Alberto Olmos, ganador del Premio de Periodismo David Gistau

El periodista y escritor Alberto Olmos (Segovia, 1975), ganó este martes el primer Premio David Gistau de Periodismo de Opinión. Se lo adjudicó por unanimidad gracias a «Cosas que los pobres deberían saber», artículo publicado el pasado 13 de mayo en el diario digital «El Confidencial». El jurado, que lo eligió entre 350 trabajos en distintos soportes, destacó «la ironía y la sensibilidad» de un texto «que aborda una lacra social, sin caer en sentimentalismo ni en consignas». La ironía es la marca de la casa de Olmos, autor reñido «con las homilías intelectuales» y que celebra «la enorme riqueza» del actual columnismo español.

«Es un orgullo, una alegría y un estímulo recibir un galardón como este en un país con tanto talento», se congratula Olmos. «Lo recibo como un reconocimiento a cinco años de activismo como articulista», se ufana el flamante ganador del premio creado por Vocento y Unidad Editorial y dotado con 10.000 euros. Un galardón concebido como recuerdo y homenaje a la trayectoria del periodista y articulista David Gistau, fallecido en febrero pasado y convertido en un referente del periodismo.

«La pandemia avanza y, por desgracia, las cosas van mucho peor que cuando se publicó el texto», explica el autor de un artículo «que habla con cierta ironía y distancia de una experiencia propia cuando vivía en Usera», un barrio de Madrid muy castigado por la covid. «Habla de alguien que, sin vivir en la indigencia absoluta, debe medir mucho sus gastos y su salidas y lo hace con cierta ironía y humor», precisa Olmos.

Loas miembros del Jurado del Premio de Periodismo David Gistau
Loas miembros del Jurado del Premio de Periodismo David Gistau – ABC

La ironía es un ingrediente primordial en los artículos y novelas de Olmos. «No lo elijo. Tengo la suerte de que la ironía sea mi modo natural de comunicarme. Supongo que tiene que ver con mi carácter, mi experiencia de vida, mi afán por desacralizarlo todo, de provocar en cierta media y no dictar cátedra», resume. «El ciudadano que abre cada día un periódico no está para muchas intensidades y pienso en que la gente se ría un poco, además de irritarse». «No tengo la menor intención de lanzar homilías intelectuales», agrega.

«Escribo para reírme», insiste Olmos, autor de media docena de novelas y colaborador habitual en varios medios y que desde 2015 firma en ‘El Confidencial’ la columna ‘Mala fama’. «Donde hay humor hay humildad. Ponerse serio y grave, a menudo, vale de muy poco. El humor te presenta como un bufón que duda de todo, que no tiene verdades absolutas», plantea.

Lector de Gistau

Olmos no conoció a Gistau pero lo leyó con fruición. «Sus columnas en ABC, en El Mundo y La Razón me parecían de enorme talento y lucidez», dice agradecido a su memoria y a un jurado «plagado de grandes firmas a las que también leo». «El ecosistema del articulismo español es riquísimo; tiene biodiversidad, vigor y está sobrado de talento», señala. «No caeré en la complacencia de Umbral, para quien la mejor literatura se hacía en los periódicos, o en la de Boyero, que dice que el mejor cine se hace en la series. Pero me gusta muchísimo el articulismo español y tengo muy claro cuál es nuestra tradición, en la que destaco la línea que habla de actualidad de forma accesible».

«Si alguien opina todo lo contrario que tú, pero lo hace con gracia, buena prosa y riqueza de referencias culturales que iluminan sus argumentos, lo lees con gusto. Y eso pasa con muchos articulistas de derechas y de izquieradas. No voy a que me adoctrinen, y sí a conocer opiniones con argumentos culturales y morales que te aporten cosas», dice Olmos. «También hay un columnismo insufrible y plagado de obviedades, pero en general es muy bueno. Hay los suficientes bueno y en todos los soportes como para que los insípidos queden en segundo plano y haya mucho y bueno donde elegir», se felicita.

En su primera edición, el premio David Gistau ha valorado piezas de opinión publicadas o emitidas en prensa impresa, online, radio o televisión y publicadas entre enero y junio de 202. El periodista Pedro García Cuartango presidió el jurado que distinguió a Olmos y que formaron figuras de la opinión y la cultura, como Rosa Belmonte, Jorge Bustos, José Luis Garci, Luis Herrero, Emilia Landaluce, Rafael Latorre y Antonio Lucas.

Licenciado en Periodismo y con estudios de Filología Románica, Olmos debutó como novelista con «A bordo del naufragio», finalista del Premio Herralde en 1998, cuando se impuso «Los detectives salvajes» de Roberto Bolaño, y publicó luego ‘Así de loco te puedes volver’.

Residió en Japón durante tres años en los que dio clases de español e inglés, hizo crítica cinematográfica y literaria, y se inició en el mundo de los blogs. En 2006 ganó el Premio Arte Joven de la Comunidad de Madrid con «Trenes hacia Tokio» y publicó luego «El talento de los demás» (2007) y «Tatami» (2008), llevada a escena por la compañía Tanttaka Teatro en 2009, año en el que con «El estatus» consiguió el premio Ojo Crítico RNE. Su bibliografía se completa con «Ejército enemigo» (2011) «Alabanza» (2014) e «Irene y el aire» (2020). Con el alias de Juan Mal-herido escribe un blog de crítica literaria caracterizadas por su irónica acidez

La figura de David Gistau «no tiene fronteras», destacó el jurado. «Su talento y gran repercusión han contribuido a que esta primera edición haya sido todo un éxito con más de 350 candidaturas presentadas por periodistas de perfiles muy diversos y en la que figuran trabajos de una gran variedad de medios con alcance regional, nacional e internacional», recordaba el jurado de un galardón que «aspira a ser referente del periodismo independiente y de calidad» y a «poner en valor el periodismo en mayúsculas, este que de forma honesta y valiente encarnó David Gistau».