequeños agricultores han conseguido, a pesar de todo, asegurar la seguridad alimentaria en el país. «Es necesario rendir homenaje al hecho de que los agricultores ucranianos se lanzan audazmente a la campaña de siembra, a pesar de circunstancias objetivas tan difíciles. Lo vemos en todas partes. Con la misma confianza y lealtad que los combates militares, los agricultores salen a los campos con el mismo coraje y lealtad», subrayó el ministro de Política Agraria y Alimentación de Ucrania, Mykola Solsky. En algunos artículos hasta se les ha descrito como los «nuevos héroes ucranianos» por seguir cultivando los campos y, como Vasyl, el agricultor de Mikolaiv, mantener vivo el frente agrícola.

El trabajo de los agricultores y el acuerdo del grano han sido también la manera de visibilizar la importancia de Ucrania en el sector. Volodímir Zelenski hizo referencia a esta potencia y afirmó que durante mucho tiempo, el mundo no reconoció la importancia agrícola del país. «Pero Rusia siempre ha sabido que unos pocos pasos contra nuestro estado, unos pocos pasos en nuestra región, y todos los continentes sentirán las consecuencias», dijo.