«Jamás creí que vería Madrid en esa situación»

Son las nueve de la mañana pero el reloj de la fachada del ayuntamiento marca las seis y veinte. Se paró en algún momento de esta semana, una de las más duras que ha vivido Madrid en años: azotada por Filomena, por la tercera ola del coronavirus, por la explosión de gas de la Calle Toledo y por un viento huracanado que ha tirado decenas de árboles. La entrevista con José Luis Martínez-Almeida arranca frente al reloj parado, en la plaza de Cibeles, donde un tronco de considerable tamaño acaba de sucumbir al temporal, venciendo la verja que rodea el cuartel general del Ejército de Tierra. Con la sensación de estar viviendo en un estado de excepción constante y con unas ojeras considerables, Almeida habla con los equipos de emergencias y repasa la situación de la ciudad.

El primer año y medio de alcaldía ha sido accidentado, pero el alcalde aspira a una segunda legislatura. Dice confiar en la estrategia de Isabel Díaz Ayuso para frenar el coronavirus y critica con dureza la «desaparición» de Pedro Sánchez en toda la tercera ola. También tiene claro que en las próximas generales no tendrán muchas opciones si se vuelven a presentar tres partidos en el centro derecha: «O lo abordamos o nos lo pedirán los votantes. Hay riesgo de perder gobiernos si no vamos juntos».

Pregunta. La tercera ola del covid, Filomena, la explosión en la calle Toledo y ahora el viento tira los árboles. Vaya arranque de año, ¿no?

Respuesta. Desde luego estamos teniendo una serie de infortunios y desgracias. Pero yo me quedo con lo que el otro día vimos en la calle Toledo. Con una explosión de esas características, en un momento de incertidumbre y caos, los madrileños se tiraron a la calle a ayudar a la gente. Hay que ser valiente y solidario para hacerlo. Sin saber lo que había pasado o si podía haber alguna otra explosión. Y además hubo una actuación extraordinaria de los servicios de emergencias del Ayuntamiento.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)

P. Hablando de Filomena, ¿puede reconstruir con el mayor detalle posible qué hizo el viernes que empezó la gran nevada?

R. A las once de la mañana ya estaba nevando. Me advierten de que la nevada empieza antes de lo previsto y con más fuerza. Me voy al centro de pantallas de calle 30, que no lo tenía previsto, y vemos las cifras de tráfico que manejamos para esa tarde. De ahí, ya me reúno con el equipo de emergencias y por la tarde me muevo al centro de control de tráfico del ayuntamiento cuando la nevada empieza a ser más intensa. Los responsables de Tráfico ya nos advierten de que la situación se está complicando. Ahí nos planteamos una de las cuestiones más polémicas de la gestión: qué hacer con los autobuses de la EMT. Y pensamos que tenían que continuar porque transportaban a 110.000 personas. Tuvimos que elegir entre autobuses o personas.

De allí me fui al centro de emergencias de la ciudad, que está en Manuel Becerra, y estuve aproximadamente hasta las 2:30 de la mañana, cuando me fui a descansar unas horas. Desde esa tarde teníamos dos obsesiones: las personas atrapadas y qué hacer al día siguiente si se cumplían las previsiones de que pararía de nevar. Todo lo que no hiciéramos antes de la madrugada del domingo a lunes, que empezaban las heladas de menos ocho y menos diez grados, sería muy complicado de hacer después. Ese fue el ‘leitmotiv’ en mis conversaciones con los ministros Robles y Marlaska para que Madrid no se quedara bloqueada durante mucho tiempo.

Recuerdo una imagen que llevaré siempre conmigo. En la vuelta a casa en coche, sobre las 2:30 de la madrugada, al ver la ciudad completamente nevada. No se distinguía el asfalto de la calzada. Era una ciudad fantasma. Jamás creí que vería Madrid en esa situación.

P. ¿Cuándo tuvo la certeza de que iba a ser más grave de lo que habían previsto? ¿Hubo algo concreto que le hiciera abrir los ojos?

