El paro supera la barrera de los cuatro millones tras sumar a 44.436 desempleados en febrero

Tras el mal comienzo de año, el mercado laboral sigue sin remontar el vuelo perjudicado por la tercera ola de la pandemia y febrero deja unos datos incluso peores de lo esperado. El paro llegó finalmente a los 4.008.789 tras sumar a 44.436 desempleados en el segundo mes del año. Hay que recordar que en España no se superaba la barrera de los cuatro millones de parados desde abril de 2016, cuando todavía se sufría la resaca de la anterior crisis económica. «El aumento del desempleo es una consecuencia del impacto en el ámbito laboral de las severas restricciones impuestas por la tercera ola de la pandemia», según admite el Ministerio de Trabajo en la nota enviada a los medios.

Del lado de la ocupación, la Seguridad Social registró 18.850.112 afiliados medios tras sumar solo 20.632 cotizantes con respecto a la media de enero (0,11%). Además, se ahondó en el empeoramiento del ritmo interanual de caída de la afiliación ya que con relación a febrero de 2020, el sistema ha destruido 400.117 puestos de trabajo (-2,08%). Más de la mitad de estos, hasta 289.055, corresponden a la hostelería, uno de los sectores más afectados por los cierres y la falta de turistas.

A la cifra de más de cuatro millones de parados habría que sumarle los trabajadores que se encuentran en la cuerda floja de los ERTE más los autónomos que están cobrando la prestación de cese de actividad, es decir, casi seis millones de personas. En concreto, otra cifra que evidenció el deterioro del empleo fue el aumento en 160.414 del número de personas incluidas bajo el paraguas de los ERTE, hasta un total de 899.383 contabilizados a fecha del pasado 27 de febrero. Estos casi 900.000 trabajadores en suspensión de empleo se encuentran en una especie de limbo laboral ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados.

Desde Asempleo interpretan que las empresas de los sectores más dañados por la crisis del Covid han optado por dos vías: rescindir contratos o acogerse de nuevo a un ERTE. «Son datos malos sin paliativos, sobre todo, si se comparan con meses anteriores de febrero, pero también porque evidencian las consecuencias de una crisis sanitaria -y sus consiguientes restricciones- que se dilata y compromete la situación económico-financiera de buena parte de nuestro tejido empresarial», asegura el presidente de Asempleo, Andreu Cruañas.

«Los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social, hechos públicos hoy, no por esperados dejan de resultar muy preocupantes. Así, en febrero, volvemos a cifras de afiliación por debajo de los 19 millones de ocupados, con algo más de 400.000 afiliados menos que en el mismo mes del año anterior, que marcó el momento previo a la pandemia. No puede ignorarse que un menor volumen de afiliados reduce la capacidad de resiliencia del Estado para hacer frente a la cobertura de protección social», advierten desde la CEOE.

Afiliación media a la Seguridad Social
Afiliación media a la Seguridad Social – ABC

Si desgranamos los datos, vemos que la cola del paro registrada en las oficinas del SEPE se incrementó sobre todo en el sector servicios, con 36.877 personas parados más; en la agricultura, 6.174 personas desempleados más, y entre el colectivo de personas sin empleo anterior en 5.872 personas. Por contra, la cifra de parados inscritos se redujo en 5.116 personas construcción y se mantuvo relativamente estable en industria con 629 parados más. Por edades, el desempleo entre los jóvenes menores de 25 años subió un 2,6% en febrero, con 9.280 parados más que en enero, mientras que el desempleo de las personas con 25 años y más subió en 35.156 desempleados

La rúbrica de contratos continuó reflejando el escaso dinamismo del mercado de trabajo y durante febrero ascendieron a un total de 1.212.284, es decir, un 24% menos que en el mismo mes de 2020. De ellos, 132.431 tenían carácter indefinido y supusieron el 10,92% de los contratos. El resto de los contratos, hasta completar el total de 1.212.284 del mes de febrero de 2021, fueron 6.466 de carácter formativo y 1.073.387 otro tipo de contratos temporales. En definitiva, los contratos temporales, que representan el 88,5% del total de los firmados, retrocedieron un 23,8% en términos interanuales y los contratos indefinidos disminuyeron un 25,7%.

Ayudas directas

Ante este escenario, expertos y representantes de empresas y trabajadores insisten en la necesidad de implantar nuevas medidas y ayudas directas tanto para compañías como para trabajadores. «Urge, por un lado, acometer medidas de acompañamiento de las empresas que perviven y pueden ser viables para garantizar una recuperación económica y facilitar, por otro, los mecanismos para que los que se ven expulsados del mercado de trabajo, regresen lo antes posible. El éxito de la recuperación estará relacionado con la capacidad de reubicar a estos trabajadores en las nuevas oportunidades», destaca Cruañas, de Asempleo.

«O llegan ayudas directas a autónomos y pequeñas empresas o la mitad de los trabajadores en ERTE y la mitad de los autónomos que están en cese de actividad engrosarán las cifras de paro y causarán baja en la Seguridad Social», advierte, por su parte, el presidente de ATA, Lorenzo Amor. «Las yudas directas deben ser en forma de transferencias directas a los autónomos, a las pequeñas empresas, que en estos momentos tienen serias dificultades económicas para sostener su actividad, para sostener empleos. No podemos hacer experimentos. España tienen que hacer lo que han hecho otros países. Aunque es cierto que tenemos los ERTE y la prestación por cese de actividad, lo que están haciendo es sujetar las cifras de paro y de afiliación a la Seguridad Social», remarcó Amor.