Las Ventas vuelve por la puerta grande

Las máquinas rugen sobre el coso de Las Ventas, peinando la arena y dejándola lisa como una alfombra. Hay pocos operarios, pero muy centrados en su mantenimiento: apenas quedan 48 horas. A las puertas del recinto luce un letrero que hacía mucho que no se leía: «Entradas agotadas». Concretamente, desde el 12 de octubre de 2019, Día de la Fiesta Nacional, última vez que la emblemática plaza madrileña abrió sus puertas. Su reapertura se celebrará en otra fecha festiva, mañana domingo 2 de mayo, Día de la Comunidad de Madrid, a las 18:00 horas. Casi veinte meses después, la mejor plaza de toros del mundo recibirá a Diego Ventura, Enrique Ponce, El Juli, José María Manzanares, Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y el novillero Guillermo García. A ellos, y a los 6.000 espectadores que ya tienen su localidad. Aproximadamente, un cuarto del aforo.

El 2 de mayo es una fecha combativa y de resistencia. Como lo es el mundo y la industria del toro. Y por extensión, la Comunidad de Madrid, que ha peleado por poder sacar adelante un festejo de carácter benéfico, con el fin de donar la recaudación a miles de familias del sector taurino que están sufriendo el parón provocado por la pandemia. Finalmente, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ganó el pulso al Gobierno central, que pretendía «tumbar» aquellos eventos multitudinarios en territorios con especial incidencia del virus. «En el 2 de mayo se vienen celebrando festejos desde hace muchos años. Yo mismo he toreado. Pero entendíamos que la reapertura debía producirse en una fecha simbólica para todos los madrileños. Estamos muy ilusionados porque éste puede ser un festejo para el recuerdo. Y también por reactivar un sector duramente golpeado», explica a LA RAZÓN Miguel Abellán, director-gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid.

El primer mensaje que quiere trasmitir el Ejecutivo regional es el de la seguridad. «Se van a cumplir de manera taxativa todas las medidas impuestas por la Dirección General de Salud», afirma. «Las entradas y salidas se harán de manera escalonada; cada espectador tendrá marcado y pautado el horario por el que deberá acceder al coso; el público permanecerá sentado y con mascarilla; se han colocado geles hidroalcohólicos en todos los asientos y a las entradas de los vomitorios; habrá distancia de seguridad entre espectadores y solo se habilitarán asientos contiguos para personas del mismo entorno familiar; no se podrá dispensar ni comida ni bebida…», enumera. En resumen, se dispondrá de «todas las medidas para que sea un espectáculo cultural y seguro, como así ha sido en el resto de comunidades del territorio nacional durante el año pasado, donde en ningún caso se comprobó que hubiera un solo contagio». Por eso, este 2 de mayo «solo nos preocuparemos de la gran faena que nos van a brindar los maestros».

Abellán ha constatado que Madrid tiene «ganas de toros». «Se han vendido 6.000 localidades en un tiempo récord: menos de hora y media. Se colapsaron las páginas de venta. Esto demuestra que la salud del aficionado está viva, latente. Los madrileños tienen muchas ganas de pisar la primera plaza de toros del mundo. Han tenido mucha paciencia», afirma. De hecho, pide «disculpas» a aquellos que no han podido conseguir entrada. En todo caso: habrá más oportunidades. Al menos, esa es la intención de Isabel Díaz Ayuso, que trabaja con Plaza 1, gestora de Las Ventas, para nuevos eventos «dependiendo de si las condiciones sanitarias permiten un aforo viable». Lo que es seguro es que los toros no se acaban este 2 de mayo en la región. Ferias como las de Leganés, Vistalegre, Navalcarnero o Aranjuez se celebrarán próximamente.

También se celebrarán las elecciones autonómicas, apenas 48 horas después de la fiesta de Las Ventas. Y, como en toda campaña electoral, el mundo del toro es objeto de debate. Más Madrid y Unidas Podemos han expresado su intención de retirar todas las ayudas a la tauromaquia en caso de gobernar. ¿Peligra el sector el próximo 4-M?

«Tengo claro que la tauromaquia no pertenece a ninguna sigla política», responde Abellán. «La tauromaquia es cultura y. por tanto, le pertenece al pueblo. Y solo el pueblo tiene en su mano decidir si subsiste o no. Lo que ha hecho Díaz Ayuso, con tremendo valor, es dar a los madrileños la posibilidad de que sigan disfrutando de su pasión y que sean ellos los que decidan», añade.

Con todo, sí que le «apena, por no decir que me avergüenza, el comportamiento de ciertos partidos políticos que, además de no cumplir una ley que nos obliga a los poderes públicos a proteger la tauromaquia como patrimonio cultural y material, reflejan una sinrazón que atiende más a los complejos por parte de unos y a los pactos que tienen con otros». Así, ante la intención de Unidas Podemos de «abolir una forma de cultura que es de las más arraigadas del país», Abellán se muestra convencido de que, este 4 de mayo, «el liderazgo de Díaz Ayuso va a salir reforzado en su forma de entender la política y la vida, como dice ella, ’’a la madrileña’’. Vamos a tener la mejor de las presidentas posibles». Así, haciendo suyo el lema electoral de Ayuso, Abellán opina que también «los toros significan libertad. Libertad de a dónde queremos ir y dónde queremos disfrutar nuestro tiempo de ocio».

En ese sentido, señala que el apoyo de la presidenta al sector ha sido «incondicional e incluso antes del covid», tal y como corresponde «a la industria cultural más importante de este país. Algo que se ha reflejado no solo con palabras, sino con hechos. Por ejemplo, las ayudas de carácter excepcional a los ganaderos, valoradas en 4,5 millones. Gente que en 2020 no ha podido vender ni un solo animal para la lidia de festejos taurinos»

Muchas familias de esta industria se encuentran «en las colas del hambre o en el paro». Y eso a pesar de que estamos ante un sector que, solo con el canon de las plazas, aporta al Estado más de 144 millones de euros, «frente a los ridículos 65.000 que recibe de los Presupuestos Generales del Estado». Así, el mundo taurino está «desengañado» por un Gobierno central que «prometió unas ayudas que se les deniegan una y otra vez». «Su situación es penosa por el comportamiento de un Gobierno que mira hacia otro lado, no por la gente que trabaja y cotiza», concluye. A ellos va dedicada la corrida de mañana.