El paro del transporte tensiona las cadenas de suministro

El primer día de paro de los pequeños transportistas en protesta por la fuerte subida de los precios del combustible dejó este lunes escenas de bloqueo en las entradas de las principales ciudades de España y en varios de los puertos más importantes para la distribución de mercancías, así como en numerosos polígonos industriales a lo largo y ancho del territorio.

Este paro indefinido convocado por la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte, que incluye a unas 130.000 pymes y autónomos, ya está afectando a las cadenas de suministro, que registraron este lunes retrasos en las entregas de mercancía en comparación con su actividad habitual. «Pedimos que se prohíba la contratación a pérdidas del transporte porque las fábricas están pagando, pero los intermediarios que tenemos se están quedando con la mitad de nuestro viaje y eso lo tiene que erradicar la Administración porque no cubrimos costes», aclaraba a ABC el presidente de la plataforma convocante, Manuel Hernández.

Si bien, desde el Gobierno, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, hizo un llamamiento a la calma, asegurando que el desabastecimiento de ciertos productos por las protestas está descartado.

Retraso en las operaciones

Sin embargo, pese al esfuerzo tranquilizador por parte del Ejecutivo, la jornada de protesta se dejó sentir en Sevilla, donde los piquetes informativos impidieron desde primera hora de la mañana la entrada de camiones con mercancía. Los tráilers con productos hortofrutícolas procedentes de Francia y con destino a almacenes de la provincia de Sevilla permanecieron parados durante el mediodía cerca de la localidad de Huévar, afectando también al tráfico de turismos.

En el puerto de Sevilla el tránsito de camiones se redujo debido a la protesta aunque no se han registrado piquetes, que sí actuaron de forma intermitente en la SE-31 -la carretera de la Esclusa de Sevilla-, con el desvío de los camiones de más de 20 toneladas en la capital andaluza, tal y como confirmaron fuentes del Centro de Control de Tráfico de Sevilla a ABC.

Mientras tanto, en Galicia el cese de actividad de los transportistas produjo retenciones en varias carreteras y colas en varios polígonos industriales en las principales ciudades de la comunidad autónoma. La presencia de piquetes informativos frenaron la llegada de los camiones que no se habían sumado a las protesta al muelle de San Diego, en La Coruña.

En el País Vasco únicamente secundó el paro un sindicato, Hiru. La tónica general fue así de tranquilidad y sus efectos más visibles se dejaron notar en el puerto de Bilbao. Desde primera hora de la mañana varias decenas de personas se concentraron en los accesos para formar piquetes informativos, provocando que la entrada de camiones fuera más lenta de lo habitual.

En el puerto vizcaíno a diario operan unos 800 vehículos de carga. Según fuentes sindicales, a primera hora 250 de ellos se habían sumado al paro, lo que provocó una cierta ralentización de las entregas. La situación fue a más conforme pasaban las horas, ya que algunos camioneros, que en principio no secundaban el paro, finalmente se unieron a la protesta para evitar problemas. «Tenemos constancia de que algunas empresas que habitualmente operan en el puerto hoy no lo están haciendo por miedo», explican desde Asetravi, la Asociación Empresarial de Transportes de Vizcaya. Algunas fuentes apuntan a que en algunos momentos se podría haber paralizado entre el 70% y el 90% de las operaciones. Sin embargo, desde Asetravi aseguraban que es difícil cuantificar este extremo porque muchas empresas habían adelantado operaciones el viernes.

En la Comunidad Valenciana también se produjeron algunos piquetes informativos en puntos estratégicos, como el puerto de Valencia o en algunos polígonos industriales. En concreto, el muelle de la capital del Turia ha tenido bloqueado su acceso principal por vía terrestre durante dos horas.

Desde las 8:00 hasta las 10:00 horas hubo retenciones de camiones en el acceso sur de las instalaciones portuarias de la ciudad de Valencia, hasta que la Policía regularizó por completo la situación, sobre las 12:00 horas del mediodía, según fuentes del sector del transporte.

Además, en algunos polígonos industriales que son clave para la logística a nivel nacional e internacional, como es el caso del de Riba-roja de Turia, se han avistado grupos de piquetes informativos que han querido dar explicaciones a los transportistas sobre los motivos de los paros. El sentir general en el sector del transporte, según explican empresarios de pequeñas compañías y autónomos a este periódico, es que los paros están teniendo un fuerte seguimiento y han concretado que «siguen trabajando las empresas grandes de más de 100 camiones».

En Cataluña, el cese de la actividad tuvo un impacto muy desigual, y solo los efectos por la presencia de piquetes en los principales polos industriales y logísticos se dejaron notar en forma de retenciones en las carreteras de acceso. Así, por ejemplo, hubo colas de camiones en los accesos al Puerto de Tarragona, mientras que en el de Barcelona la actividad no se vio alterada, informaron fuentes de su dirección.

También hubo piquetes en el polígono de la Zona Franca, así como en el centro logístico CIM Vallés, en un paro que en Cataluña apenas se dejó notar más allá de las zonas señaladas.

Por su parte, en Mercamadrid aseguran que la actividad se ha desarrollado sin incidentes. «Ha habido presencia de un grupo de personas esta madrugada, durante una hora aproximadamente, para informar a los vehículos que accedían», aclaran fuentes de Mercamadrid.

Reunión con el sector

Con este panorama, la respuesta del Gobierno no se hizo esperar con el llamamiento a la «calma» de cara a eventuales episodios de desabastecimiento de ciertos productos. Fuentes oficiales aseguran a ABC que esta misma semana la ministra Raquel Sánchez mantendrá una reunión de urgencia con el Comité Nacional de Transporte por Carretera, asociación que el Ejecutivo reconoce como interlocutor válido del sector, y con quienes se han mantenido encuentros en otras ocasiones para tratar las demandas del colectivo. Precisamente, estas fuentes apuntan que la intención del Gobierno es poner en valor en dicha reunión el contenido del real decreto ley aprobado hace escasas dos semanas, donde se incorporaron los acuerdos adoptados a finales del pasado año, ante una primera amenaza de paro durante las fiestas navideñas.

Los transportistas, no obstante, piden mayores esfuerzos por parte de la administración. Entre los puntos acordados en dicho real decreto, la principal medida que podría impactar en el bolsillo de estos pequeños transportistas es la revisión obligatoria del precio del transporte «ante la variación del precio del combustible desde el momento de la contratación hasta la realización efectiva del transporte» debido a su elevada volatilidad.

Sin embargo, estas mismas fuentes del Gobierno aseguran que no están previstas más actuaciones específicas para los trabajadores del colectivo más allá de la «pronta» aplicación del real decreto recientemente aprobado. De hecho, de llevarse a cabo algún tipo de actuación extraordinaria para atajar esta subida de precio de los combustibles, apuntan desde el Ejecutivo que se llevarían a cabo «de forma global», coordinadas desde Presidencia del Gobierno, «ya que es una cuestión que afecta a la economía en su conjunto».