El alumno que impone Celaá: sin castellano, sin elección, sin religión y con educación sexual

La «ley Celaá» acaba de pasar la votación en el Congreso. El texto aprobado este jueves recoge las enmiendas que más críticas habían suscitado entre la oposición, como es el caso de la supresión de la referencia al castellano como lengua oficial del Estado en la enseñanza; la fijación de la «excepcionalidad» de la repetición de curso o el arrinconamiento de la asignatura de Religión, que ya no contará para nota. Son solo tres ejemplos de una larga lista de polémicas que marcarán al alumno del futuro y la marcha del sistema educativo. Estos son algunos de los cambios más importantes, que forjarán a los nuevos estudiantes:

Adiós al castellano

El castellano deja de figurar como lengua vehicular de la enseñanza y como lengua oficial del Estado. Recaerá en manos de las comunidades autónomas el papel de garantes del derecho a recibir la enseñanza en castellano y en lenguas cooficiales.

Sin elección

Se elimina la «demanda social» para abrir nuevos centros concertados o aumentar plazas en los ya existentes, lo que según denuncia la educación concertada, da al Estado un poder total para planificar los centros y despoja a esta alternativa educativa de su papel de apoyo a la educación pública.

Además, los concertados no podrán «percibir cantidades de las familias por recibir las enseñanzas de carácter gratuito» o imponer «la obligación de hacer aportaciones a fundaciones o asociaciones ni establecer servicios obligatorios, asociados a las enseñanzas, que requieran aportación económica» por parte de las familias.

Sin religión

La asignatura de Religión será voluntaria y sin materia espejo (es decir, una asignatura alternativa frente a la que escoger) para el alumnado. Así que, quien no la escoja, no ocupará ese tiempo con otra asignatura. Además, la asignatura tampoco contará para nota.

Pasar de curso con suspensos

La repetición de curso será algo excepcional. Los alumnos promocionarán de curso cuando el equipo docente considere que las materias no superadas le permita seguir con éxito el curso siguiente. Además, el texto permite la obtención del título de Bachillerato con una asignatura suspensa o la posiblidad de realizarse esta etapa en tres cursos en lugar de los dos como se ha hecho hasta ahora. Esto significa que los alumnos pueden pasar de 1º a 2º con más de dos asignaturas suspensas en lugar de repetir. En 2º se cursarían las suspensas más las de este curso. En un hipotético 3º curso se matricularían de las pendientes el curso anterior.

Educación afectivo-sexual

El proyecto de ley hace hincapié de forma expresa a la educación sexual, la coeducación y el respeto a la diversidad afectivo-sexual desde los 6 años. Esto posibilitará a los centros la impartición de contenidos sobre visiones variadas y no siempre compartidas por los padres, sobre identidad sexual o temas de género.

Prohibido segregar

Los centros sostenidos parcial o totalmente con fondos públicos no podrán separar al alumnado por su género.

Estudios sobre impuestos

Es la novedad de hoy. PSOE, Podemos, ERC, Junts per Catalunya, Más País y Compromís han añadido el estudio, en la asignatura de Valores Cívicos y Éticos, del «papel social de los impuestos y la justicia fiscal».

Otras asignaturas

Se crea la «Defensa del planeta» para fortalecer las capacidades afectivas del alumno en sus relaciones con el planeta. También se impartirá «Historia de la Democracia» desde una perspectiva de género.