El Banco de España le muestra a Pedro Sánchez la verdadera clave para elevar los ingresos: subir el IVA

El Impuesto Sobre el Valor Añadido (IVA) es la figura en la que España presenta un mayor margen de mejora en sus ingresos respecto a la media europea. Los datos así lo apuntan y así lo constató ayer el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien durante su intervención en el Congreso expuso que esta situación se debe al mayor número de productos gravados con un tipo inferior al general. Le indicó al Ejecutivo, por lo tanto, en qué figura y de qué modo puede buscar parte de los ingresos que requiere para llegar «a los niveles de Europa». Y, sin embargo, el IVA es prácticamente la única figura en la que el acuerdo de Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no contempla un incremento.

«La recaudación impositiva en España, incluyendo los ingresos por cotizaciones sociales, es inferior a la del promedio de la UEM en unos 2 pp. En torno al 40% de esa diferencia se explica por los menores ingresos del IVA, consecuencia del mayor porcentaje de bienes de consumo tasados al tipo reducido o superreducido», explicó Hernández de Cos ante la comisión de Reconstrucción.

El año pasado, este impuesto recaudó 71.538 millones de euros y fue, tras el IRPF, el segundo que más aportó. Pero según lo apuntado por el gobernador y lo manifestado en más de una ocasión por el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Comisión Europea, existe un importante margen de mejora. Y por ello, los diferentes organismos han recomendado al Ejecutivo revisar el impuesto, actuando especialmente sobre el número de artículos que están en el reducido (10%) o superreducido (4%).

Pero el acuerdo de Gobierno, como ya se ha apuntado, no contempla en absoluto estas recomendaciones. De hecho, las pocas actuaciones que se prevén sobre el IVA son las reducciones en el tipo de gravamen de «los servicios veterinarios y de los productos de higiene femenina». Y ese es el objetivo del Ejecutivo, volvió a recordar también ayer la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, quien además subrayó que tiene el convencimiento de que existe «margen fiscal» para elevar los ingresos a través de las líneas ya pactadas: elevar el IRPF a las rentas altas, tasa Google, tasa Tobin, armonización entre comunidades, fiscalidad verde y Sociedades.

A esta última figura también se refirió Hernández de Cos al señalar que, si bien no tanto como en el caso del IVA, en Sociedades existe asimismo margen de mejora respecto a la media europeas. Sin embargo, en este caso existe una cierta discusión sobre si realmente el impuesto puede dar mucho más de sí. La pasada semana, el Consejo General de Economistas fue claro al apuntar que, según los datos de la OCDE y medido en relación al PIB o al total de ingresos tributarios, la recaudación en España «está por encima de Francia y Alemania».

El Gobierno, en cambio, rechaza este discurso, mantiene que las empresas deben abonar más y, de hecho, el endurecimiento de Sociedades es una de las claves de su plan fiscal: quiere imponer un tipo mínimo del 15%, que sería del 18% para entidades bancarias y compañías petroleras. Y los representantes empresariales, por supuesto, defienden que ya pagan unos impuestos altos y que el Ejecutivo no tiene en cuenta medidas como la doble imposición. Lo que dicen los datos de la Agencia Tributaria es que el año pasado la recaudación cayó un 4%, hasta los 23.733 millones.

Propuestas y advertencias

De vuelta a la comparecencia de Hernández de Cos, el máximo responsable del BdE advirtió de la dureza de la crisis, de que sus efectos serán persistentes y volvió a exigir a los políticos acuerdos a lago plazo con los que hacer frente a la grave recesión, el ingente aumento de la deuda pública y el incremento del paro. «Me reafirmo en la necesidad de un acuerdo político de varias legislaturas», apuntó, ahondando así en lo ya manifestado en su anterior intervención en el Congreso.

Pidió, además, medidas concretas como el inicio inmediato de los trabajos para reformar las pensiones, ámbito en el que apostó por un ajuste intergeneracional que impida que las próximas generaciones carguen con la mayor parte del ajuste. Señaló también que «tiene sentido mantener los ERTE y asegurar los mecanismos de flexibilidad para las empresas»; pidió revisar los procesos de insolvencia empresarial; y rechazó que exista la necesidade de dar forma a una banca pública.