Así trabajan algunos de los profesores más sobresalientes de España

Que los alumnos aprovechen al máximo las clases, se interesen por los contenidos y disfruten al adentrarse en la aventura del saber es un reto anhelado por cualquier docente para el que no existe una fórmula única. «Cada maestrillo tiene su librillo», ya saben. La naturalidad en el aula, la cercanía con los estudiantes, la aplicación de metodologías innovadoras… los recursos que utilizan los profesores son incontables. El cierre de los centros educativos decretado en marzo como medida para frenar la propagación del coronavirus ha vuelto a demostrar que son capaces de adaptarse a cualquier circunstancia.

La actividad no podía parar: había que avanzar en las materias, continuar con los trabajos fin de grado y terminar los proyectos iniciados. «Ha sido todo un reto a nivel docente», señala Alejandra Cortés, reconocida como mejor profesora de universidad en la última edición de los premios Educa Abanca. A marchas forzadas, desde el despacho de sus casas, tras la pantalla de un ordenador, han cursado un máster en competencias digitales. «El confinamiento ha sido una formación en uso de herramientas compartidas sin darnos cuenta», apunta Sergio Banderas, mejor profesor de FP en los mencionados galardones. De la misma opinión se muestra Ingrid Mosquera, premio a la innovación educativa SIMO Educación 2019: «Se ha avanzado más en un mes que en seis años. Los profesores siempre vamos por delante de las instituciones porque los alumnos no esperan». En la distancia, aprovechando todas las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, fomentando la cooperación profesorado-alumnado, la transición de la enseñanza presencial a la online se ha superado con nota. La próxima prueba de fuego: retomar la normalidad y reencontrarse con los estudiantes bajo las nuevas reglas que impondrá la pan

«El aprendizaje a lo largo de la vida es algo que nos tenemos que meter todos en vena»

Los alumnos de Alejandra Cortés, profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza, saben que cuando cruzan la puerta del aula, no lo hacen para ser meros receptores de una lección magistral. Aunque ella siempre lleva la batuta, la clase se construye entre todos. «Suelo empezar con preguntas, con que algún estudiante traiga noticias que conozca relacionadas con el ámbito educativo, con frases que hayan leído de algún autor y que les inspire para ser mejores profesionales y personas…», cuenta la docente. Su método de trabajo, que fomenta la participación, la activación crítica del pensamiento y el aprendizaje teórico-práctico, funciona. Y prueba de ello es que fueron los propios jóvenes quienes presentaron su candidatura a los premios Educa Abanca, en los que un comité de expertos valoró aspectos como la calidad docente y satisfacción del alumnado, la investigación y transferencia del conocimiento o su proyección en la sociedad.

Más allá de los conocimientos, Cortés se esfuerza para que los estudiantes adquieran competencias transversales, como las dotes de comunicación o la capacidad de resolución de conflictos, esenciales en una profesión, «la más bonita del mundo», en palabras de la profesora, donde la interacción personal está a la orden del día. «Un maestro muchas veces asienta el germen de lo que luego cada uno decide hacer con su vida. Puede producir un daño importante o una impronta muy significativa en la persona», recalca.

Consciente de la responsabilidad que conlleva enseñar a los docentes del futuro, Cortés es una firme defensora de la formación continua: «El aprendizaje a lo largo de la vida es algo que nos tenemos que meter todos en vena». Sin embargo, aboga porque sea una decisión voluntaria. «Tiene que ser algo muy del ADN, yo hago formación que ya no me sirve para nada a nivel de currículum, sino que lo hago por amor al aprendizaje y disfruto un montón», asegura la docente, que en sus inicios profesionales trabajó en un centro de Secundaria de Benasque (Huesca) que le dejó huella. «La escuela rural te proporciona más cercanía a las familias, un entorno muy seguro para organizar salidas con el alumnado… En casi todas las asignaturas que he impartido he tenido una vinculación muy fuerte con la escuela rural para que la conociesen porque, además, la realidad de Aragón es que muchos alumnos inician sus pasos en ella», dice.

Entre los retos pendientes de la universidad española, menciona alcanzar una mayor agilidad burocrática e intensificar la vinculación con la sociedad. «Nuestros artículos y referencias valen mucho, pero también vale mucho la transferencia. La universidad tiene que ser un puzzle en el que hagas la parte de docencia, de investigación, de gestión y de vínculo con la sociedad», concluye Alejandra Cortés.