El Ministerio de Sanidad remarca que ya lo anunció: si cambiaba la tendencia descendente de la curva epidemiólogica, el acuerdo del pasado 2 de diciembre por el que se prevén medidas de salud pública frente al Covid-19 para la celebración de las fiestas navideñas se vería modificado y, en su caso, endurecido. Así, hoy, catorce días después de aquella estrategia inicial, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud «modula» el plan bosquejado desde el órgano presidido por el ministro de Sanidad, Salvador Illa y en el que incluía, entre otras, la limitación de movilidad para reagrupaciones familiares y con allegados, la imposición de un toque de queda nocturno (que se puede anticipar en Nochebuena y Nochevieja) y las restricciones a diez familiares en mesa de dos unidades diferentes, como máximo. Salvador Illa ha remarcado que el plan de Navidad se mantiene («no moverse y quedarse en casa») y permite a las autonomías limitar la movilidad, bajar de los diez comensales permitidos y anticipar el toque de queda en los días que considere oportunos.
Esta tarde el ministro de Sanidad ha vuelto a reunirse en sesión telemática con todos los consejeros del ramo, a quien el Gobierno ha trasladado la petición de adoptar medidas más restrictivas de las inicialmente aprobadas. Cabe recordar que de ese acuerdo, que ya se criticó por ser «de mínimos, se descolgaron las comunidades de Cataluña y Madrid; mientras otras, como Andalucía, pusieron en solfa por contener términos ambiguos como el de «allegados», un «coladero», denunció, para los viajes.
«El Acuerdo de 2 de diciembre ya preveía que las medidas adoptadas podrían variar dependiendo de la evolución epidemiológica. Visto el incremento del riesgo de transmisión de coronavirus, y en atención también a la situación observada en otros países (como Alemania e Italia, por ejemplo), es importante hacer una evaluación del riesgo continuo de la situación que permite escalar las medidas de control de forma rápida ante cambios en la tendencia. Esta evaluación debe llevarse a cabo en cada autonomía y territorio», recoge el acuerdo al que van a llegar hoy Sanidad y las autonomías. Se modificarán los cuatro primeros apartados del acuerdo del día 2, que atañen a la entrada y salida en las autonomías y ciudades autónomas (en el periodo comprendido entre el 23 de diciembre y el 6 de enero), con limitaciones ya fijadas por cada región; los encuentros con familiares y allegados marcados en diez personas; la movilidad nocturna y las restricciones en los eventos navideños, así como en la hostelería y la vía pública.
Estos son los cuatro puntos nucleares del plan de navidades. Y fuentes gubernamentales insisten en que su planteamiento va a ser el de endurecer estas medidas. Recuerdan que su propuesta inicial hace semanas fue la de limitar a 6 personas las reuniones en el ámbito privado, dando a entender que defienden un retorno a esos parámetros. Estas fuentes gubernamentales también se muestran favorables a «estrechar» la libertad de circulación entre autonomías. Sin descartar la prohibición de estos traslados.
Esta mañana en el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno, ya ha apuntado a que «si hay que endurecer el plan de Navidad, no les quepa duda que el Gobierno propondrá a las Comunidades Autónomas endurecerlo».
Por el momento, varias autonomías se han pronunciado ya partidarias de esas nuevas limitaciones: Galicia, incluso, habla ya de una única unidad familiar sentada a la mesa. Y Extremadura suspenderá el Plan de Navidad si llega a los 250 casos de incidencia acumulada, ha anunciado esta mañana.
Rechaza los test rápidos en farmacias
El Ministerio de Sanidad ha aprobado por unanimidad junto a las comunidades el rechazo a los test rápidos y ha pedido a los profesionales de salud que no prescriban test rápidos de anticuerpos que se venden en farmacias, porque no están indicados para diagnosticar.
Así lo ha establecido la ponencia de vacunas, en la que está el Ministerio y todas las comunidades, en un documento que este miércoles ha visto el Consejo Interterritorial de Salud, en el que se concluye que estas pruebas de autodiagnóstico no deben ser utilizadas para determinar la presencia de una infección ni en personas con síntomas ni en asintomáticos.