R. Sí. Además de las previsiones de Aemet, aquí manejamos distintos modelos de predicciones meteorológicas con otros organismos oficiales. El momento en el que vimos desbordadas las previsiones fue cuando esa noche, entre las 21:00 y las 22:00, nos hicimos con el parte del aeropuerto de Barajas, que además suele acertar. El parte para el día siguiente decía que la nevada superaría los 40 centímetros.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)

P. ¿Ahí pensaron que no habían tenido la información suficiente?

R. Los partes oficiales de Aemet —y digo los partes oficiales, no los titulares de que venía la nevada del siglo— hablaban de una nevada de 20 centímetros. Y los recibimos el mismo día, cuando ya estaba nevando. Nos teníamos que guiar con ese documento, no por lo que pensáramos o creyéramos. Más de 20 centímetros de nieve en una ciudad como Madrid era muy difícil de gestionar. Sabíamos que la situación iba a ser complicadísima, pero es que se duplicó e incluso triplicó en algunos puntos.

P. Estos días en los que hemos visto a políticos con palas o ayudando en labores de limpieza, muchos ciudadanos nos preguntamos cuánto tiempo dura eso. ¿Sostienen unos segundos las palas para hacerse la foto o están un rato más trabajando?

R. Lo desconozco porque yo no lo he hecho. No sé el resto de políticos. Pero sí pienso que cualquier ayuda es útil; y que igual que se nos pide a los políticos ejemplaridad en muchos aspectos, si tenemos esa proyección hacia la sociedad y transmitimos esa imagen, me parece bien salir con una pala.

P. ¿Usted nunca tuvo dudas de que declararían Madrid zona catastrófica?

R. No la teníamos porque la nevada no tenía precedentes hasta el siglo pasado, era la primera vez que en Madrid se declaraba la alerta roja desde la Aemet y porque 50 centímetros de nieve en la ciudad es una catástrofe. A eso hubo que sumarle heladas durante días, lo que dificulta la recuperación considerablemente.

P. Lo que parece que no cuadra en Moncloa es la factura de 1.400 millones.

R. Nosotros tenemos que cuantificar todos los daños por cualquier concepto. El encaje legal tendremos que empezar a hablarlo con el Gobierno de la Nación. Y ahí veremos qué cifra encaja con la ley, si hay que modular alguna o si otra se ha quedado corta. Es una cuestión de sentarse en una mesa. Pero nuestra obligación es cuantificar todos los daños que se han producido.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)

P. Algunas ciudades han sido muy críticas con la gestión de Madrid. El alcalde de Soria decía en un reportaje con este diario que le extrañaba una reacción tan tardía en la capital.

R. No creo que sean situaciones comparables. Con todo el respeto, pero la ciudad de Soria no es comparable al tamaño de Madrid. A mí me habría gustado que me hubieran llamado primero. Les hubiera podido explicar. Creo que no hay que ir a un enfrentamiento entre alcaldes. Me podrían haber llamado y luego hacer declaraciones. Muchos son socialistas y lo que dicen no es contra Madrid solo, también afecta a sus compañeros de Fuenlabrada, Alcorcón, Leganés, Móstoles, Parla… Y todos están igual. ¿También piensan que han tenido falta de previsión o que el ministro Ábalos tampoco la tuvo por tener Barajas parado? Si se nos critica, se nos critica a todos. No solo por las siglas del PP. En la Comunidad de Madrid hay gestión de PP y PSOE. A mí, por cierto, me han llamado muchos vecinos de Soria para decirme que no creyera que la situación se había solventado.

P. Es cierto que Madrid no está preparada para estas nevadas porque no suceden casi nunca. Pero grandes ciudades con más experiencia hacen trabajos durante las precipitaciones para evitar que cuaje la nieve. ¿Se podría haber hecho algo así? ¿El problema aquí fue la falta de experiencia, la falta de medios, las dos cosas?

