El Gobierno de España se ha decidido, tras meses de peticiones infructuosas, a exigir una PCR negativa a los viajeros que lleguen desde países de riesgo. La prueba, que le demandaban varias regiones –entre ellas Madrid, desde el pasado mayo– deberá realizarse en las 72 horas previas al aterrizaje del avión en territorio español. España cambia de criterio y opta por endurecer los protocolos de entrada meses después de que lo estén haciendo los principales países de su entorno.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, lo comunicó a las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de ayer. La idea fue recibida con alborozo por las autoridades madrileñas, que llevan meses advirtiendo del «coladero» de potenciales contagios en que se había convertido el aeropuerto de Madrid-Barajas. Según datos del Ministerio de Sanidad, Madrid es la región con más casos importados de coronavirus: 703 positivos, desde el 11 de mayo hasta el 22 de octubre, seguida por Canarias, donde han llegado a los 599 casos positivos importados. En el total nacional se han notificado apenas 4.000 casos, indicó el ministro.
«Un país que no cuida sus fronteras no se hace respetar. A nadie le gusta pisar un territorio que no da seguridad, y más en pandemia», recordaba ayer Ayuso, que llegó incluso a enviarle una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula van der Leyen, en octubre solicitando esta medida.
No a las cuarentenas
La resolución que establece los nuevos controles entrará en vigor el próximo 23 de noviembre. Según explicó Illa, España «se alinea con los socios europeos» con esta recomendación de solicitar la PCR en origen, pero rechaza establecer cuarentenas. La PCR, puntualizó, se exigirá a todos los viajeros, y se contará con la colaboración de las aerolíneas para comprobar la acreditación de esa PCR. Si se produce algún problema, existirá la posibilidad de realizar un test de antígenos en el aeropuerto. Y además, se harán controles aleatorios para asegurar que se cumple lo establecido. Se establecen sanciones para quienes viajen sin la PCR.
El «volantazo» de Pedro Sánchez en este tema había comenzado ya a finales de octubre, cuando buscó, junto a sus homólogos europeos, un acuerdo para facilitar el turismo dentro del área Schengen. La nueva medida se une a los controles que se llevaban a cabo hasta ahora en los aeropuertos: de temperatura y un control visual, además de un formulario que cada pasajero debe cumplimentar y que ahora preguntará también si dispone de PCR.
En cualquier momento, se podrá solicitar al pasajero la acreditación del resultado de la prueba. El documento deberá ser el original y podrá ser presentado en formato papel o electrónico. Cuando el Formulario no se haya podido cumplimentar telemáticamente, a través del código QR generado desde la web www.spth.gob.es o de la aplicación Spain Travel Health-SpTH, se podrá presentar en formato papel antes del embarque, acompañado con el documento acreditativo original de realización de la prueba diagnóstica.
Países de riesgo
Los países considerados de riesgo se decidirán según criterios de la Recomendación de la UE que los clasifica en verdes, naranjas, rojos o grises, en función de la incidencia acumulada por 100.000 habitantes en los 14 días anteriores, y el porcentaje de positividad en las pruebas de detección. Los marcados en rojo o los que, dentro de la Unión Europea, superen los 150 casos por 100.000 habitantes de incidencia los 14 días anteriores, serán considerados países de riesgo y quienes viajen desde ellos deberán contar con la PCR. Agencias de viajes y operadores turísticos informarán de si es necesaria esta prueba. Además, se podrán consultar los países afectados en el mapa actualizado cada semana que publicará el Centro Europeo para la Prevención de Enfermedades.
La decisión del Gobierno de España llega sensiblemente más tarde de las que adoptaron, meses atrás, en otras grandes capitales europeas en relación con la seguridad en sus aeropuertos. En los italianos, por ejemplo, el protocolo de seguridad fija que todas las personas que entren en el país y que en los 14 días anteriores hayan permanecido o transitado por España, Bélgica, Gran Bretaña, Francia, Holanda y República Checa deben presentar el certificado de haber sido sometido en las 72 horas previas a una prueba, y deberán pasar otra al llegar.
Medidas más duras
En Francia, los viajeros de países miembros de la UE y una veintena de Estados pueden entrar y salir libremente, pero hay restricciones para un segundo grupo, que incluye a los EE.UU. y a los que se exige un test con resultado negativo. Para un tercer grupo, en que está Brasil y otra veintena de países, larga, se exige realizar un test al llegar o respetar una cuarentena de siete días.
Alemania realizó desde agosto test gratuitos a los recién llegados en aeropuertos y estaciones de tren, además de en varias carpas que gestionaban el Ejército y la Cruz Roja. Desde el 15 de septiembre, si el viajero procede de zona de riesgo, está obligado a guardar una cuarentena.
En Reino Unido tampoco se han implantado los test –ahora en estudio–, pero sí las cuarentenas, de 14 días. YLisboa, para viajeros de fuera de la UE, se debe acreditar el certificado de salud o asumir el coste de un test.
Más de 3.500 casos importados hasta octubre
La medida llega después de que comunidades como la de Madrid insistieran durante meses para que se ejerciera este tipo de control en los aeropuertos. A finales de octubre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya cambió de estrategia y buscó, junto a sus homólogos europeos, un acuerdo para tratar de facilitar el turismo dentro del área Schengen por la vía de hacer tests en origen a los viajeros procedentes de lugares a partir de determinado umbral de incidencia de Covid-19.
Según confirmó el propio Ministerio de Sanidad, la Comunidad de Madrid es la región con más casos importados de coronavirus con 703 positivos diagnosticados desde el 11 de mayo hasta el 22 de octubre, seguida por Canarias, donde han llegado a los 599 casos positivos importados. En el total nacional se han notificado 3.696 casos.
