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Urkullu adelanta las elecciones vascas al 5 de abril para alejarlas de las catalanas

El lehendakari Iñigo Urkullu ha anunciado esta tarde que adelantará las elecciones autonómicas de Euskadi al domingo 5 de abril. Urkullu ya ha comunicado su decisión tanto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como a los presidentes de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, de Navarra, María Chivite y de Cataluña, Joaquim Torra. De esta forma, da por agotada la que ha sido su segunda legislatura. Su partido, el PNV, ya le ha propuesto como candidato para optar a un tercer mandato, candidatura que confirmará el próximo 7 de marzo. El lehendakari ya ha firmado el decreto de disolución de la Cámara vasca.

De este modo, las elecciones al Parlamento Vasco comenzará su campaña electoral el 21 de marzo próximo, justo un día después de que el Gobierno vasco y el central se reúnan para pactar el calendario de transferencias a Euskadi de las competencias del Estatuto de Gernika pendientes. Además de la candidatura de Urkullu, también están cerradas las candidaturas del PSE, que encabezará Idoia Mendia y de EH Bildu, que liderará Maddalen Iriarte. En el caso de Elkarrekin Podemos, las dos aspirantes, la respaldado por el dirección vasca, Rosa Martínez, y la apoyada por la dirección nacional, Miren Gorrotxategi, se disputarán en primarias la candidatura. Por último, el PP continúa demorando la ratificación de la candidatura de Alfonso Alonso que la formación en Euskadi demanda y que Génova evita por ahora ratificar.

En una comparecencia acompañado por los integrantes de su Gobierno, tanto los consejeros del PNV como los del PSE, Urkullu ha afirmado que la decisión la toma tras «el clima electoral» que se venía generando tanto en Euskadi como en Cataluña y el impacto que éste pudiera tener en la situación y estabilidad institucional en el Estado. Ha afirmado que «la situación general del Estado» y en particular la incidencia que Cataluña pudiera tener en el Gobierno español han pesado en su decisión como uno de los factores determinantes.

También ha señalado que la dinámica política y parlamentaria que se había instalado en el País Vasco le han influido para adelantar en casi medio año la cita con las urnas. Urkullu ha recordado que existen 29 iniciativas en forma de proposiciones y propuestas de ley en el Parlamento Vasco con pocas posibilidades de ser aprobadas. Ha culpado de ello a la «dinámica» preelectoral adoptada por la oposición. Incluso ha reconocido que a pesar de que Podemos le ofreció la semana pasada apoyo para sacar adelante algunas de las propuestas legislativas, tras hablar con ellos no ha detectado una voluntad global a ellos, «no basta con querer ponerse una medalla por sacar dos propuestas legislativas más». Ha situado las posiciones de las formaciones de la oposición dentro de las «legítimas estrategias» prelectorales en un curso en el que estaban previstos los comicios y que llevarían a situaciones «de bloqueo» durante los meses que restaban de mandato.

Para el lehendakari adelantar seis meses la celebración de las elecciones supone además acortar «de ocho a dos meses» -la convocatoria ordinaria correspondía a finales de septiembre- la precampaña y campaña electoral.

«Enconamiento político»

Preguntado por el peor momento de este su segundo mandato como lehendakari, Urkullu ha afirmado que ha sido el constatar el «enconamiento político lleva a perder la esencia de la vida política que es la solución de los problemas mediante el diálogo». También ha reconocido que el grave accidente ocurrido el pasado jueves con el desplome de una ladera que ha dejado sepultados a dos trabajadores, a los que aún se busca, ha sido el peor de los vividos. Ante las críticas por la gestión que del siniestro ha hecho el Gobierno, y el reproche por su ausencia en la zona del accidente, Urkullu ha apuntado que ha estado en todo momento informado y al frente de la mesa de crisis constituida, «no se trata de estar ahí físicamente», ha asegurado.

El 5 de abril figuraba en el baile de fechas se barajó después de que la semana pasada en la reunión del Consejo de Gobierno Urkullu solicitara a los consejeros del Ejecutivo una reflexión y análisis sobre la oportunidad de llevar a cabo o no los comicios electorales a la Cámara Vasca con antelación. El anuncio supone acortar en algo más de cinco meses la legislatura.

El decreto de disolución del Parlamento se publicará mañana martes en el Boletín Oficial del País Vasco, de modo que a partir de 54 días se podrán celebrar los comicios. El plazo de presentación de candidaturas se activará entre el 26 de febrero y el 2 de marzo.

Siete leyes aprobadas

Urkullu siempre había defendido agotar la legislatura y evitó, pese a las reiteradas informaciones sobre la posibilidad de acortar el mandato, especular con un adelanto. La aprobación de los presupuestos, gracias al apoyo de Elkarrekin Podemos, permitió al Gobierno PNV-PSE afrontar con mayor tranquilidad y estabilidad el último tramo de la legislatura. Sin embargo, cuando el horizonte en Euskadi parecía estabilizarse se tambaleó en Cataluña, lo que alteró los planes de Urkullu. El anuncio del president Torra de un adelanto electoral, sin fecha por el momento, volvió a reactivar la opción en Euskadi.

Durante los dos mandatos que Urkullu ha liderado el Gobierno ha marcado distancia con el ‘procés’ en Cataluña y la inestabilidad institucional que de él se ha derivado. El intento por alejarse de cualquier ‘contaminación’ de unas elecciones agitadas en Cataluña parecen la razón de mayor peso. Un temor que incluso se ha impuesto al pobre balance legislativo con el que se cerrará la legislatura, siete leyes de las 29 aprobadas y tramitadas.

Preguntado por el resultado del que fue una de sus grandes promesas electorales, la aprobación de un nuevo estatus político para Euskadi, y cuya ponencia no ha logrado aprobar una propuesta articulada, el lehendakari ha rechazado que se pueda hablar de fracaso. Más aún, ha calificado de «éxito» el alto grado de acuerdo alcanzado entre PNV, PSE y Podemos para acordar un borrador de estatuto articulado -aunque con numerosos votos particulares de los socialistas y morados en las cuestiones más sensibles- y que en su opinión permite dejar mucho trabajo avanzado para la próxima legislatura.