El Partido Popular desvincula por completo la renovación pendiente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que está por resolverse desde diciembre de 2018, de los posibles indultos a los independentistas condenados por su golpe a la legalidad en 2017. Fuentes de Génova han remarcado que quien lo vincula, en todo caso, es el Gobierno, y relacionan la urgencia que ha mostrado siempre Sánchez por esa renovación a las presiones sobre el Tribunal Supremo.
La negociación para la renovación del Poder Judicial está totalmente bloqueada y sin asomo de que pueda avanzar en un plazo más o menos corto. Tanto el Gobierno como el PP se culpan de ese bloqueo.
Desde Génova creen que es el Ejecutivo el que se niega a la renovación, al no aceptar una condición que, recuerdan, ya viene de la Unión Europea: la independencia del Poder Judicial. El compromiso para avanzar hacia esa independencia, para que los jueces elijan a los jueces, en definitiva, sigue siendo la condición del PP para firmar el acuerdo «mañana mismo».
Esa exigencia no tiene nada que ver con los indultos. Aunque desde el PP creen que en la urgencia que siempre ha tenido Sánchez en este asunto, su prioridad absoluta en las conversaciones con Pablo Casado, puede explicarse ahora por las presiones sobre el Tribunal Supremo ante su pronunciamiento sobre los indultos.
Fuentes del PP aseguran, además, que la comunicación entre Casado y Sánchez está totalmente rota. La incomunicación es total. Desde que hablaron el martes de la semana pasada, y Sánchez se comprometió a seguir en contacto con el líder de la oposición para informarle de cualquier paso que se diera en la crisis diplomática de Ceuta, no han vuelto a hablar.
