El ministro de Sanidad subió a la tribuna del Congreso este jueves para defender el real decreto de prórroga del estado de alarma por seis meses, hasta el 9 de mayo. Se trata de la medida de excepcionalidad más importante de la historia democrática, pero el presidente del Gobierno decidió asistir al debate desde su escaño. Salvador Illa se dirigió directamente al Partido Popular, aumentando de nuevo la presión sobre el primer partido de la oposición: “Deben hacer una reflexión y tomar la decisión. Pueden acertar y unir sus fuerzas al Gobierno”. Pidió a los populares demostrar «si es un partido de Estado» y si está «en la oposición constructiva o con la ultraderecha» de Vox.
Aunque el grupo popular tenía previsto que interviniera su portavoz, Cuca Gamarra, finalmente fue Pablo Casado quien irrumpió en la tribuna. Lo hizo sin papeles y, según dijo, «por alusiones después de que el ministro se dirija a mi grupo durante diez minutos». Reprochó al Gobierno estar “parapetándose en las comunidades autónomas” a las que envió “su agradecimiento” independientemente del partido al que pertenecen sus presidentes. “Las comunidades están dando la cara por la pandemia a pesar de la caótica gestión política del Gobierno y judicial”, aseguró Casado, confirmando que su partido se abstendrá.
“Nos abstendremos hoy para no dejar sin mecanismos a las comunidades autónomas que están dando la cara”, dijo, sin dejar de señalar “al presidente ausente” en referencia a que Sánchez ya no estaba en el pleno del Congreso. Los populares ya avanzaron ayer que su sentido del voto sería ese.
Casado también puso el foco en los “expertos inexistentes” que el Ejecutivo utiliza “para justificar la duración de seis meses”, “y encima dicen que lo hacen todos los países europeos cuando no lo hace ninguno”, volvió a repetir Casado, criticando que Sánchez eluda todo control parlamentario. El líder popular volvió a explicar la propuesta de su partido que el Gobierno no tuvo en cuenta. Alargar el estado de alarma durante dos meses, ocho semanas en total, para permitir a las comunidades actuar y, al mismo tiempo, avanzar en una alternativa jurídica que evite recurrir a la alarma para limitar la movilidad de los ciudadanos.
En dos semanas, de hecho, se debatirá la proposición de ley de los populares a esos efectos (una reforma de la ley orgánica de 1986) que permitiría a las autonomías tomar decisiones sin necesidad de contar con aval judicial ni tampoco la aplicación del estado de alarma. Casado reprochó a Illa “no haber hecho referencia a ello” en su intento por obviar cualquier mecanismo alternativo que evite la herramienta de excepcionalidad.
Casado volvió a lamentar “profundamente” la ausencia de Sánchez en las Cortes y aseguró haber sido “tan ingenuo” que había decidido no intervenir entendiendo que se produciría un “debate técnico” capitaneado por el ministro de Sanidad. “Pero no. Hemos visto al ministro acusando al PP y echándonos en cara que las comunidades tengan que usar los mecanismos legales y sin asumir con coraje, determinación, eficacia y patriotismo la lucha contra la pandemia”.
El PP, dijo su líderes, “sí lo hará” y volvió a defender “una abstención crítica para no dejar el campo sanitario descubierto ni avalar el atropello del Gobierno”. Casado también confirmó que su partido recurrirá en Europa el mecanismo utilizado por el Gobierno, ante la Comisión de Venecia, porque entienden que “ni las Cortes podrán ejercer su labor de control”.
