El CIS proyecta la victoria de la izquierda sobre Ayuso en Madrid

El ascenso de Más Madrid, entre dos y cuatro escaños (hasta 22-24), y de Unidas Podemos (11-13), que crece entre uno y tres asientos respecto al último barómetro del CIS en Madrid, colocan al socialista Ángel Gabilondo con opciones de gobernar la Comunidad de Madrid, según la última encuesta ‘flash’ del instituto que dirige José Félix Tezanos. El PSOE lideraría el bloque de izquierdas con 34-36 diputados, a dos escaños de la mayoría en la horquilla baja y cuatro por encima en la alta, a pesar de que la candidata de Más Madrid, Mónica García, le sigue recortando diferencias a Gabilondo. Unas proyecciones del instituto público que contrastan con la media de la mayoría de sondeos privados publicados hasta la fecha, en los que PP y Vox rebasarían los 69 escaños necesarios para gobernar con más posibilidades que la izquierda.

Los partidos del bloque progresista sumarían entre 67-73 escaños frente al bloque conservador que se quedaría entre 65-69. Ambos por debajo de la mayoría absoluta en la horquilla baja, pero con PSOE, Unidas Podemos y Más Madrid con más ventaja que PP y Vox en la horquilla alta, después de situar al PP de Isabel Díaz Ayuso entre tres y cinco escaños por debajo de los asientos que se le atribuían en la anterior sondeo (54-56 actuales frente a los 59 del 5 de abril). Vox subiría entre uno y tres escaños, para situarse en una horquilla de 11-13. Ciudadanos se quedaría sin representación, al obtener un 4,6% y quedarse a cuatro décimas del 5% mínimo para entrar en la Asamblea de Madrid. En el anterior barómetro, la candidatura de Edmundo Bal se situaba a seis décimas de superar esta barrera.

A 12 días de que se celebren las elecciones y con todas las cartas boca arriba en lo que a pactos poselectorales se refiere, el bloque de izquierda sigue fiando sus aspiraciones para producir un vuelco en las urnas a una movilización récord del electorado progresista. Algo que reflejaría el CIS, pues según esta encuesta el 75,2% de los encuestados acudiría a votar «con total seguridad». Se trataría de una participación histórica, la más alta desde que se celebran elecciones autonómicas en Madrid.

«Pablo, tenemos 12 días para ganar las elecciones», apeló el candidato socialista en el debate electoral celebrado anoche en Telemadrid imprimiendo un giro a su campaña. Renuncia a un pacto con Cs, que sigue apostando por reeditar el Gobierno con Díaz Ayuso, y mano tendida a los morados. A partir de ahora, incrementarán la tensión para movilizar a los suyos, sin vetos y con una hoja de ruta común. El manual estaba escrito y ahora PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos se sincronizan de cara a la recta final con el objetivo común de que la izquierda alcance cifras de participación similares a unas generales.

La anterior encuesta del CIS sobre las elecciones madrileñas publicada el pasado 5 de abril proyectó un empate a 68 escaños entre el bloque de la derecha (PP y Vox) y el de la izquierda (PSOE, Más Madrid y UP). La candidatura más votada era ya la de Isabel Díaz Ayuso, que con el 39,2% lograría 59 diputados; seguida del socialista Ángel Gabilondo, con el 25,3% de los votos y un total de 38 escaños; Mónica García (Más Madrid) retendría 20 asientos y el 14,8%; Pablo Iglesias (Unidas Podemos) con el 8,7% de los sufragios y 10 escaños, y, en último lugar, Rocío Monasterio (Vox), que caería al 5,4% y nueve escaños. Ciudadanos no lograría superar la barrera del 5% necesaria para tener representación en la Asamblea de Madrid.

La media de los sondeos de encuestadoras privadas sitúan a la candidata del PP doblando sus resultados de 2019, merced al derrumbe de Ciudadanos, pero necesitando a Vox para sumar los 69 escaños que garantizan la mayoría absoluta. Por su parte, la izquierda parece abocada a la remontada si se confirman la reducción de votos de PSOE y Más Madrid y el liviano efecto Iglesias al que apuntan los pronósticos.

Su objetivo para contar opciones es que la participación supere el 70%, pues entienden que ahora está más movilizada la derecha que la izquierda, situándose más cerca de la media de participación propia de unas generales que de unas autonómicas. La barrera del 70% solo se superó por cuatro décimas en las elecciones de 1995, el récord desde que se celebran comicios, seguido de las de 1987 (69,87%) y las primeras de 1983 (69,70%). En las pasadas elecciones autonómicas la participación fue del 68,1% y en las generales del 74,5%.