ERC se centrará en la negociación con el Estado, pero sin renunciar a la «unilateralidad»

La militancia de ERC ha aprobado este sábado la hoja de ruta surgida del XXVIII Congreso Nacional del partido. Según consta en esta «ponencia política» aprobada con el 93% de los votos, los republicanos reforzarán una «estrategia negociadora» con el Estado para acceder a la autodeterminación y la independencia pero sin descartar un referéndum unilateral. No en vano, hoy el partido se ha esforzado en dar una de cal y otra de arena erigiéndose como «rompehielos» para acabar con la política de bloques que enfrenta al independentismo con el Estado pero sin bajar la bandera de la «desobediencia» ni renunciar a pedir una «amnistía» para los condenados del 1-O.

Así, mientras el coordinador nacional Pere Aragonès ha prometido a los militantes que la nueva etapa de diálogo y negociación entre Cataluña y el Estado «sólo es posible si la política desplaza a la represión», por detrás, fuentes del partido no han descartado una investidura de Pedro Sánchez en las dos próximas semanas. «Esto significa tomar decisiones complejas, estar dispuestos a abrir caminos, aunque esto comporte momentos de éxitos y otros en los que los veremos lejos», ha zanjado Aragonès tratando de mentalizar a las bases del partido para un eventual pacto con el PSOE.

Paralelamente, ERC se resiste a bajar el tono de sus retórica y sus peticiones. Por ello, sus líderes han usado hoy palabras contundentes: «Desobediencia», «unilateralidad» y «referéndum de autoderminación». Así consta también en la citada ponencia política -que ha contado con 558 votos favorables, 20 contrarios y 19 votos en blanco-. Dicho texto mantiene las tres vías de acceso a la autodeterminación que estaban contempladas en el documento inicial, y aunque en ellas la vía negociadora queda reforzada, no se descarta un referéndum unilateral si la negociación resulta imposible.

«Nunca» renunciar a la unilateralidad

Con el título de «Fortalecernos para volver, para ganar», el texto consagra el giro dado por ERC a favor de una supuesta vía dialogada y pactada con el Estado, en detrimento de la vía unilateral por la que se apostaba en el anterior Congreso del año 2015. En este sentido, ERC considera que un referéndum de autodeterminación es «el mejor instrumento» para lograr la independencia, por ello, se marca como objetivo que sea acordado con el Estado: «Hay que hacer que el referéndum que ahora parece imposible sea inevitable», subrayan desde el partido. Sin embargo, en un esfuerzo por contentar a las facciones más radicales del partido -y a quienes temen que la CUP y Puigdemont les coman terreno electoral enarbolando propuestas de confrontación abierta- el partido sigue contemplando una tercera vía que pasa por la posibilidad de un referéndum unilateral. En el texto aprobado se puntualiza que no es «prioridad» y se utiliza un eufemismo para indicar que ese camino no se puede descartar «nunca».