Nadal, a tercera ronda por la vía rápida

Prosigue Rafael Nadal en este Abierto de Australia sin mancha alguna. Cogiendo más horas de vuelo y de calentamiento para su espalda y para su confianza. Despachando a gusto, cómodo y sin peligro, a Michael Mmoh, un tenista de esta nueva época, musculado y trazas como un jugador de baloncesto, 23 años y sin nada que perder.

Mostró, eso, músculo por momentos y alguna delicatesen para seguir ajustándose al tenis de los mayores, pero no tuvo mucho que ofrecer ante Nadal, sobrio, sin especular y soltando cada vez más la derecha para afinarla. Un entrenamiento de calidad para seguir el camino que lo cruzará ahora ante Norris o Safuillin.

Imprimía Mmoh buena velocidad en sus saques, estirados hasta el techo cerrado de la Rod Laver Arena porque en este verano australiano también ha hecho aparición la lluvia. También mostraba buenas maneras con la derecha. Pero ahí estaba siempre Nadal, sin atisbo de dudas, mejorada la derecha, afinado el revés, caliente ya la espalda para ofrecer los mejores golpes, sobre todo con el servicio.

Noqueó en el primer set. Más suelto Mmoh en el segundo, hubo más batalla, más detalles de uno y más confianza del otro. Incluso tiempo para el espectáculo, bochornoso, de una espectadora que dedicó una peineta al español y obligó a que el partido se detuviera unos minutos. Nadal contestó a la peineta con tres saques directos para casi sentenciar esa manga. Así se las gasta Nadal ante las interrupciones.

Es verdad que despistó un poco a ambos. Pero también el estadounidense nacido en Arabia Saudí de padre nigeriano y madre irlandesa (y con doble nacionalidad de Estados Unidos y Australia) comenzó a desplegar sus músculos y sus piernas con más fuerza. Una situación que todavía impulsó más al español. Centrado y concentrado, despejó las acometidas con más certeza si cabe. A más nivel el uno, mucho más el otro.

Y con un doble break despachó el tercer capítulo. Más allá de las once de la noche australiana, Nadal se metía en tercera ronda, cada vez má seguro desde el fondo, con destellos en la red, que tanto ha mejorado, con alguna doble falta de más de lo que suele ser habitual (3 en algo menos de dos horas de encuentro), pero con muchas cosas para estar contento. Sobre todo por ese final en el que le Mmoh le hizo mejorar en un partido en el que, sin desplegar sus mejores armas, le funcionó como trampolín para lo que venga.

«Esta noche ha sido positiva, muy buenas noticias para mí ganar en tres sets. Siempre tengo mucho respeto por mis rivales. Estuve viendo vídeos en Youtube para conocer cómo era su tenis y estar preparado. He mejorado mi revés durante mi carrera. Es un golpe muy importante porque puedo abrir la pista y encontrar ángulos. No, no quiero saber qué es lo que quería decirme la señora de antes, no», finalizó Nadal entre risas por ese desagradable momento vivido.