Más de cien detenciones en Bielorrusia tras el arresto del principal rival de Lukashenko

Unas 120 personas han sido arrestadas en varias ciudades de Bielorrusia por manifestarse contra la detención de un candidato opositor y otros activistas de cara a las elecciones del 9 de agosto.

El presidente del país, Alexander Lukashenko, dijo que diversas fuerzas «desde el Este y el Oeste» estaban tratando de desestabilizar Bielorrusia, pero que las «máscaras han sido arrancadas de su cara» y los «títeres y titiriteros en el extranjero» han sido identificados. «No permitiré que nadie rompa este país». «Hemos logrado adelantarnos, abortar un gran plan de desestabilización de Bielorrusia y la llegada de una especie de Maidán (en referencia la revolución ucraniana de 2014)», denunció, según la agencia oficial BelTA.

Lukashenko, en el poder desde 1994, asegura que este plan de desestabilización política en Bielorrusia está parcialmente impulsado por Moscú y, en particular, por el consorcio gasístico Gazprom. Pero ha sido la frustración ciudadana respecto a la gestión de la crisis del coronavirus y las quejas sobre la economía y los derechos humanos las que han revigorizado la oposición.

La cercanía de las elecciones ha vuelto a agitar las calles. Todo empezó cuando decenas de personas se reunieron en el centro de Minsk para un último día de recogida de firmas para los aspirantes a candidatos en las elecciones presidenciales del 9 de agosto. Los participantes se pusieron en fila a lo largo del bulevar de la Independencia. La policía los empujó a una plaza cercana, bloqueando el acceso a Internet en el área. A continuación se sumaron más protestas.

Lukashenko ha gobernado con puño de hierro durante 26 años y hasta hace unas semanas muchos bielorrusos no imaginaban el final de su mandato. «Ahora la verdadera revolución de la esperanza ha comenzado en Bielorrusia y está absolutamente claro que el régimen de Lukashenko está viviendo sus últimos días», explica Natalia Radina, jefa del portal opositor Charter97. Radina dejó Bielorrusia tras denunciar la persecución por parte del régimen. Lukashenko, que ha permitido poca disidencia en la ex república soviética desde que llegó al poder, afronta ahora el mayor desafío a su autoridad.

El día de antes miles de personas se habían manifestado a favor de Viktor Babariko (que dirigió el Belgazprombank, de propiedad rusa durante 20 años), tras haber sido detenido bajo sospecha de presuntos delitos financieros. Babariko ha aumentado su popularidad a medida que se acercaba el día de la votación y su campaña electoral dice que ha recogido casi 435.000 firmas: más de cuatro veces el mínimo requerido de 100.000 para poder concurrir. Cientos de residentes de Minsk formaron una cadena humana en la capital bielorrusa en solidaridad con el candidato, que es visto como el rival más sólido del presidente. Las imágenes difundidas por los medios relanzaron las protestas.

Precisamente Gazprom y Gazprom Bank poseen un 49 % del capital social de Belgazprombank, cuyo control fue asumido por el Banco Nacional de Bielorrusia. La parte rusa consideró este movimiento una violación del derecho internacional. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, advirtió de que el Estado ruso defenderá los intereses de sus compañías.

Desde su oficina de campaña denuncian que Babariko no tuvo acceso a sus abogados durante los interrogatorios. La Unión Europea pidió a Bielorrusia que liberara de inmediato a Babariko y a su hijo Eduard (que ejerce como jefe de campaña) y garantizara el pleno respeto del estado de derecho. Esta crisis bielorrusa llega justo en un momento en el que Lukashenko había conseguido mejorar las relaciones con la UE, desde donde fue señalado muchas veces como «el último dictador de Europa».

«Los bielorrusos han despertado. Espero que todo concluya pacíficamente, pero si los bielorrusos salen a la calle, yo también saldré. Ya viví suficiente tiempo en la Unión Soviética y no quiero volver», aseguró a Efe Babariko desde Minsk horas antes de ser detenido. Junto a él al menos 80 personas fueron detenidas en la capital bielorrusa. Y en las ciudades de Gomel, Vitebsk y Bobruisk fueron arrestadas unas diez personas en cada una.

También hubo detenidos en Mogilev, Grodno y Novopolotsk. De acuerdo con TASS, el grupo de detenidos en Minsk incluía un equipo de la oficina bielorrusa Radio Libertad y un cámara de Reuters. También un periodista Belsat, un fotógrafo del portal Tut.by, y los corresponsales de EuroRadio. Otros representantes de los medios de comunicación también fueron detenidos. A última hora de la tarde de ayer los periodistas fueron liberados, así como varios activistas.