Ucrania apuntala su contraofensiva en Járkov y obliga a retroceder a las fuerzas rusas

Ucrania informó este martes que sus fuerzas recapturaron aldeas a las tropas rusas en el norte y noreste de Járkov, presionando una importante contraofensiva que podría señalar un cambio en el impulso del conflicto y poner en peligro el principal avance de Rusia.

Las tropas ucranianas retomaron en los últimos días los asentamientos de Cherkaski Tyshki, Ruski Tyshki, Borshchova y Slobozhanske, en una zona al norte de la ciudad, dijo Tetiana Apatchenko, responsable de prensa de la 92ª Brigada Mecanizada Separada,

Yuriy Saks, asesor del ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, señaló que los éxitos estaban empujando la artillería rusa fuera del alcance de partes de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, que ha estado bajo bombardeo desde los primeros días de la guerra.

“Las operaciones militares de las fuerzas armadas ucranianas en torno a Járkov, sobre todo al norte y noreste de Járkov, son una especie de historia de éxito”, dijo Saks a Reuters. “El ejército ucraniano fue capaz de empujar a estos criminales de guerra a una línea más allá del alcance de su artillería”.

En Washington, altos funcionarios de inteligencia de Estados Unidos indicaron que la guerra estaba en un punto muerto.

El presidente Vladimir Putin parecía estar preparándose para un largo conflicto, y una victoria rusa en la región oriental de Ucrania, del Dombás, podría no poner fin a la guerra, dijo la directora de Inteligencia Nacional Avril Haines.

No obstante, el contraataque podría señalar una nueva fase en la guerra, con Ucrania pasando ahora a la ofensiva después de semanas en las que Rusia montó un asalto masivo que las tropas ucranianas mayormente contuvieron.

Al hacer retroceder a las fuerzas rusas que ocuparon las afueras de Járkov desde los primeros días de la guerra, los ucranianos se están acercando a las líneas de suministro de la retaguardia, que sostienen a la principal fuerza de ataque rusa más al sur.

Golpeando a Azovstal

Durante un desfile militar en la Plaza Roja, este lunes, para conmemorar el final de la Segunda Guerra Mundial, Putin exhortó a los rusos a seguir luchando, pero no dio ninguna indicación sobre su estrategia.

Desde que Rusia se vio obligada a abandonar su asalto a la capital, Kiev, a fines de marzo, su principal fuerza de ataque ha estado intentando rodear a las tropas ucranianas en la región oriental del Dombás. Las fuerzas ucranianas han resistido los intensos asaltos desde tres direcciones.

Al empujar hacia el norte de Járkov, Ucrania podría ahora intentar cambiar las tornas, y obligar a Moscú a defender sus propias y largas líneas de suministro, que se extienden desde la frontera rusa hasta la ciudad de Izyum, al sur de Járkov.

“Nuestra evaluación es que (los rusos) están teniendo que apartar algunas fuerzas de los ejes que conducen al control de la región del Dombás debido a lo que ha sucedido en Járkov, y eso no hace más que subrayar los retos a los que se enfrentan”, indicó el general estadounidense retirado Jack Keane, ahora presidente del Instituto para el Estudio de la Guerra.

En el sur, las fuerzas rusas volvieron a bombardear el martes la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol, tratando de capturar el último bastión de la resistencia ucraniana en la ciudad en ruinas, donde Ucrania dice que decenas de miles de personas han muerto tras dos meses de asedio y bombardeo ruso.

Decenas de civiles fueron evacuados de la acería en los últimos días, pero un ayudante del alcalde de Mariúpol, Petro Andryushchenko, dijo que al menos 100 seguían dentro.

El regimiento ucraniano Azov, que resiste en Azovstal, dijo en la aplicación de mensajería Telegram que en las últimas 24 horas, 34 aviones rusos sobrevolaron la planta, incluyendo ocho salidas de bombarderos estratégicos. El lugar fue atacado por la marina rusa y por tanques, artillería y cohetes.

Reuters no pudo verificar la situación en la planta.

La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, visitó el martes Ucrania y recorrió Bucha, el suburbio al norte de Kiev donde las fuerzas rusas dejaron cientos de cadáveres de civiles muertos cuando se retiraron a principios de abril. Dijo que los asesinos deben ser castigados.

Además de las duras batallas cerca del frente, Rusia siguió usando misiles para atacar objetivos en el interior de Ucrania.

Los bomberos lucharon contra las llamas en Odesa hasta la madrugada del martes, después de que misiles rusos cayeron en el puerto del Mar Negro. Una persona murió y cinco resultaron heridas cuando siete misiles alcanzaron un centro comercial y un depósito, informaron las fuerzas armadas ucranianas en Facebook.