La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, termina 2021 con un balance en el que denuncia la falta de apoyo del Gobierno central a la región madrileña, mientras premia presupuestariamente a los gobiernos separatistas. Se ha revuelto contra la posibilidad de que se acelere la llamada armonización fiscal por parte del Gobierno central, y asegura que trabajará para «evitar que algún premio nobel de Economía le quiera subir los impuestos a los madrileños».
Díaz Ayuso ha defendido sus políticas fiscales y de defensa de la libertad educativa, y advierte a Pedro Sánchez que en 2022 «este será un gobierno que dará todas las batallas».
La lideresa ha definido 2021 como «el año del agravio del Gobierno central a Madrid», algo que basa en datos como que la región ha recibido «un 8,9% de las inversiones estatales pese a tener el 14 por ciento de la población y suponer el 19 por ciento del PIB nacional»..
Por contraste, añade, desde Moncloa se ha dado «en los últimos 2,5 años 38.409 millones al separatismo catalán», alimentando de este modo a los independentismos. Su conclusión es que «el PSOE quiere llevarnos a una República federal asfixiada por los egos del separatismo».
En el año en que Ayuso se enfrentó a las urnas y ganó, ha defendido sus políticas liberales en lo económico y lo fiscal, la ayuda a madres jóvenes de 500 euros al mes durante dos años que empieza a funcionar el 1 de enero, y con leyes en defensa de la libertad educativa.