R. Puede sonar a que doy excusas. No es mi intención. Yo doy explicaciones y que los lectores juzguen. Nunca la ciudad tuvo un preparativo frente a una nevada como el que hemos tenido. Un dispositivo de 3.000 personas trabajando durante la semana anterior a que cayera un copo de nieve. Se repartieron más de 3 millones de kilos de sal por la ciudad. Pero es verdad que cuando una nevada alcanza una cota de 50 centímetros no hay forma de que no cuaje. Sinceramente lo digo, es que es imposible.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)

P. La tercera ola del coronavirus nos ha vuelto a estallar, exactamente igual que pasó con la segunda. ¿Funciona la estrategia de Ayuso? Insiste en las zonas básicas de salud y aunque el toque de queda lo adelanta a las 22 horas, sigue siendo de los más laxos.

R. Hay que ver cómo evoluciona. En la segunda ola, la Comunidad de Madrid fue durísimamente criticada. Incluso le impusieron de manera unilateral un estado de alarma a pesar de que se demostró que la estrategia funcionaba. La Comunidad insiste ahora en la misma estrategia y habrá que dar un voto de confianza. También es obvio que si los números siguen subiendo tendremos que avanzar a escenarios más restrictivos en Madrid. Que sean las autoridades sanitarias quienes lo determinen.

P. ¿Si la situación se dispara, el PP apoyaría un confinamiento estricto?

R. Antes de entrar en esa hipótesis y de pedirle esto al principal partido de la oposición, quien tiene que asumir la responsabilidad es el Gobierno. Es obvio que el mecanismo de cogobernanza ha fracasado. La estrategia del Gobierno ha pasado por distintas fases. Una, soy el comandante en jefe durante la primera ola y cada semana me dirijo a los españoles para transmitir tranquilidad. Aquello culminó diciendo que habíamos vencido al virus y que había que disfrutar. Después, en la segunda ola, el Gobierno decidió que todo el problema estaba en Madrid y buscó ese culpable. Y, por último, decidió que si venía una tercera ola lo mejor era desaparecer. ¿Alguien ha escuchado a Pedro Sánchez sobre la tercera ola o sobre los problemas de vacunación? Yo creo que nadie. No sabemos nada. Está desaparecido. Lo primero es saber que hay un Gobierno que está dispuesto a asumir el mando y la responsabilidad. Mientras eso no ocurra se retrasará la salida de la pandemia.

Espero que los madrileños no se sientan incómodos con mi papel como portavoz del PP

P. Ya que ha hablado de la posición del PP, muchas veces tiene que hacer el ejercicio de decir si habla como alcalde o como portavoz nacional. ¿Se siente incómodo con esta dualidad? Por ejemplo, defendiendo la situación de Madrid y, al mismo tiempo, que Castilla y León haga lo contrario.

R. No me siento incómodo con el doble papel que tengo. Lo que sí espero es que no sean los madrileños los que se sientan incómodos con ese doble papel. Desde el momento que acepté la portavocía nacional entendí como un riesgo que los madrileños pudieran percibir que dejaba mi condición de alcalde para ser portavoz del PP. Pero también dije que, dado el momento que vive España y si uno está en un proyecto político, hay que dar un paso al frente.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)

¿Me pregunta si a veces puede haber contradicciones? Yo no las veo. Lo que pienso es que Castilla y León, por ejemplo, lo que le dice al Gobierno es que si le ha delegado toda la responsabilidad le tiene que permitir tomar decisiones. Lo que le dice Madrid es que, de acuerdo a su situación epidemiológica y sanitaria, no considera que tenga que adelantar el toque de queda. No son posiciones contradictorias.

P. ¿En qué son diferentes los dos sombreros que tiene Salvador Illa como ministro y candidato del PSC de los que tiene usted?

R. Una diferencia fundamental. La portavocía es una cuestión orgánica. Nadie discute tampoco que el presidente del Gobierno sea secretario general de su partido, o que el alcalde de Valladolid sea portavoz del Partido Socialista. La dualidad de cargo orgánico y cargo representativo no es objeto de debate. Aquí hablamos de cargo institucional —ministro de Sanidad— y candidato a la Generalitat de Cataluña. Y llegan los problemas.

