Amancio Ortega (84 años) puede sentirse muy orgulloso de lo logrado hasta la fecha. No solo porque el gigante textil Inditex da trabajo a miles de personas, ya sea directa o indirectamente, y por hacer las delicias de los amantes de la moda posibilitando que todo el mundo tengan acceso a las últimas tendencias, también porque ha conseguido ganarse el cariño de todos con su carisma y personalidad.
Como decía el propio Pablo Isla en una entrevista: «Inditex respira Amancio Ortega por todas partes: en su cultura, en valores como la humildad, el trabajo en equipo, al mismo tiempo la ambición, la autocrítica, el permanente esfuerzo por mejorar, el compromiso, la pasión, la autonomía en la decisión, el gestionar la empresa como si fuéramos un montón de emprendedores… Todo esto forma parte de esa cultura, como lo es la visión de medio y de largo plazo, por supuesto sin olvidar nunca el corto plazo».
Buena cuenta de ese buen hacer lo dan sus trabajadores que, a la mínima que pueden, ovacionan al empresario. Durante la celebración navideña de la empresa, rindieron homenaje al fundador del grupo, que no pudo contener la emoción con la sorpresa de sus empleados en las instalaciones de Arteixo (La Coruña).
La jornada comenzó con una sorpresa para ellos: un jersey navideño en color rojo junto con una mascarilla para poner un poco de alegría en esto año tan sombrío para todos por la pandemia del coronavirus. Tras repartirse los regalos del amigo invisible, se reunieron en la zona de Zara, la más cercana al puesto del empresario, para rendirle una sentida ovación seguida del abrazo de su hija, Marta Ortega.
La emoción del momento, unido al bonito gesto de la niña de sus ojos, provocó que Amancio Ortega no pudiera contener las lágrimas. Recuerda a la sorpresa que le dieron por su 80 cumpleaños. En aquella ocasión, la plantilla de la compañía puso en marcha un «flashmob» dedicado al fundador de la empresa.
