Draghi asegura que se acerca una crisis alimentaria «de proporciones gigantescas»

«La crisis alimentaria que se avecina, y que ya está presente en algunos países africanos, tendrá proporciones gigantescas y terribles consecuencias humanitarias». Esta ha sido la dramática declaración que ha hecho el primer ministro, Mario Draghi, en una breve rueda de prensa en la tarde del jueves, para explicar el contenido de la conversación telefónica mantenida con el presidente de Rusia, Vladímir Putin. Fue una llamada, explicó Draghi, «para hablar de la evolución de la situación en Ucrania y los esfuerzos para encontrar una solución compartida a la actual crisis alimentaria y sus graves repercusiones en los países más pobres del mundo». «El propósito de mi llamada telefónica a Putin -añadió el primer ministro italiano- fue para pedirle si se podía hacer algo para desbloquear el grano atascado en Ucrania».

Según Draghi, una primera iniciativa podría ser empezar a explorar para llegar a una posible colaboración entre Rusia y Ucrania, con el objetivo de desbloquear los puertos en el Mar Negro, « donde se almacenan muchos millones de quintales de trigo». Putin respondió a Draghi que esos millones de trigo «no son suficientes para solucionar la crisis alimentaria porque las necesidades son mayores, pero sostengo -añadió- que es importante exportar el trigo atascado en los puertos antes de que se pudra».

Según refirió Draghi en su rueda de prensa, el presidente ruso se lamentó de las sanciones económicas, a las que culpó de la crisis alimentaria. «Si se levantaran las sanciones -dijo Putin a Draghi-, Rusia podría exportar cereales». El presidente ruso dijo también a Draghi que «los puertos en el Mar Negro están bloqueados porque han sido minados por los ucranianos». Teniendo en cuenta que el primer ministro italiano percibió una voluntad de Putin para el desbloqueo de puertos, el primer ministro italiano comentó que llamará al presidente Zelensky, «para ver si hay una voluntad similar de proceder en la dirección del desbloqueo».

Draghi se mostró pesimista sobre el curso de la guerra, con una frase contundente: «¿Si he visto indicios para la paz? La respuesta es no».