Cuando estamos en la tercera ola necesitamos al ministro de Sanidad 24 horas y siete días a la semana. No estamos en una situación ordinaria y los que hemos sido candidatos sabemos que cuando tienes una campaña electoral a un mes vista es muy difícil pensar en otra cosa que no sean las elecciones. Pero es que además los ciudadanos están muy cansados. Están dudosos con algunas decisiones que tomamos las instituciones, y sin embargo les pedimos que cumplan en todo momento con las normas. Cualquier atisbo de que hay un conflicto de intereses puede ser perjudicial para el cumplimiento de las mismas.

P. Antes ha mencionado el caso de Castilla y León. ¿Desobedece al no cumplir el decreto?

R. Tiene un informe de sus servicios jurídicos que le avalan. Yo me pongo en mi papel de alcalde y, cuando tengo que tomar una decisión, lo que hago es asesorarme con mis servicios jurídicos. Luego puedo equivocarme o no, pero no tomo una decisión de esas características sin tener un soporte legal detrás. El problema es que, si hay tantas dudas jurídicas al respecto, ¿por qué no tocamos el decreto del estado de alarma?

«Es muy difícil que los proyectos se cumplan en cuatro años, y menos con esta legislatura que estamos teniendo»

P. Pues su partido tampoco tiene claro que haya que tocarlo.

R. Por eso lo digo. Hay una cierta confusión y lo que hay que hacer es aclararlo y dar seguridad jurídica a quien toma las decisiones. Lo que no puede ser es transferir la responsabilidad y, al mismo tiempo, obviar que eres tú a quien le corresponde ese decreto de alarma. Si hay dudas, y parece razonable porque hay un debate jurídico, lo normal es habilitar los instrumentos legales necesarios para disiparlas. Porque la intención de la Junta de Castilla y León no es otra que doblarle el pulso a la pandemia y al virus. Por cierto, recordemos que una de las promesas de Pedro Sánchez fue habilitar la normativa para las CCAA y fortalecer esa seguridad jurídica. Otra promesa incumplida.

P. Además de Filomena y el coronavirus, un tema importante en Madrid. Por fin los precios del alquiler se suavizan, pero a costa de una caída del turismo salvaje y la desaparición de viviendas de uso turístico. ¿Es una buena noticia o no?

R. Es una buena noticia que los alquileres bajen, pero que sea por un elemento tan coyuntural no lo es. Es bueno que la gente pueda acceder a una vivienda, pero la bajada de precios se tiene que mantener en el tiempo. Por eso estamos actuando intensamente en este ámbito. No hay que restringir la oferta, sino equilibrarla con la demanda. Queremos facilitar el acceso a la vivienda a los jóvenes y por eso estamos hablando con las plataformas de viviendas turísticas, para que pasen a ser viviendas de alquiler. No solo tiene la ventaja de que los jóvenes se independicen, sino que se recupere población en el centro de Madrid, que para nosotros es fundamental.

También podemos facilitar suelo que tenemos en el Ayuntamiento. Por ejemplo, Urbanismo trabaja para que las diversas parcelas puedan salir a venta, dirigidas a cooperativas de vivienda. A eso hay que sumar el desbloqueo de algunos desarrollos como los del Sureste y Madrid Nuevo Norte. Con los cuatro años de gobierno de la izquierda se estranguló la oferta. Nosotros cambiamos eso y también tenemos que aprovechar las consecuencias de la pandemia, como ha sido la caída del turismo o nuevos mecanismos de liquidez para ayudar a la gente joven.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)

P. ¿Y no le parece que son dos tensiones opuestas, que tiran hacia un modelo de ciudad diferente? ¿Alquileres bajos y turismo masivo es compatible?

