Feliz Navidad 2019

Me enamoré de ti, Señor.
Fue al verte en el pequeño Belén
de aquel rincón de mi casa
donde como, cada año, mis hermanos
se afanaban en hacerlo aún
más grande y más bonito…

Yo ayudaba en lo que podía siempre,
me gustaba ver Tu cara sonriente.
Mirar a San José vigilante
y a María, que con su mirada tierna,
me invitaba a dirigir la mía a contemplarte
Y, a comprender el Amor que te hacía presente.

No se que año, ni por qué fue
pero, un día, brotó de mi un sentimiento
sin darme cuenta, mi corazón se abrió
y sin dejar de mirarte absorto, me encontré
musitando palabras de amor y agradecimiento
encendiendo mi interior en ganas de quererte.

Cambió mi vida, aún adolescente,
me sentí feliz…Tu mirada limpia traspasó mi alma.
Quería verla siempre…y la encontré en los niños,
en los amigos, en la gente, que buena y generosa,
acogía mis sueños de compartir mi vida con ellos,
para que también pudieran quererte.

No sabía que aquella noche encontré el Amor.
Entendí que para verte solo hace falta mirar
a quién a nuestro lado sufre y nadie comprende,
compartir con ellos el pan y también la suerte
porque perdidos en el dolor, la soledad,
les llega el miedo a la muerte…

Que de mil maneras, este mundo ofrece
al quitar de sus vidas a ese Niño
que nació por y para quererles.

Han pasado los años y quiero volver
a ese Amor primero, que encendió mi vida
y de miles de amores llenó.
Pero, en el afán de hacerlo aún más grande
tantos afanes me trajo
que perdí de Tí el sentido y, el vacío surgió…

Por eso, hoy, buscaré en el silencio
de aquel rincón de mi casa
donde, al verte, encontraré la Paz y el Amor.

                                                                                                        Miguel Ángel