Sánchez: «La violencia es un ataque a la democracia, el Gobierno garantizará la seguridad ciudadana»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha roto su silencio tras los altercados violentos de los últimos días en Madrid, Barcelona y Valencia bajo el paraguas de unas protestas para denunciar el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel. La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, denunció ayer los actos vandálicos y cuestionó los planteamientos de Unidas Podemos (UP) alentando las protestas y negándose a condenar la violencia provocada en las mismas.

Sánchez evitaba hacer una declaración pública. Pero el presidente del Gobierno ha aprovechado un acto en Mérida para presentar el plan de recuperación económica para defender que el Gobierno ya ha manifestado que va a abordar la «tarea pendiente» de modificar en el Código Penal los delitos asociados a la libertad de expresión.

«La democracia española tiene una tarea pendiente que es ampliar y mejorar la protección de la libertad de expresión. Existe además un consenso amplio dentro de la sociedad para amparar mejor la libertad de expresión en línea con la regulación que existe en otros a de los países europeos. Y el Gobierno mejorará la protección legal de la libertad de expresión», ha expresado.

No obstante, también ha considerado «inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia» en una «democracia plena» como España. Así, no solo rechaza las declaraciones del vicepresidente Pablo Iglesias poniendo en cuestión el Estado de derecho español, sino que también rompe con sus socios que no han condenado los actos vandálicos.

La coalición de Gobierno volvía a vivir en sus últimas horas uno de sus frecuentes picos de tensión. El presidente ha defendido este viernes que «no hay excepción a esta regla». Y tras evitar en los dos últimos días un posicionamiento al respecto, Sánchez ha dicho que «no hay causa, ni lugar ni situación que pueda justificar el uso de la violencia». La oposición pidió el cese de Iglesias esta semana y había lamentado el «silencio cómplice» del presidente.

«La violencia no es una libertad»

Sánchez ha dicho que «la violencia no es una libertad, es un ataque a las libertades de los demás», y ha asegurado que en tanto que «la violencia es un ataque a la democracia», el Gobierno «hará frente a cualquier forma de violencia y garantizará la seguridad ciudadana».

También ha reflexionado en torno a que la democracia ampara la libertad de manifestación y la libertad de expresión, «incluso la expresión de los pensamientos más infames y absurdos», pero que a la vez «la democracia nunca, jamás ampara la violencia». Porque «la violencia es lo contrario a la democracia», ya que violencia es la negación de la democracia. Y ha simplificado al final su posición al respecto: «mejorar la protección a la libertad de expresión y actuará contra cualquier forma de violencia».