Sánchez cesa a un gran especialista en Patrimonio Nacional para colocar a una diputada socialista

Salvo alguna excepción, el presidente del Patrimonio Nacional ha sido siempre una persona que contaba con el visto bueno del Rey, dada la estrecha relación de este organismo con la Corona. A partir de ahora, Patrimonio Nacional lo presidirá una diputada socialista de probada lealtad a Pedro Sánchez. La nueva presidenta de este organismo, María Llanos Castellanos, ya apoyó al actual presidente el Gobierno en las primarias de junio de 2015, cuando Sánchez aspiraba a ser secretario general del PSOE.

Llanos Castellanos cumple el requisito de ser funcionaria que se exige a los presidentes de Patrimonio Nacional, pues es letrada de la Diputación de Albacete. Castellanos sucede en el cargo a Alfredo Pérez de Armiñan, letrado de las Cortes. Pérez de Armiñán dejó el puesto de director general adjunto de la Unesco para hacerse cargo de Patrimonio Nacional, y Castellanos dejará de ser diputada de la Asamblea de Madrid para ocupar este mismo cargo.

Tradicionalmente, existía la costumbre de que este nombramiento se consultara previamente con el Rey, a quien el Gobierno solía ofrecer una terna de nombres para que eligiera. Pero como no existía ninguna ley que obligara a hacerlo, ya con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se omitió este gesto de cortesía, y el Ejecutivo se limitó a informar del nombramiento al Jefe del Estado.

En los casi 44 años de Monarquía Parlamentaria, solo ha habido siete presidentes en este organismo: Nicolás Cotoner, que era Jefe de la Casa del Rey (1976-1986); Manuel Gómez de Pablos, que lo compatibilizó con su cargo de presidente de Iberduero, pues en aquella época no estaba remunerado (1986-1997), los diplomáticos Álvaro Fernández-Villaverde (1997-2005), Yago Pico de Coaña (2005-2010), Nicolás Martínez Fresno (2010-12) y José Rodríguez-Spiteri (2012-2015), y el letrado de las Cortes Alfredo Pérez de Armiñán (2015-2020). Hasta ahora, todos los presidentes de Patrimonio Nacional han tenido un alto nivel profesional, aunque también Rodríguez Zapatero eligió a una persona de su confianza, Martínez Fresno, para el cargo.

A Patrimonio Nacional le corresponde legalmente «la custodia de los bienes de titularidad del Estado afectados al uso y servicio del Rey y de los miembros de la Familia Real para el ejercicio de la alta representación que la Constitución y las leyes les atribuyen». Además de los antiguos bienes de la Corona, administra conventos y monasterios que fundaron los Reyes a lo largo de la historia y que siguen bajo el patronazgo de Don Felipe. Entre otros edificios, custodia el Palacio Real, el Monasterio de El Escorial, las Descalzas Reales, el Panteón de Hombres Ilustres o la residencia de La Mareta, en Lanzarote. En 1957 a Patrimonio Nacional se le asignó también la administración de la Abadía del Valle de los Caídos, monumento contra el que el Gobierno socialistas mantiene una hostilidad que no oculta.