Sánchez presenta su plan ‘España 2050’ como palanca para una nueva Transición

MADRID, 20/05/2021.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación del proyecto España 2050 con el que el Ejecutivo quiere poner en marcha una reflexión colectiva y plural sobre el futuro de España en el mundo post-COVID, este jueves en el Museo de Arte Reina Sofía de Madrid . EFE/ Juan Carlos Hidalgo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado hoy en Madrid la estrategia «España 2050» con la que pretende sentar las bases del debate público hacia una discusión sobre el futuro del país dentro de 30 años. Un ejercicio, un reto, que en varios momentos de su presentación ha comparado con el hito de la revolución que supuso para el país la transición democrática. Sánchez ha defendido que «tiene sentido» hablar de la España del futuro como tenía sentido que la generación de la transición «pensara en la España democrática que es hoy».

Con un ánimo de profunda carga política, La Moncloa ha situado este acto como una suerte de arranque del curso político. Que es en lo que quiere convertir el Gobierno este momento, en un punto de arranque de la legislatura. Dejar atrás la pandemia, olvidar las elecciones en la Comunidad de Madrid y trasladar la idea de que queda mucha legislatura y que el Ejecutivo pone las luces largas. Este proyecto nace del gabinete del presidente del Gobierno, a través de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia a largo plazo, creada en la actual legislatura e incrustada en la estructura de La Moncloa.

El Gobierno defiende la participación altruista de más de un centenar de expertos e investigadores de diferentes ámbitos que se han reunido durante el último año para alumbrar un documento final que definen como «apartidista» y que cuenta con el visto bueno de la Unión Europea, representada en esta jornada por Maros Sefcovic, vicepresidente para las Relaciones Interinstitucionales y Prospectiva de la UE. «Este ejercicio de prospectiva no es algo que estemos haciendo únicamente en España. Encuentra eco en la UE», ha defendido Sánchez durante su presentación en el Auditorio Reina Sofía.

El plan se estructura en tres ideas: 1) España ha mejorado mucho en las últimas cuatro décadas. 2) Se enfrenta a desafíos severos presentes y futuros. 3) Puede superarlos y consolidarse como uno de los países más avanzados de la UE. En el apartado de los desafíos se ponen el foco en la productividad y el patrón de crecimiento de la economía española, la educación de los jóvenes, la recualificación de los trabajadores, el desafío climático, adaptación del estado de bienestar a una sociedad más longeva, sostenibilidad de las ciudades ante su crecimiento demográfico y cierre de las brechas de desigualdad.

Con un futuro acuciante, tanto en términos políticos como económicos, La Moncloa pone luces largas para intentar cambiar el rumbo del debate público. El documento ha sido pilotado desde el Gobierno. Pero Sánchez ha insistido en que «no es un documento cerrado, es un documento vivo». Y ha propuesto la apertura de «un gran diálogo nacional» sobre el futuro de España que tendrá que ser «de abajo arriba», en los 19 territorios del país y con participación de los gobiernos municipales y autonómicos, así como con asociaciones, ‘think thanks’ y el mundo empresarial.

Sánchez ha defendido que este plan debe articularse como «proyecto de Estado» para que tenga vigencia en el tiempo. Subrayando que este documento es solo una primera propuesta y comprometiéndose a «garantizar un debate libre y plural». El presidente, que pasa por su momento más complicado políticamente desde que llegó a La Moncloa hace casi tres años, pone con esta presentación la guinda a una estrategia de meses, en los que ha concentrado el grueso de sus intervenciones en mensajes optimistas y en la recuperación post pandemia al calor de los fondos de recuperación económica. El Gobierno propone ahora «ampliar los horizontes temporales del debate público» y promover «un debate social lejos de la crispación del presente».

El Gobierno mira ya a la realidad post pandemia. Fiando la supervivencia de su proyecto político a un estado de ánimo renovado en la sociedad española tras este año excepcional y aferrado a la recuperación económica: «En los próximos seis años vamos a transformar y modernizar nuestro país». Sánchez justifica el planteamiento estratégico con un horizonte a tres décadas porque, a su juicio, es necesaria «una nueva visión de España», que vaya «más allá de las urgencias y de las tareas inmediatas». Sánchez ha definido este plan como «un hito importante en la democracia española». El Gobierno dibuja un horizonte en el que profundizar en horizontes ya conocidos, con la sostenibilidad medioambiental y la digitalización como grandes pilares.

De forma más concreta, el documento desciende a algunas propuestas ante retos como el envejecimiento de población, los cambios en el mercado de trabajo derivado de la digitalización/robotización, los retos medioambientales o la concentración poblacional en las ciudades. Todo ellos con un trasfondo común: ¿cómo hace sostenible el Estado de Bienestar del futuro ante esa nueva estructura social?

En el documento, por ejemplo, se habla de un mejor reparto en los tiempos de trabajo. Caminando hacia la jornada laboral de 35 horas. Eso unido a las reformas estructurales para mejorar la productividad debería resolver, según este diagnóstico, elevada tasa de desempleo estructural que sufre nuestro país. El documento proyecta una tasa de paro del 12% en el año 2030, del 10% en 2020 y del 7% en 2050.

Esa nueva sociedad y ese nuevo Estado de Bienestar deben construirse según el informe a partir de asumir como imprescindible un aumento de la inmigración legal. «Para limitar la reducción de su fuerza de trabajo, nuestro país tendrá que acoger e integrar a cientos de miles de personas inmigrantes de aquí a 2050, logrando, como mínimo, un saldo migratorio superior a las 191.000 personas cada año», recoge el documento.

El informe plantea que se incrementará el número de personas que necesitarán ayuda en el acceso a la vivienda. Por eso se estima que la demanda de acceso a la vivienda social aumentará hasta 2,6 millones de viviendas en 2030. Es una de las proyecciones que se incluyen en un documento de 676 páginas.

En el plano del cambio en materia medioambiental, este informe auspiciado por el Gobierno, dibuja un escenario futuro muy afectado por shocks climáticos, como el aumento de las sequías, y episodios agresivos más frecuentes como los incendios o las inundaciones. El documento habla de la necesidad de reducir un 5% la demanda de agua para 2030 y un 15% para 2050.

Los vuelos domésticos se verían severamente afectados. Ya que el estudio habla directamente de prohibir aquellos trayectos que puedan realizarse por vía ferroviaria en menos de dos horas y media. Además de un catálogo fiscal que desincentive su utilización.