Teresa Rodríguez tira la toalla y abandona la dirección de Podemos Andalucía por sus discrepancias con Iglesias

Teresa Rodríguez abandona la dirección de Podemos Andalucía. Así lo ha transmitido en los últimos días a otros dirigentes del partido que dan por segura una decisión que lleva semanas meditando, como adelantó El Independiente. Rodríguez ofrecerá una rueda de prensa este jueves por la mañana para explicar los motivos de su marcha del aparato del partido y aclarará el futuro del grupo parlamentario en Andalucía, ya que los anticapitalistas tenían la intención de mantener sus escaños para que no corriera la lista y entraran como diputados dirigentes de IU con los que comparte el partido Adelante Andalucía.

Rodríguez, cofundadora de Podemos, se ha mantenido fiel al espíritu original del partido que luchaba contra el bipartidismo y que consideraba que el PSOE era igual que el PP. Bajo esa premisa, Podemos Andalucía ha sido muy crítico con la gestión socialista tanto de Pedro Sánchez como de Susana Díaz, con la que no quería pactar para gobernar en coalición, como sí ha hecho Pablo Iglesias.

El hecho de tener que respaldar la directriz nacional de apoyar ese Gobierno de coalición, a pesar de sus contradicciones, de las escasas competencias de los ministros de Podemos y de las experiencias previas de gobiernos de coalición con el PSOE, ha generado un malestar en la dirección andaluza que la lleva a no presentarse a la Asamblea Ciudadana que elegirá a la nueva ejecutiva del partido.

El cambio en la dirección andaluza coincidirá con la convocatoria del tercer congreso estatal de Podemos, Vistalegre 3, que blindará a Pablo Iglesias al frente del partido, dificultando procesos como el que tenía previsto Rodríguez para convertir a la federación andaluza -constituida en Adelante Andalucía en su coalición con IU- en un sujeto político propio a modo del resto de confluencias de Podemos como la gallega o la catalana.

Los planes de Iglesias para Podemos pasan por culminar la fusión orgánica con IU, en una consolidación de Unidas Podemos a nivel federal que puede complicar esa unidad de acción andaluza para una estructura de partido confederada. De hecho, el sector Anticapitalista también ha comunicado al vicepresidente segundo del Gobierno su intención de salirse de Podemos con la posibilidad de formar alianzas electorales en próximos comicios. Así lo ha explicado el propio Iglesias.

«Cuando no se puede seguir juntos lo importante es hacer las cosas bien, con respeto y camaradería», aseguró el lunes en una entrevista, abriéndose a la posibilidad de que en el futuro, Anticapitalistas alcance alianzas electorales con Podemos. Iglesias destacó la «coherencia» de ese sector del partido a la hora de mantener su postura y abogó por «separarse sin gritos y sin mal rollos».

Rechazo al Gobierno de coalición

En un documento político para el debate de la Asamblea Andaluza, publicado a finales de noviembre y titulado Ser Luna Llena, los anticapitalistas andaluces exponían su desacuerdo con el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. «La ministra Nadia Calviño es más clara que Sánchez: no tocar el marco laboral y económico, para poder hacer alguna pequeña concesión, siempre que el contexto fiscal sea favorable, algo que está por ver ya que se acercan nuevos nubarrones de recesión en el horizonte», señala el texto, para advertir de que al PSOE sólo se le puede controlar «con un competidor fuerte en el plano político, con la mano tendida, pero sin mimetizarse y con un proyecto fuera de los consensos neoliberales y de régimen».

En el documento, Rodríguez hace un recorrido por esa experiencia inicial de Podemos frente al PSOE, para recordar que «un día eso cambió». «Cambió primero en pequeño, la experiencia de gobierno de coalición de Castilla La Mancha estaba llamada a ser la experiencia piloto, acabó devorándonos, haciéndonos desaparecer y reforzando al PSOE, que ganó con mayoría absoluta, y a Vox, que hoy es la tercera fuerza con un 22% de los votos».

Efectivamente, Podemos-IU-Equo Castilla-La Mancha se quedó fuera del parlamento autonómico en las elecciones del 26 de mayo del año pasado, después de que sus dos diputados, José García Molina y David Llorente, entraran en el Gobierno de Emiliano García-Page, que rentabilizó esa alianza recuperando la mayoría absoluta perdida en 2015. La dirección castellanomanchega del partido dimitió en bloque después de que su líder, García Molina, pasara de ser vicepresidente autonómico al paro.

«En los gobiernos en minoría con el PSOE hay cierta tendencia a regalarles tus logros de buena gestión (véase Castilla La Mancha) y asumir como propias sus contradicciones, sabedores además de que nuestra base social es más crítica y más exigente que la suya. Sobre este último escenario, a las andaluzas no se nos olvida como Diego Valderas», dirigente de IU que fue vicepresidente de José Antonio Griñán (PSOE) en la Junta, «tuvo que anunciar en rueda de prensa los peores recortes sociales de la historia de Andalucía», recuerdan los anticapitalistas, que insisten en que la única forma de gobierno es hacerlo en solitario, siguiendo el ejemplo de José Manuel González ‘Kichi’ en Cádiz, que en mayo renovó su mandato.

Teresa Rodríguez tenía previsto convocar la Asamblea Ciudadana Andaluza en el mes de marzo con ese objetivo: volver a presentarse o buscar una alternativa de consenso que impidiera al denominado ‘pablismo’ hacerse con la dirección andaluza. Las dudas de los anticapistalistas del sur sobre si presentarse a un nuevo mandato o no ha sido aprovechado por la dirección estatal para desbaratar sus planes.

Iglesias ha aprovechado la convocatoria del congreso estatal del partido, conocido como Vistalegre 3, para convocar también la elección de los secretarios generales autonómicos en el mes de mayo de «aquellos territorios que en estos momentos no disponen de dirección electa, en los que finalizó su mandato o en aquellos que lo consideren oportuno».

Andalucía se encuadra en la segunda categoría. De esta manera, en vez de celebrarse en marzo con un debate propio, la dirección andaluza debe sumarse a la convocatoria estatal y celebrar su congreso en mayo, poco después de la entronización de Pablo Iglesias como secretario general sin candidato alternativo tras convertirse en vicepresidente del Gobierno. Subido a esa ola, el líder del partido aspira a tomar el control de las federaciones territoriales con candidatos afines a la dirección estatal.