Aznar aleja la coalición PP-Vox: “No veo ventajas para España en que Le Pen estuviera en el Gobierno”

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha desembarcado este miércoles en Barcelona para participar en un coloquio organizado por el Círculo Ecuestre. Y ha hablado de Cataluña y de la capital catalana, pero, encima de la mesa estaba el tema de máxima actualidad en la política nacional ahora mismo: las elecciones de Castilla y León y si el PP debe dar entrada a Vox en el gobierno de la Junta. Aznar ha evitado desvelar cuál es su postura de forma directa, aunque sí ha alejado la posibilidad de una coalición con los de Santiago Abascal en la Junta. “No veo las ventajas para España de que la señora Le Pen estuviera en el Gobierno”, ha dicho, en referencia velada a Vox.

Aznar ha arrancado con un diagnóstico de los resultados electorales: en primer lugar, ha destacado que el PP ha ganado las elecciones a pesar de que ahora Vox reclame protagonismo y se arrogue el papel determinante para investir a Alfonso Fernández Mañueco; en segundo lugar, ha recalcado que la izquierda ha retrocedido mucho, quedando el PSOE con siete escaños menos y Podemos, residualizado, con un procurador; y, en tercer lugar, ha mostrado su preocupación por la “fragmentación” y ha advertido de que tantos partidos con sus reivindicaciones “victimistas o identitarias” (en referencia, por ejemplo, a Soria ya!) puedan dejar un panorama “inmanejable institucionalmente”.

Sin embargo, ha evitado concretar de forma clara cuál debe ser el desenlace de la gobernabilidad, aunque, en un dardo velado a Vox, ha recordado que en 1987 ganó las elecciones en Castilla y León con 32 escaños (uno más que el PP, ahora) y fue investido con el apoyo externo del CDS (que tenía más escaños que Vox, ahora). “Quien ha ganado las elecciones tiene que apañárselas para gobernar”, ha dicho, para evitar revelar cuál es su postura. “Los ciudadanos le han dicho al PP que tenga el liderazgo para hacer gobierno, no le han pedido que se transmute en el PSOE y Vox”, ha añadido. “Quien tiene la responsabilidad es quien debe valorar el mejor gobierno y no voy a decirle qué tiene que hacer porque ni debo ni puedo hacerlo”, ha continuado.

Sobre Vox, eso sí, ha querido hacer una valoración, sin tampoco ser muy directo, con ciertos rodeos, aunque ha venido a decir de que sí es una fuerza de derecha radical. En este sentido, ha definido al partido de Santiago Abascal como una formación que “está a la derecha de la derecha” y ha recordado sus referentes en Europa, como Marine Le Pen. “No veo las ventajas de que en Francia hubiese un gobierno de derecha radical. No veo las ventajas para España de que la señora Le Pen estuviera en el Gobierno”, ha señalado y ha reivindicado, como contraposición a Vox, que el PP es un partido “constitucional, europeo y europeísta”. Una vez dicho esto, también ha reconocido que la política “no es gratis”, dando a entender que es comprensible un acuerdo entre PP y Vox.

En este punto, también ha pedido a Vox qué explique para qué quiere entrar en el Gobierno de la Junta de Castilla y León, para qué quiere una vicepresidencia, cuando, al mismo tiempo, apuesta por derruir el sistema autonómico.

Finalmente, ha dicho que cree Pablo Casado será presidente del Gobierno y ha augurado que, cuando lo sea, “será un gran presidente”. Antes, sin embargo, ha lanzado un dardo velado a Casado dejando entrever que la operación de adelantar elecciones ha fracasado: “El PP ha ganado las elecciones; otra cosa es que no las ha ganado con el resultado que esperaba”, ha afirmado.

Cataluña

Sobre Cataluña, Aznar ha querido defender su balance como presidente del Gobierno y desmontar la idea extendida de que sus mandatos fueron claves para el impulso del independentismo. “En 1999 y 2003 fueron los momentos, desde 1983, con más bajo sentimiento nacionalista, que coinciden con la relevancia económica y internacional de España”, ha señalado.

En cualquier caso, ha señalado que es un “error” que Cataluña esté asentada sobre la “irrealidad” y ha advertido de que “no es posible ni será posible la independencia”. “No es posible y no es deseable”, ha añadido, tras alertar de los riesgos de tener a la “sociedad dividida y confrontada”. “Cataluña tiene futuro, pero tiene que salir del bucle melancólico”, que lleva a la “frustración”.