Marruecos fulmina la Operación Paso del Estrecho en plena crisis diplomática entre Rabat y Madrid

Los ciudadanos marroquíes que quieran regresar este verano a su país podrán hacerlo, pero no a través de los puertos españoles. El Gobierno de Marruecos, en medio de la crisis diplomática abierta con España, ha anunciado que este año no habrá Operación Paso del Estrecho (OPE).

Con un comunicado publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, el Reino de Mohamed VI ha anunciado que sus ciudadanos podrán acometer el retorno estival a través de los mismos puertos europeos que el año pasado, uno en Francia (Sète) y otro en Italia (Génova), dejando al margen los pasos españoles, que tradicionalmente solían ser los más concurridos.

La noticia salta después de unos días de relativa tranquilidad en las fronteras entre Marruecos y España en los que, sin embargo, sobrevolaba el terreno diplomático una posible respuesta marroquí al retorno del líder polisario, Brahim Gali, a Argelia después de ser tratado en un hospital de Logroño.

Millones de afectados

El último balance existente de una OPE ejecutada en condiciones normales data del ejercicio 2019 y puede ayudar a comprender la traducción práctica de esta decisión. Según los datos facilitados entonces por el Ministerio del Interior, 3.340.045 pasajeros y 760.215 vehículos cruzaron el Estrecho desde distintos puertos españoles y marroquíes con motivo de la OPE, lo que supuso un crecimiento del 3 por ciento en el volumen de pasajeros con respecto a 2018 y la cota más alta registrada en las últimas décadas.

Al calor de estas cifras, el Paso del Estrecho está considerado como el mayor trasvase de ciudadanos entre dos continentes y se ha venido desarrollando en dos fases: la de Salida, que tiene lugar entre mediados de junio y mediados de agosto; y la de Retorno, entre mediados de julio y mitad del mes de septiembre.

En 2019, el puerto que más tránsito tuvo en la fase de salida –la que más afecta a España– fue el de Algeciras (894.891 pasajeros), seguido de los de Almería (280.312) y Tarifa (271.554). No obstante, las terminales marítimas de Alicante, Málaga, Motril y Valencia también albergaron miles de desplazamientos.

Será en estos lugares donde más incidencia tenga la decisión marroquí. Dejar de recibir a miles de pasajeros tendrá un coste económico que, previsiblemente, repercutirá de forma predominante en los balances de las compañías navieras que, durante los meses estivales, asumían el traslado de estas personas. Además, el perjuicio de este año se suma a las pérdidas del pasado, cuando la pandemia provocó que se cancelara igualmente esta operación.

En el apartado logístico, la OPE moviliza multitud de recursos públicos. Cada año se ha desplegado un dispositivo especial dirigido por el Ministerio del Interior, coordinado por Protección Civil y en el que participaban otros gabinetes, como el de Exteriores o Sanidad, al margen de contar con la colaboración de las administraciones regionales y locales. Por ejemplo, en el dispositivo de seguridad y asistencia desplegado en 2019 participaron, según datos oficiales, más de 21.000 efectivos entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el personal sanitario, traductores, miembros de Cruz Roja y Autoridades Portuarias.

Brecha abierta

El año pasado, Marruecos canceló la OPE en virtud de la complicada situación sanitaria provocada por la crisis del coronavirus. Sin embargo este ejercicio, con la situación epidemiológica bastante más controlada gracias a las vacunas, el Ejecutivo norteafricano ha repetido la maniobra sin dar demasiadas explicaciones.

El momento coincide, además, con una de las peores crisis diplomáticas de las últimas décadas entre ambos países, recrudecida en las últimas semanas por el caso Gali y la avalancha migratoria sobre Ceuta consentida en consecuencia por Rabat.

El Ejecutivo marroquí, tras la salida de España del líder saharaui, y pese a haber retomado el control sobre su frontera con Ceuta, no ha escondido su malestar y en las últimas jornadas advirtió que estaba estudiando las medidas a tomar. Parece complicado, en este clima de tensión entre Madrid y Rabat, desligar del problema diplomático que Marruecos haya fulminado la OPE por segundo año consecutivo.