Carlos Jiménez: «Prohibir fumar en las terrazas es una medida acertada en la lucha contra el Covid-19 y el tabaquismo»

La propuesta del Ministerio de Sanidad de prohibir fumar en las terrazas de los bares y restaurantes, a pesar de que se pueda mantener la distancia de seguridad es, para Carlos Jiménez, presidente del II Congreso Nacional Covid-19 y de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), una proposición muy «interesante» en la lucha no solo contra el Covid-19, sino también contra el «tabaquismo» que va a proteger la salud de los «no fumadores».

La norma actual prohíbe fumar en las terrazas de los locales de hostelería cuando no se pudiera mantener la distancia interpersonal de dos metros, aunque había comunidades autónomas – Baleares, Canarias, Cantabria, Comunidad Valenciana, Asturias y Aragón– que ya lo aplicaban.

Las evidencias científicas han demostrado que el coronavirus se transmite a través de aerosoles. Explica Carlos Jiménez que «al fumar y exhalar el humo, ya sea tabaco convencional o dispositivos electrónicos, se expulsan diminutas gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas; pero además, al fumar, es inevitable llevarse la mano a la boca o a la nariz o a la cara, lo que facilita la entrada del virus en el aparato respiratorio».

Carlos Jiménez, presidente del II Congreso Nacional Covid-19 y de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)
Carlos Jiménez, presidente del II Congreso Nacional Covid-19 y de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) – SEPAR

Estas gotitas respiratorias, también llamadas gotitas de Flügge, son partículas diminutas, invisibles al ojo humano, expelidas al hablar, toser, estornudar o respirar, que pueden transportar gérmenes infecciosos de un individuo a otro.

Al fumar y exhalar el humo, ya sea tabaco convencional o dispositivos electrónicos, se expulsan diminutas gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas

Y sabemos, apunta el presidente del II Congreso Nacional Covid-19, que pueden permanecer hasta 30 minutos en el aire en suspensión y alcanzan hasta los dos metros de distancia, lo cual les permite acceder a través las vías respiratorias a las personas del entorno y contaminar superficies donde pueden permanecer horas en función del tipo de material.

La sociedad que preside el doctor Jiménez ya había advertido, además, que las sustancias tóxicas del humo del tabaco disminuyen las defensas de los pulmones, lo que facilita que los virus y las bacterias puedan infectar los pulmones de fumador con mayor frecuencia que los de uno que no consume tabaco. Asimismo, las células pulmonares de los fumadores, tanto los de cigarrillos manufacturados como electrónicos, son especialmente susceptibles a ser infectadas por el SARS-Cov-2.

El tabaquismo mata en España a cerca de 60.000 personas cada año y el consumo pasivo de tabaco es responsable de la muerte a entre 3.500 y 4.000 individuoscarlos jiemenz separ

La medida, que afectaría tanto el cigarrillo tradicional, al electrónico, a las pipas de aguas y a los dispositivos IQOS, es asimismo relevante por lo que supone en la reducción el número de personas que fuman y en la protección de los no fumadores. No hay que olvidar, recuerda Jiménez, que el tabaquismo mata en España «a cerca de 60.000 personas cada año» y que el consumo pasivo de tabaco es responsable de la muerte a entre «3.500 y 4.000 individuos».