«Trapero es autor directo de la sedición porque puso a los Mossos al servicio del proceso sececionista»

El mayor de los Mossoss Josep Lluis Trapero fue «indispensable» para la comisión del delito de sedición, para dar cobertura al referéndum del 1-O bajo la apariencia de una actuación policial que en realidad no se estaba produciendo. El acusado consintió e ideó un plan para que pareciera que se estaba cumpliendo el mandato judicial de prohibirlo cuando lo que se estaba haciendo en realidad era una dejación de funciones dentro de una «estrategia prediseñada« por la que ya fueron condenados los líderes independentistas en el Tribunal Supremo. Así lo ha asegurado este lunes en la Audiencia Nacional el fiscal Miguel Ángel Carballo durante la exposición de su informe de conclusiones definitivas. En un duro alegato, Carballo ha defendido el delito de sedición situando a Trapero como autor directo del mismo a Trapero.

A juicio del fiscal, la estrategia del «mayor» estuvo clara desde el primer momento: el «qué» lo tenían claro (el mandato judicial de impedir la consulta) pero el «cómo» corrió por su cuenta, y para ello no dudó en poner a los Mossos al servicio del «procés» con «tibieza, inactividad y un plan absolutamente ineficaz en el que no faltaron seguimientos a la Policía Nacional y a la Guardia Civil ni casos de auténtica complicidad» con quienes habían ocupado los colegios.

«Todo era subsidiario a impedir el referéndum, quitar fuerza a cualquier intervención para evitarlo porque tenían que ser parte del pueblo. Pero ¿de qué parte del pueblo? ¿De la que estaba con la ley o en contra?», se ha preguntado Carballo. El fiscal comenzó su intervención dejando claro que «esto no es ni ha sido nunca un juicio a un cuerpo policial con el que la Audiencia Nacional ha trabajado con éxito y ha salvado vidas. Otra cosa es que alguno de los acusados confundiera el cuerpo policial con sí mismo», dijo en referencia a Trapero.

«Se dedicaron a todo, menos a impedir el 1-O»

A su juicio, con el plan de Trapero para el 1-O los Mossos «se dedicaron a todo menos a impedir el referéndum». Siguieron a los demás cuerpos, buscaron pelotas de goma, no hicieron uso de sus unidades de orden público (y las que se utilizaron no llevaban material), no cambiaron sus planes de actuación pese a ser rechazados por el fiscal superior, no buscaron la coordinación, no cerraron centros de votación… «Fue una tomadura de pelo», apostilló Carballo.

Tampoco se cree que Trapero tuviera un plan para detener a Puigdemont como el propio mayor desveló como testigo en el Tribunal Supremo y aludió luego en este juicio de la Audiencia Nacional. «Resulta curiosa tanta pasividad, tan poca actuación cuando se le pide y que cuando nadie se lo pide planee esto», dijo el fiscal, quien considera que simplemente el mayor «se vino arriba» cuando declaró en el Alto tribunal. En cualquier caso, ha dicho, ese plan ya sería una acusación posdelictiva, es decir, cuando ya sabía que estaba siendo investigado en la Audiencia Nacional.

Tras repasar los testimonios que considera más significativos de todos cuantos han pasado por este juicio (ha destacado los del coronel Pérez de los Cobos como coordinador del dispositivo, el del número dos de Trapero, Ferrán López, y el de mossos que estuvieron presentes en el asedio a la Guardia Civil el 20-S), así como la prueba documental, Carballo ha aludido a dos cuestiones básicas: una, la importancia que para el mayor y sus mandos políticos resultaba la imagen de los Mossos de cara al independentismo y dos, el hecho de que, pese a estar en funciones de Policía Judicial, Trapero informara a sus superiores sobre las instrucciones que iba dando el fiscal orientada a impedir el referéndum y que debían mantenese en secreto.