¡Atención adolescentes: La banca siempre gana!

«El juego puede acabar con todo». Así de tajante se muestra el experto de la UNIR, Joaquín Manuel González-Cabrera, para alertar y advertir a los adolescentes sobre «el peligro de las apuestas online» ante el importante incremento de la presencia de jóvenes en casas de apuestas o intentando ganar dinero a través de páginas de Internet.

Datos que, además, se confirman con las estadísticas oficiales que muestran que la tendencia sigue «en aumento» y ante «lo que debemos hacer algo, empezando por ese triángulo que forma la familia, la escuela y la sociedad» porque «es un problema que nos puede afectar a todos», ha afirmado a Ep el también director del Grupo de Investigación Ciberpsicología de UNIR.

González-Cabrera ha explicado en una entrevista a Ep que, de unos años hasta ahora, «el perfil del jugador de apuestas ha cambiado». En concreto, la Dirección Oficial de Ordenación del Juego destaca en sus informes que el mayor volumen de jugadores online «se sitúa en personas de entre los 18 y los 35 años» cuando, antes, la edad era superior.

Con ello «queda patente» que cada vez más jóvenes se suman a esta tendencia en la que ven «dinero fácil» en un mundo «en el que, si uno se engancha, es devastador», ha afirmado. En su análisis, el experto de la UNIR ha querido diferenciar entre las apuestas tradicionales, «las que conocemos de toda la vida» y las «nuevas modas» que se traducen, sobre todo «en el mundo online y los locales de apuestas deportivas que funcionan con una metodología conocida como ‘apuestas en caliente’». Además, en este nuevo «riesgo», el teléfono móvil o los dispositivos tecnológicos también tienen «mucho peligro» porque, si algo está claro para el profesor de la UNIR es que «muchos jóvenes han apostado por estas vías».

Informe «Estudes»

En concreto, y según el informe ESTUDES, cuyo valor radica en que es ministerial, visualiza alguna serie de problemática relacionadas con las drogas en general y también, desde hace unos años, incluye las apuestas. En 2016-2017, el informe indicaba que el 6,4 por ciento de los estudiantes de entre 14 y 18 años había jugado con dinero en Internet en el último año y hasta un 13,6 por ciento ha jugado con dinero fuera de Internet.

Por su parte, en el estudio de 2018-2019, la prevalencia de jugar on line era del 10,3 por ciento y la de jugar de manera presencial subió hasta un 22,7 por ciento. En dos años, «el aumento es muy importante», ha reflexionado el experto. Dicho estudio se ha obtenido con una muestra de 2.691 adolescentes con edades comprendidas entre los 11 y los 19 años de 16 centros españoles de Educación Secundaria Obligatoria.

De estas cifras, 883 (el 33%) admitieron haber apostado online en alguna ocasión. La mayoría, 602, eran muchachos y el resto chicas. Además, el denominado Cuestionario para el Diagnóstico de Apuestas Online (Online Gambling Disorder Questionnaire) determina si los menores se hallan en riesgo de tener un problema de apuestas online, si ya lo tienen o si, incluso, sufren un trastorno por juego patológico online.

Entre los resultados, «se comprobó que 60 de los 883 participantes (6,8%) que habían apostado online alguna vez presentaban alguna de estas problemáticas. Además, se pudo comprobar que aquellos diagnosticados con un trastorno de juego patológico online (24 de los 60, y casi el 1% del total de todos los participantes en el estudio) se asociaban a unas puntuaciones significativamente mayores de estrés, ansiedad y depresión que quienes no tenían este diagnóstico».

Para el experto está claro que «nadie va a desarrollar un problema de juego si no juega», pero lo cierto es que «el riesgo está ahí» y «en auge». «Visto en perspectiva es muy demoledor», ha reflexionado. González-Cabrera explica que «no hay una única causa concreta que pueda explicar porqué un joven tiene la necesidad de apostar», pero «sí que hay múltiples causas que apuntan a un mal mayor». Entre ellas, ha destacado, «el juego cada vez está más normalizado entre chicos y chicas, sobre todo por Internet».

La publicidad

En este punto, ha afirmado, como ha ocurrido siempre «el juego tradicional (casinos, bingos…) está más estigmatizado por diversos motivos. A la gente no le suele gustar que le vean entrar en esos sitios, y una vez dentro, hay un contexto de privacidad evidente», pero en el caso de las apuestas on line «la normalización viene, entre otras estadísticas, fruto de la publicidad» por lo que considera positivo la regulación de la publicidad de los juegos de azar y apuestas similar a la de los productos del tabaco.

Desde el año 2012 -ha proseguido- «ha habido un incremento en la publicidad de apuestas online incluso en franjas horarias de máxima audiencia y con personajes públicos que ponen un valor y una marca positiva a apostar y esto para el público adolescente es importante».

Ante ello y como sociedad «debemos hacer algo» porque es fundamental que los jóvenes «vean el riesgo que eso conlleva». Así, ha destacado, «hay que trabajar en el ámbito de la familia la explicación de ciertas cuestiones relacionadas con el juego de azar» incluso, afirma, «se puede hacer con un bingo, una quiniela o en cualquier otro escenario controlado donde haya mediación parental y que sirva para explicar, entre otras cosas, el sesgo de ilusión de control o «del experto».

Esto es «la tendencia de las personas a creer que pueden controlar, o al menos influir, los resultados sobre los que en realidad no tienen ninguna influencia». Un ejemplo clásico —ha explicado— es el joven que cree saber «mucho de deportes» y que podría acertar un pleno al 15 en la quiniela.

También se debe reflexionar con ellos «sobre la idea de que no hay nada gratis». El experto afirma que la lógica que hay detrás «es invertir en una persona (adolescente) para convertirlo en cliente». En este sentido, ha explicado, «hay que tener mucho cuidado con los «bonos regalo», pues son la trampa para caer en el proceso». También se les debe recordar que «la banca siempre gana». Ésta es, para el experto, «otra idea importante que debemos transmitir. Si los negocios de juego no fueran rentables no existirían y además son negocios altamente rentables».

«Creen que tienen el control»

Para el experto, el problema es que los jóvenes «creen que tienen el control» pero hay que enseñarles «que eso es lo que las casas de apuestas quieren que creas. Hay que hacerles comprender que no hay nada gratis. Todo cuesta esfuerzo».

Ante esta problemática, «los padres y madres son fundamentales pero, en muchas ocasiones, se sienten desbordados y necesitan ayuda. Ser adolescente es una profesión de alto riesgo y hay que estar pendientes de ellos, en la escuela también». Eso sí, ha proseguido, «muchas veces la escuela no puede atender todos los problemas que tiene un menor porque cada vez hay más y son más nuevos pero es importante que sepan que hay programas que les pueden ayudar a abordar el tema».

En este punto ha explicado que la UNIR está trabajando en una investigación denominada ‘ programasafety.net. A lo largo del curso 2018/19 se ha llevado a cabo el diseño y creación del Programa de Prevención Multi-riesgos de Internet con la intención de ser capaz de prevenir de hasta 9 riesgos relacionados con Internet, además de dotar de serie de habilidades y capacidades a los participantes para gestionar mejor sus recursos por Internet y estar más protegidos.

Finalmente el experto ha querido dejar claro que «las apuestas en caliente son muy perversas. Son realmente un alimento para nuestro cerebro, un tipo y una modalidad de apuesta que se realiza en una cuestión de segundos o minutos, por ejemplo, a la hora de elegir el próximo saque de banda de un partido. El cerebro va rápido pero hay que saber que tienes muchas posibilidades de equivocarte».