El Mercado Central de Zaragoza ha vuelto a abrir sus puertas después de dos años de obras y lo ha hecho con una gran expectación. Aunque hasta este jueves los puestos no estarán abiertos al público, hoy ya lucen su mejor cara, repletos de género y con un aspecto completamente renovado, mucho más modernos, grandes y luminosos.
Desde la calle se puede observar todo lo que se cuece en el interior gracias a las cristaleras que lo recubren y que permiten que la luz se cuele por todos los rincones de es mercado que se inaugura con 74 de alimentación y 4 de restauración, que tendrán su correspondiente velador bajo los arcos de hierro declarados Bien de Interés Cultural (BIC).
El alcalde, Jorge Azcón, ha destacado el papel «dinamizador» de «esta joya del arte modernista en nuestro país y del patrimonio que tiene Zaragoza» y ha asegurado que «revitalizará el Casco Viejo» y actuará como «un nuevo motor urbanístico y turísticos» que beneficiará a los detallistas y al resto de la ciudad.
Aunque todavía quedan nueve puestos por adjudicar, y que albergarán hasta entonces una exposición, hay 13 dedicados a la carne, 11 a alimentación variada, siete a pollerías y platos precocinados, 12 a pescados y congelados, 13 a frutas, verduras y flores y tres menuceles.
El horario para los puestos será de 9:00 a 14:00 horas y por la tarde de 17:00 a 20:00 horas, aunque algunos comerciantes ya van a poner en marcha el horario ininterrumpido para ofrecer un mejor servicio. Los bares estarán abiertos desde las 6:00 de la mañana hasta la 1:30 horas todos los días de la semana, ampliando a las 2:30 horas víspera de festivo. Los sábados por la tarde y domingos tendrá vida propia durante todo el día con múltiples actividades.
Entre los detallistas abundaban las sonrisas. Hoy era su día. Fotos, cánticos, aplausos y hasta alguna que otra botella de champán eran lo habitual en los nuevos mostradores. Fuera, mucha gente ha intentado colarse a la celebración, y muchos se amontonaban en las vallas para intentar ver lo que estaba pasando dentro del edificio. “Tenemos la sensación de haber llegado por fin a la meta. La gente va a alucinar, ha quedado precioso. Hoy respiramos por fin, aunque mañana ya veremos”, decía Esther Pérez Albuixach, carnicera y vicepresidenta de la Asociación de Detallistas.
En la pollería Mamá Tere se ha vivido uno de los momentos más emotivos. Allí, las actuales dueñas del puesto esperaban a su madre, que hasta hace dos años trabajaba en el Mercado Central. “No le hemos dejado que vea nada hasta hoy. A ver si llega ya, aunque igual le da algo. Incluso hemos estado con las luces apagadas estos días para que si pasaba por fuera no lo viera”, contaba una de las hermanas.
Cuando Tere ha llegado al puesto todos se han fundido en un gran abrazo, y las lágrimas han sido inevitables. “Estoy muy emocionada. Empecé con un puesto propio en el 2001, pero cuando tenía 12 años ya trabajé en el Mercado Central con mi madre. Está precioso, me gustaría tener 20 años menos para poder venir a trabajar”, ha dicho la matriarca. Su foto preside ahora el renovado puesto, que tiene la virtud de ofrecer uno de los servicios que son novedad en la reformada lonja: la comida preparada.
Otra de las novedades estaba en Flores Jara. Hoy es su primer día en el Mercado Central, ya que hasta ahora no tenían puesto. “Comenzamos cuando abrió el provisional, y la verdad que nos ha ido muy bien. Somos la primera floristería que se establece aquí, así que estamos muy expectantes. Mañana, cuando entren los primeros clientes, va a ser apoteósico”, ha conluído Pepe Varela, jefe de la empresa.
Encima de uno de los accesos, un cuarteto de cuerda ha estado amenizado la velada. Antes de la inauguración oficial de este miércoles , que tendrá lugar a las 20.00 horas, los detallistas van a poder disfrutar de su mercado sin gente por primera vez en casi dos años y por última vez en otros tantos más. A partir de mañana será de los zaragozanos.
