La borrasca Elsa deja nieve, ríos crecidos y riesgo fuerte de aludes en cotas altas

La borrasca Elsa ha dejado lluvia y viento a su paso por Aragón pero también ha traído más nieve. En las últimas horas, sus efectos se están notando en los ríos, con imágenes espectaculares de crecidas, que en la mañana de este sábado ya se están atenuando en los afluentes del Pirineo, y pequeñas incidencias en las carreteras debido a desprendimientos, como el ocurrido la noche del viernes en la N-260, entre SabiñánigoYebra de Basa, que ha obligado a limitar el espacio de la calzada.

La lluvia persiste en amplias zonas de la provincia de Huesca, aunque no con la intensidad de la madrugada del viernes. Según la Confederación Hidrográfica del Ebro, la situación de los ríos ya se está normalizando. No obstante, en las últimas horas, se han visto notables incrementos de caudal en el Cinca, el Gállego, el Aragón o el Noguera-Ribagorzana. 

Y no solo ocurría en el Pirineo. Otros ríos, como el Alcanadre, también bajaban con fuerza. Los 50 litros caídos en Rodellar se notaron en el popular salto de Bierge, que registraba una fuerte corriente hasta el punto de que el agua anegó la chopera.

Las precipitaciones han dejado nieve en las estaciones de esquí. En Cerler, una media de 50 centímetros en cotas medias y altas y más de 70 centímetros en las zonas más altas, lo que asegura, según el centro invernal del valle de Benasque, «unas Navidades espectaculares».

Fuera de pistas, ha aumentado el riesgo de aludes, que es notable (3 sobre 5) en todas las comarcas del Pirineo por debajo de 2.400 metros, pero fuerte (4) a una cota superior. Según la Aemet, Por encima de 2.200-2.400 metros, los espesores se han incrementado considerablemente, si bien su distribución es irregular a causa del fuerte viento. Para el sábado se esperaban nuevas precipitaciones. Entre los dos días, por encima de 2.200-2.400 metros, se podrán acumular de 40-80 cm.

A partir de las 12.00 de este sábado, la situación se vuelve a complicar porque la Agencia Estatal de Meteorología ha activado un aviso naranja por fuertes vientos en el Pirineo, una situación que se mantendrá hasta la madrugada del domingo, con rachas máxima de 100 kilómetros por hora y viento del suroeste que tendrá más incidencia en cotas altas