R. Sí. Las viviendas de uso turístico están pendientes de una regulación a tres niveles: nacional, autonómico y local. Nosotros estamos esperando una sentencia del TSJM que nos va a permitir delimitar el elemento jurídico para regularlas adecuadamente. Mi opinión es que Madrid se caracteriza por un turismo de alto nivel adquisitivo. Tenemos un turismo con el mayor gasto per cápita en España, que en general ronda los 280 euros al día. Esto se va a haber reforzado como consecuencia de la reapertura del Four Seasons, del Ritz y del Villa Magna. Es un sector del turismo al que tenemos que prestar especial atención porque nos trae valor añadido y se basa en las fortalezas de Madrid: turismo de negocios y convenciones, compras, gastronomía y cultura.

P. Con todo esto encima de la mesa, ¿se ve como alcalde otra legislatura?

R. Yo, desde luego, aspiro a tener una segunda legislatura. Creo que eso es razonable. Los proyectos es muy difícil que se cumplan en cuatro años, y menos con esta legislatura que estamos teniendo. Así que reconozco que aspiro a otra como alcalde de Madrid.

P. ¿Y también se ve como líder del PP de Madrid?

R. No. Lo que pienso es que el líder de Madrid lo tendrán que decidir los afiliados. Pero me ratifico en que me siento muy cómodo en el esquema actual que tiene el PP de Madrid.

P. O sea, que usted insiste en la tercera vía para dirigir el partido y que no sea ni la presidenta ni el alcalde.

R. Yo creo que el esquema que mejor funciona es el que hay en estos momentos, con dos cargos institucionales como la presidencia de la Comunidad y la alcaldía de Madrid junto con un presidente del PP que es Pío García Escudero y Ana Camins como secretaria general.

P. ¿Cree que PP y Ciudadanos deberían ir juntos a futuras citas electorales?

R. Lo que creo es que tres marcas en el centro derecha lo que garantizan es la tranquilidad de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en la Moncloa. Y, por eso, creo que a este proceso nos van a obligar directamente los votantes del centro derecha. No entenderían que siguiéramos concurriendo en tres marcas. Y es que en esas condiciones es muy difícil ganar las próximas elecciones. En ese marco, el PP es el único capaz de aglutinar una gran mayoría transversal.

P. ¿En el Ayuntamiento de Madrid usted se ve liderando una lista conjunta?

R. Eso habría que preguntárselo a Ciudadanos. Lo que sí creo es que en todos los ámbitos (nacional, autonómico y local) tres fuerzas en el centro derecha ponen en riesgo nuestros gobiernos. Y si no se hace esa reflexión entre los partidos del centro derecha, nos acabarán obligando los votantes.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (Jorge Álvaro Manzano)

P. Repite Casado que mientras Vox exista, la izquierda seguirá gobernando. Pero no da la impresión de que vaya a desaparecer. El CIS catalán dice que habrá sorpaso. ¿Les preocupa?

R. ¿La encuesta del CIS? Yo hablo de cosas serias, no del CIS.

P. Más allá del CIS, ninguna encuesta dice que Vox se desinfle lo suficiente. Y ellos reivindican un espacio propio que no es el del PP.

R. Pues es lo que les dijimos en la moción de censura. Que nosotros no somos como Vox ni compartimos muchos de sus postulados. Otros sí, para qué negarlo. Y por eso se enfadaron tanto.

P. Algo que ha ocurrido en otros países con el surgimiento de una derecha, digamos, alternativa es que obliga al partido de la derecha tradicional a converger. En España estaba ocurriendo esto hasta la ruptura en la moción de censura. ¿Cree que la derecha tradicional tiene que marcar distancias o hay que intentar disputar esos votos?

R. La posición del PP es que tenemos un proyecto político propio, al margen de Vox y Ciudadanos. Tenemos ese proyecto, que es el único capaz de aglutinar a una gran transversalidad de votantes, y que no se sustenta solo en una posición ideológica clásica. También muchos votantes que ven peligrar el modelo constitucional de 1978 saben que el PP es un refugio. Y por eso Vox quiere llevarnos a sus postulados y Ciudadanos hacia los suyos. No se dan cuenta de que ni somos Vox ni Ciudadanos. Somos el Partido Popular y los únicos que podemos conectar con todos aquellos que ven amenazado nuestro modelo de convivencia con esta situación política.