Yolanda Díaz se lanza a seducir a ERC frente a la negativa del PSOE a negociar la reforma laboral

Yolanda Díaz prepara el esprint final. La vicepresidenta segunda del Gobierno desembarcará este miércoles en Cataluña para ‘vender’ las bondades de su reforma laboral a los sindicatos y, de paso, tratar de seducir a ERC para que cambie de posición. La ministra de Trabajo, después de conseguir lo más difícil, cobijar a la patronal y a los sindicatos bajo el mismo acuerdo, intenta mimar ahora a sus socios para proteger a la mayoría de la investidura y de los Presupuestos Generales del Estado. O al menos a una parte, porque en Unidas Podemos dan ya por (casi) imposible que EH Bildu convalide este decreto.

La vicepresidenta tenía previsto visitar Cataluña el viernes pasado, pero su positivo en Covid-19 retrasó el viaje. Lo que iba a ser una única jornada de trabajo se desdoblará ahora en dos días, hoy y mañana, para cuidar al

sindicalismo catalán en un momento en el que ERC ha marcado distancias notorias con la reforma. El portavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, atacó la semana pasada a Díaz al advertir de que su grupo no vota «proyectos personales». En Unidas Podemos, que relegan las palabras de Rufián a una postura «electoralista» y «personal», aún ven resquicio para la esperanza y creen factible que la norma pueda salir adelante con los votos de ERC e, incluso, del PNV.

Y no solo eso, sino que consideran posible un pacto que satisfaga a todas las partes, frente al escepticismo de la rama socialista de la coalición. Fuentes parlamentarias de Unidas Podemos comentaban ayer antes de la Diputación Permanente que puede haber margen de maniobra para matizar de alguna manera la prevalencia de los convenios autonómicos sobre el estatal –lo que rechaza la patronal– sin afectar al propio texto de la reforma. En el espacio más izquierdista del Ejecutivo subrayan que la posición de ERC y de Bildu no es la misma, porque sobre los catalanes sí tienen gran influencia, por este orden, UGT y CCOO. Y Díaz se ve este miércoles con ambos.

El PSOE traslada que no hay negociación posible y que el real decreto ley debe convalidarse en los términos de la mesa social

La vicepresidenta asistirá este mediodía a la sede de UGT Catalunya y atenderá desde allí a los medios de comunicación. Y después, por la tarde, contestará a la prensa de nuevo antes de participar en una asamblea de CCOO Catalunya. Este jueves, rematará su visita oficial a Cataluña en la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona), cuya planta cerró cinco días antes de Navidad y aplicó un ERTE a sus trabajadores por la falta de semiconductores. Un símbolo para convencer.

Una base para el futuro

La idea de Unidas Podemos, y en esto sí hay sintonía con el PSOE, es trasladar a los socios que esta reforma laboral es un acuerdo de mínimos que fija una base a futuro. «El PP tendrá muy difícil, si gobierna, deshacer algo que está pactado con la CEOE», sostienen fuentes parlamentarias. Después la legislatura sigue y se pueden abordar nuevas negociaciones, también en materia laboral, aunque aquí hay divergencias en el Gobierno. Mientras en Podemos deslizan que podría haber ya algún guiño a los nacionalistas, desde el PSOE se dejó este martes claro que no habrá contrapartidas ni cesiones; que no se entrará a negociar nada para conseguir apoyos, lo que de facto enmienda las conversaciones mantenidas desde Trabajo con ERC, PNV y Bildu.

En la parte socialista del Gobierno, como informó ABC el viernes, se cierra taxativamente la puerta a modificar el texto de la reforma laboral, sea directamente o de forma paralela. Primar el acuerdo alcanzado con la CEOE es primordial, aunque tampoco Díaz quiere ponerlo en peligro. «¿Quién puede decir que no a que los subcontratados puedan cobrar 12.000 euros al año más, a la estabilidad en los contratos temporales…?», se preguntaba ayer, mordaz, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, informa Mariano Alonso. Tanto desde la rama socialista del Ejecutivo como desde el grupo parlamentario se insistía este martes en que no cabe negociación alguna. «Nuestro objetivo es convalidar el decreto en los términos pactados en la mesa social», sentenció el portavoz en el Congreso, Héctor Gómez.

Desde Unidas Podemos, Jaume Asens dijo que siguen «esperanzados» en que ERC apoye la reforma laboral y aseveró que no creen en «la geometría variable» que ofrece Ciudadanos (Cs) en este asunto, medida estrella de Díaz. Informa Gregoria Caro. Desde su entorno trasladan la «incompatibilidad» de Cs con el PNV, manifiesta por ambos, y el riesgo que conlleva fiar todo a una votación por la mínima con los liberales y los partidos minoritarios. Un diputado hablaba este martes de dos coches que avanzan el uno hacia el otro. La pregunta, planteaba, es quién da el volantazo para que la reforma laboral no se estrelle en el parachoques.