Von der Leyen admite que la UE fue “demasiado optimista” respecto a las vacunas

El Parlamento Europeo fue un bastión crítico a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, cuando los jefes de Estado y de Gobierno propusieron en julio de 2019 a la ministra de Defensa alemana para ponerse al frente del Ejecutivo comunitario. Obtuvo los votos necesarios, pero con muchas dificultades. Sin embargo, desde entonces, el núcleo duro de la Eurocámara se ha convertido en uno de sus aliados más estrechos.

Von der Leyen sabe cómo hablar con el Parlamento Europeo, cómo gestionarlo. Dialoga mucho con los principales eurodiputados, sabe quién tiene ascendencia sobre otros miembros del Pleno y sabe ganarse su confianza. Sabe también cómo armar su coreografía: antes de hablar en público sobre la estrategia de vacunación europea, que ha acumulado muchos errores en las últimas semanas, Von der Leyen se ha reunido a puerta cerrada con los principales grupos. Que las críticas más feroces y el tono duro se escuche fundamentalmente sin cámaras ni micrófonos delante.

Pasado ese trance y habiéndose reunido con los principales grupos de la Eurocámara, también con alguno de los más críticos como la Izquierda Unitaria Europea, Von der Leyen ha comparecido este martes ante el Pleno del Parlamento Europeo para entonar el ‘mea culpa’ respecto a algunos de los errores cometidos en esta fase inicial de la estrategia europea de vacunación. Eso sí, tras escuchar a los eurodiputados con los que más confianza tiene, la alemana haya abandonado el hemiciclo, sin llegar a responder a los miembros de la cámara, para realizar una entrevista con medios alemanes.

Llegamos demasiado tarde para autorizar, fuimos demasiado optimistas en lo que respecta a la producción masiva, y tal vez estábamos demasiado seguros de que lo que pedimos se entregaría a tiempo”, ha asegurado Von der Leyen en su discurso ante los eurodiputados. Ahí están la mayoría de las claves de lo que en Bruselas se cree que ha fallado a la hora de la estrategia: se ha ido lento, y seguramente se han manejado mal las expectativas. Tanto a nivel europeo como nacional.

Eso sí, la presidenta de la Comisión Europea mantiene su defensa respecto a la estrategia como idea, es decir, que la compra se haya realizado de forma conjunta a nivel europeo. “No puedo imaginar lo que habría sucedido si un solo puñado de grandes jugadores, grandes Estados miembros” hubieran acaparado la mayoría de dosis de las vacunas, dejando a algunos otros países con menos capacidad de compra sin acceso a las mismas.

La alemana también ha cargado de forma indirecta contra parte de la industria farmacéutica, un mensaje especialmente dirigido a AstraZeneca, la farmacéutica que ha incumplido su contrato con la Comisión Europea y finalmente entregará únicamente 40 millones en vez de los 80 millones a los que se había comprometido para el primer trimestre.

“La ciencia ha superado a la industria”, ha señalado Von der Leyen, en referencia a la velocidad con la que se ha logrado encontrar una vacuna, pero la falta de preparación de parte de las farmacéuticas para producir las dosis suficientes. “La industria debe adaptarse al ritmo de la ciencia”, ha subrayado la presidenta del Ejecutivo comunitario, que ha recordado que la Unión Europea ha adelantado dinero a las farmacéuticas con las que ha firmado contratos para que pudieran estar listas para la producción masiva tan pronto como hubieran recibido la luz verde de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

Von der Leyen también ha abordado uno de los principales objetivos de críticas: la puesta en marcha del llamado Mecanismo de Transparencia y Autorización de Exportaciones, por el que las farmacéuticas deben solicitar permiso a los Estados miembros para poder exportar dosis de sus vacunas producidas en territorio europeo. Cuando se presentó dicho mecanismo se incluyó una polémica referencia al artículo 16 del Protocolo de Irlanda, que se integra en el Acuerdo del Brexit de enero de 2020 y que permite suspender parte del mismo protocolo, que tiene como objetivo evitar que surja una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.

Se incluyó esa referencia sin consultar con Dublín y sin medir bien las consecuencias políticas que podría acarrear, lo que provocó fuertes críticas a la Comisión Europea. En un primer momento, el círculo cercano de Von der Leyen trató de cargar las culpas sobre los hombros de su vicepresidente Ejecutivo a cargo de Comercio, Valdis Dombrovskis, pero finalmente la alemana decidió admitir la responsabilidad durante las reuniones a puerta cerrada con los grupos. Este martes, la presidenta de la Comisión Europea ha señalado ante el Pleno que “se cometieron errores” durante la puesta en marcha del mecanismo y ha asegurado que se “arrepiente” de los mismos, aunque finalmente la sangre no llegara al río y se retirarán los polémicos párrafos del texto legal del mecanismo.

Por último, Von der Leyen ha cerrado su discurso prometiendo establecer un puente entre el Parlamento Europeo y la Comisión Europea para que los eurodiputados puedan tener acceso a los contratos firmados por el Ejecutivo comunitario con las distintas farmacéuticas, cumpliendo así con una de las exigencias de la Eurocámara: mayor transparencia en el asunto de los contratos para compras adelantadas de dosis de las vacunas.

Los principales grupos han apoyado a Von der Leyen. Manfred Weber, del Partido Popular Europeo, y Dacian Ciolos, de los liberales de Renew Europe, han preferido poner el acento sobre el futuro de la estrategia. Por su parte, Iratxe García, líder de los Socialdemócratas y una de las personas más cercanas a Von der Leyen en la cámara a pesar de pertenecer a familias políticas distintas, ha sido la que ha hecho una defensa más encendida de la estrategia europea y de la presidenta de la Comisión.

“Esta semana he escuchado de todo: fiasco, fracaso… Estos mensajes calan en la ciudadanía que tienen mucha frustración y que está esperando mucho de la UE”, ha señalado García, pidiendo a sus colegas que se realicen críticas “que sean necesarias”, pero “en tono constructivo y con lealtad institucional” para no minar la estrategia europea de vacunación que es “la única posible”.